El restaurante Sant Pau reabrirá en junio dirigido por Raül Balam
El mítico establecimiento de Carme Ruscalleda pasa a manos de su hijo con un concepto de cocina para compartir
BarcelonaEl Sant Pau, el antiguo restaurante de Carme Ruscalleda en Sant Pol de Mar, reabrirá el próximo mes de junio con un nuevo proyecto bajo el nombre de Cuina Sant Pau, dirigido por el hijo de la chef, Raül Balam Ruscalleda. La noticia, avanzada por La Vanguardia, supone la reapertura del local cuatro años después de que el Sant Pau bajara la persiana.
Balam vuelve con un proyecto "de transformación 100%", si bien asegura que "preservará la esencia" del restaurante que su madre encabezó durante treinta años y que le mereció tres estrellas Michelin, según ha explicado a la ACN. El cocinero dice que la "tradición" será el motor del nuevo espacio y avanza que plantea un restaurante "más relajado" que el antiguo Sant Pau.
"En Sant Pol había un Rolls-Royce parado durante tres años y creía que ya había repuesto suficiente", ha dicho Balam, que ha destacado que "ha llegado el momento de reabrir con otro concepto". El chef dice que la intención "no es ofrecer un espacio gastronómico, porque esto ya existió", y dice que el nuevo Sant Pau será "una cocina". "Al fin y al cabo, la cocina es el núcleo central de una felicidad", afirma.
Con la previsión de levantar la persiana a principios de junio con capacidad para dar servicio a 50 personas, Balam apunta que el nuevo espacio ofrecerá "cocina de temporada, divertida, con platos para compartir y, sobre todo, muy viva". Asegura que tendrá muchas similitudes con el antiguo Sant Pau, "con el producto de temporada, con el respeto por la estación del año y en santificar las fiestas". Balam también asegura que preservará "la filosofía y la ilusión" del proyecto de su madre, pero apostando por un aire "más relajado y casual".
"Queremos mezclar a la sociedad y que todo el mundo pueda venir, entrar y disfrutar de otro modo", añade, y pone un ejemplo: "El Sant Pau tenía mantel de hilo y aquí quizás comeremos sobre la mesa viva". En este cambio de talante entra también en juego una reforma decorativa con la que Balam se propone "un cambio de estilo total" a la vez que confía conseguir que "cuando un cliente se siente, vea que en el mismo espacio ya existió un gran restaurante". "Queremos mantener la esencia de origen, porque esto no se puede perder nunca", reafirma.