Patrimoni

De ruta por los castillos medievales del Baix Gaià

Estas edificaciones son vestigios de frontera que el río Gaià formaba entre el condado de Barcelona y al-Ándalus en el siglo XI

Laura Minguella
5 min
Una fotografía del castillo de Tamarit.

El Baix Gaià es una subcomarca natural del Tarragonès que recoge la afluencia del último tramo del río Gaià, que nace cerca de Santa Coloma de Queralt y desemboca en la playa de Tamarit. "Los que emocionalmente nos sentimos del Baix Gaià y que, por tanto, compartimos rasgos identitarios de la cultura, la historia y la economía somos el Catllar, Vespella de Gaià, Salomón, la Nou de Gaià, la Pobla de Montornès, la Riera de Gaià, Renau, Altafulla, Torredembarra, Creixell, Roda de Berà y, de forma curiosa, Tarragona", explica Yolanda Tarrés Capdevila, guía del castillo del Catllar, sede del Centro de Interpretación de los Castillos del Baix Gaià. Tarrés apunta que Tarragona entra en los municipios de esta subcomarca por los núcleos de Tamarit y Ferran, alejados de la ciudad y cercanos al río, que se inscriben en el término municipal tarraconense: "Hay esta pequeña distorsión porque Tarragona tiene estas dos pedanías de Tamarit y Ferran y, de hecho, el Gaià desemboca a los pies del castillo de Tamarit", aclara.

En el siglo X, la cuenca hidrográfica del Gaià se convirtió en la línea fronteriza entre el condado de Barcelona y Al-Ándalus. Siguiendo la ribera del río se pueden contar más de una cuarentena de castillos, destinados a proteger y controlar la forestación del territorio. En la zona del Baix Gaià hoy en día se pueden encontrar hasta 12, la mayoría construidos en la Alta Edad Media. Os presentamos algunos en varios estados de conservación.

Castillo de Altafulla

La llamada Villa Closa de Altafulla se desarrolla en torno a este castillo, documentado desde el año 1059 y declarado bien cultural de interés nacional en 1949. En el siglo XIV perteneció a la familia Requesens, que mantuvo la propiedad hasta 1472, cuando se vende en Pere de Castellet. Ireneu Castillo explica en el libro 1001 curiosidades de los castillos catalanes que, en el último tercio del siglo XVII, el castillo de Altafulla pasa a ser propiedad de Francisco de Montserrat i Vives, primer marqués de Tamarit. La familia Suelves, descendientes de Montserrat, mantiene su propiedad hoy en día. El edificio actual, en un estado de conservación excelente, data del siglo XVII, momento en el que se renovó la mayor parte de su estructura. Los Montserrat dotaron al castillo de un estilo renacentista, patente en puertas y ventanas, y le dieron un aspecto de fortaleza. "Se puede visitar con unas restricciones enormes, dos días a la semana, fuera de Semana Santa o verano, pero no se visita en el interior", apunta Tarrés.

La llamada Vila Closa de Altafulla se desarrolla en torno a este castillo, documentado desde el año 1059.

Castillo de Tamarit

El antiguo pueblo de Tamarit hoy está transformado en el conjunto del castillo de Tamarit, que abarca también la iglesia de Santa Maria y edificaciones como los restos de la pequeña aldea que creció a su alrededor o de los astilleros de su puerto, que durante la Edad Media se convirtió en uno de los más importantes de la costa catalana. De hecho, según explica Castillo en su libro, del puerto de Tamarit salieron parte de las naves con las que Jaime I conquistó Mallorca entre 1229 y 1231. El origen de este castillo, documentado desde 1049, podría corresponder a el aprovechamiento de una fortificación islámica anterior a su construcción como castillo de defensa de la frontera sur del condado de Barcelona frente a las incursiones sarracenas. El castillo de Tamarit fue declarado bien cultural de interés nacional en 1988 y restaurado por el pintor modernista Ramon Casas y el historiador Joan Ruiz i Porta por encargo del empresario estadounidense Charles Deering, que en 1916 lo compró. La familia vendió la propiedad en 1986 y actualmente se utiliza para eventos privados, por lo que no se puede visitar.

Castillo de Ferran

Los pobladores de Tamarit se vieron obligados a abandonar la villa por problemas de paludismo derivados de las aguas estancadas del Gaià y muchos de ellos se trasladaron hacia el interior, a Ferran, que actualmente es una pedanía de Tarragona. El castillo de Ferran, que aparece citado por primera vez en 1197 en el testamento de Guillermo de Granada, tiene sus orígenes en el siglo XI, cuando sólo era una torre de vigilancia dentro del término del castillo de Tamarit. Así pues, el castillo propiamente dicho es una construcción del siglo XVII, cuando se convierte en un palacio residencial gótico-renacentista. De la fachada destaca el escudo de los Tamarit, propietarios del sitio a partir del siglo XVII. "Es de propiedad privada y no se puede visitar, pero como está en medio del pueblo puedes pasear y verlo de fuera, es guapo", asegura Tarrés.

Una fotografía del castillo de Ferran.

Castillo del Catllar

El castillo del Catllar se levanta sobre una colina que domina uno de los meandros del Gaià, en el mismo núcleo urbano del pueblo. Se encuentra sobre un poblado fortificado de la Edad de Hierro y las excavaciones arqueológicas sitúan sus orígenes en la época musulmana, mucho antes de lo que indica la documentación escrita, que los sitúa en el siglo XI, cuando el Gaià hacía de frontera entre los condados catalanes y al-Ándalus. En el siglo XVI el castillo experimenta un crecimiento notable que lo transformará en una edificación de planta triangular con foso, perímetro amurallado con dos torres en la fachada principal y el interior articulado por un patio central. El ayuntamiento del pueblo adquirió su propiedad en 2002 para restaurarlo y recuperarlo, porque con el abandono y el paso del tiempo estaba en mal estado. Actualmente, es la sede del Centro de Interpretación de los Castells del Baix Gaià y ofrece visitas guiadas.

El castillo del Catllar se levanta sobre una colina que domina uno de los meandros del Gaià.

Castillo de Creixell

La construcción del castillo de Creixell data de 1190, cuando el entonces obispo de Barcelona, ​​Ramon de Castellvell, concedió la carta de población al municipio. Aunque su base es medieval, de aquella época sólo se conserva el talud, ya que el resto es del siglo XVII.

Su estructura militar viene de los siglos XVI y XVII, cuando en la costa tarraconense eran frecuentes los ataques piratas y se decidió reforzar su sistema defensivo. Declarado bien cultural de interés nacional en 1949, es el edificio civil más remarcable que se conserva en el pueblo y en su interior cuenta con una capilla privada, una biblioteca, una bodega y una cárcel. Tarrés detalla que el inmueble nunca ha sido visitable porque siempre ha estado en manos privadas: "Lo ha utilizado una familia durante toda la vida, los padres murieron y lleva un par de años a la venta", añade . El castillo se puso a la venta en el 2022 por 2,95 millones de euros, cifra que el Ayuntamiento de Creixell no podía asumir para darle un uso público.

La construcción del castillo de Creixell data de 1190.
El Camino de los Castillos

El Consorcio Turístico del Baix Gaià hace unos años que impulsó, junto con algunos ayuntamientos, el Camí dels Castells, un itinerario para descubrir ocho de los castillos del Baix Gaià y que se puede hacer tanto a pie como en bicicleta. "Hace unos años que algunos municipios del Baix Gaià empezaron a fomentar aspectos de la comarca que fueran atractivos más allá de la playa y el turismo masificado de costa, y el consorcio se ha encargado de fomentar los castells", aclara Tarrés, que añade que la ruta está señalizada a lo largo del recorrido.

Desde el Consejo Comarcal del Tarragonès han creado una serie de rutas circulares que pasan por los castillos del Baix Gaià: zona norte (la Nou de Gaià, el Catllar y la Riera de Gaià), zona central (la Pobla de Montornès y la Nou de Gaià ) y zona sur (Ferran, Tamarit, Altafulla, Torredembarra, Creixell y La Pobla de Montornès). Asimismo, algunos municipios del Baix Gaià organizan actividades en torno a los castillos. Es el caso de Altafulla, donde hace 12 años que se organiza la marcha de castillos del Baix Gaià, que en la edición de 2025 contará con dos recorridos que pasarán por los castillos de Altafulla, Tamarit, el Catllar, la Riera de Gaià y Ferran.

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