Más allá de la propuesta de ruta cicloturística de los Lagos, en los últimos tiempos el Pallars Jussà se ha convertido en una comarca de referencia para los amantes de la bicicleta. Tienen buena parte de culpa los miembros de la Asociación Lo Podall, una quincena de personas que, de forma voluntaria, se dedican a recuperar y marcar una red de senderos que los ciclistas pueden recorrer "a la carta". Dani Terrisse, presidente de la asociación, explica que buscan "una línea atractiva para montar en bicicleta y, a partir de esa hoja en blanco", dibujan "un trazado ideal sobre el mapa". "Entonces comienza el trabajo de hablar con los propietarios de los terrenos por donde pasará para obtener los permisos de paso pertinentes y, a partir de aquí, hacemos las modificaciones que sea necesario. Entonces empezamos a trabajar sobre el terreno, desbrozándolo y preparándolo- lo. Finalmente, se señaliza el inicio del sendero con un nombre, que normalmente es un topónimo de la zona". Terrisse explica que alguno de los senderos recuperan antiguos caminos de paso, pero que otros lo han hecho nuevos pensando ya que puedan ser recorridos en bicicleta. "Tenemos la suerte de que en la cuenca de Tremp tenemos un terreno muy variado y esto nos permite, en una misma zona, poder disfrutar de recorridos muy diferentes. La combinación entre vistas espectaculares y terrenos de materiales, formas y colores diversos hace que tengamos rutas variadas y muy atractivas". Su propuesta implica aprovechar la tecnología, de modo que "los usuarios pueden utilizar aplicaciones en las que salen marcados los senderos (por ejemplo, Trailforks) para hacerse la ruta a medida según el tiempo que tienen y el desnivel que quieran hacer".
La Ruta de los Lagos: de Lleida a La Pobla de Segur sin tocar el coche
Esta propuesta cicloturística ofrece 107 kilómetros de trazado para hacer combinando la bici y el tren
BarcelonaDescubrir las comarcas del Segrià, Noguera y Pallars Jussà sobre dos ruedas. Esta es la propuesta de la nueva ruta cicloturística de los Lagos, una iniciativa impulsada por el departamento de Territorio que ha supuesto la creación de un itinerario entre Lleida y la Pobla de Segur que combina los tramos que se pueden hacer en bicicleta con la línea de Ferrocarrils de la Generalidad de Cataluña (FGC) entre las dos poblaciones. Son 107 kilómetros que transcurren en un entorno de alto valor paisajístico y que se estructuran en tres tramos. El primero, de 46,5 km, transcurre entre Lleida, Balaguer y Sant Llorenç de Montgai por caminos naturales y vías que recorren el curso del río Segre. El segundo tramo, de 27 km, se efectúa en combinación con el ferrocarril entre las estaciones de Sant Llorenç de Montgai y Cellers-Llimiana. Y desde este punto nace el tercer tramo hasta La Pobla de Segur, de poco más de 33 km y que en los últimos meses se ha acabado de adecuar por iniciativa del Consejo Comarcal del Pallars Jussà, con la colaboración del departamento de Territorio.
La ruta se presenta como un nuevo atractivo turístico para estas comarcas leridanas, pero no sólo está pensada para los turistas sino que también puede contribuir a desarrollar iniciativas locales, y se enmarca en la apuesta del departamento de Territorio por desarrollar una red catalana de rutas cicloturísticas de largo recorrido para promover el uso de la bicicleta de forma segura como elemento turístico, deportivo y ocio. Como apunta Anna Prat, técnica del Consejo Comarcal del Pallars Jussà, la ruta "busca promover la movilidad sostenible, aprovechando que se puede enlazar con la línea de tren Lleida-Pirineus, y tiene la particularidad de que se puede combinar con el tren de bajada o de subida, por lo que podemos adecuar nuestro recorrido en función de nuestras condiciones físicas". La técnica del Consejo Comarcal remarca que no se trata de una vía verde como tal, "aunque sí es cierto que la mayoría del recorrido es muy llano, con poco nivel y, por tanto, accesible a todo tipo de público ". En cualquier caso, asegura, el rasgo diferencial de la ruta "es, precisamente, poder ir siguiendo los pantanos e ir descubriendo toda la vida que se genera a su alrededor. Sin olvidar el trayecto en tren, que ofrece una panorámica espectacular". Prat apunta que durante el recorrido por la comarca pallaresa también se han señalizado algunos puntos de acceso a los que se puede llegar en coche, de forma que se tenga más libertad a la hora de elegir desde donde se empieza a realizar la ruta .
Nuevo reclamo turístico
Desde las comarcas por donde pasa la ruta se ha recibido la propuesta como un interesante reclamo turístico que puede ayudar a dinamizar estas zonas, con la llegada de visitantes que buscan una oferta ligada al deporte y la sostenibilidad, y que busca hacer valer el paisaje y la vida slow. Desde La Pobla de Segur, Laia Porta, responsable de la fonda Can Fasersia, uno de los establecimientos históricos de la localidad, asegura que la implantación de esta nueva ruta cicloturística es una iniciativa "muy positiva". "Nosotros somos un establecimiento donde ya recibimos a un número considerable de ciclistas y creemos que el impacto que puede tener esta nueva ruta puede ser realmente positivo para la dinamización de la actividad turística y económica de nuestra comarca. No sólo atraerá a ciclistas aficionados y profesionales, sino también familias y acompañantes, que necesitarán alojamiento, restaurantes y actividades de ocio". Porta argumenta que "el fomento del cicloturismo promueve también un tipo de visitante más sostenible y respetuoso con el medio ambiente". "Todo ello beneficia a las empresas locales, no sólo alojamientos y restaurantes, sino también al pequeño comercio local, como las tiendas y talleres de bicicletas, así como las empresas de ocio de aventura, tanto por el alquiler de material ciclista como por la contratación de guías locales". Laia Porta reconoce que en Can Fasersia ya han observado un aumento de reservas y el interés por parte de ciclistas que buscan explorar nuevas rutas y descubrir el territorio en lo alto de una bici. Una tendencia creciente en los últimos meses y que les impulsó a convertir su fonda en un establecimiento bikefriendly. "Por eso ofrecemos servicios como un espacio seguro para poder guardar bicicletas o información sobre las rutas existentes y otras cuestiones relacionadas con este ámbito. De hecho, desde hace ya un par de años ofrecemos el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, decisión que tomamos a raíz de la labor de recuperación de senderos para la práctica del ciclismo de montaña que se ha ido realizando últimamente".
10 imprescindibles de la ruta
Aparte de ser un reclamo turístico, Anna Prat remarca también que la ruta de los lagos se está convirtiendo "en un espacio de referencia para los propios habitantes de la comarca, que los disfrutan sea en bicicleta como también corriendo o andando". Una buena forma de descubrir tres comarcas catalanas y algunos de sus grandes atractivos.
Los diferentes edificios que configuran el conjunto monumental de la colina de la Seu Vella –la Seu Vella o catedral antigua, el Castillo del Rey o Suda, la fortificación militar que rodea toda la colina y los diversos restos arqueológicos– configuran una visita única que nos ayuda a entender el presente.
Balaguer, histórica ciudad del condado de Urgell y capital de la comarca del Noguera, ofrece a los visitantes atractivos muy interesantes, como el Museo de la Noguera, el Centro de Interpretación del Oro del Segre, el Espai Portolà (en la antigua iglesia de Santa Maria), las murallas góticas y el Observatorio de la Guerra Civil o el Castillo Formós.
La Reserva Natural de San Lorenzo de Montgai es una zona con un paisaje natural de gran belleza, idóneo para realizar numerosas actividades acuáticas y de ocio. En bici se pueden realizar rutas diversas, como la vuelta al embalse, la ruta del paso del Orellut a través de la sierra de Monteró, o la subida hasta la ermita del Castillo, datada de finales del siglo XII y rodeada por un espectacular paisaje.
El pantano de Terradets es la puerta de entrada al Pallars Jussà desde la Noguera, y es un espacio ideal para disfrutar de actividades como el kayak o la bicicleta acuática. Alrededor hay pueblos que le gustará conocer, como Llimiana, que ofrece unas magníficas vistas de la zona y donde podrá visitar la Casa-Museo Doctor Bonifaci.
Un conjunto monumental que sintetiza buena parte de la vida medieval: el castillo de Mur y la colegiata de Santa Maria de Mur. Dos edificios que son símbolos del dominio militar y espiritual de un territorio de frontera recién conquistado a los musulmanes. Se realizan visitas guiadas.
La capital de la comarca del Pallars Jussà y el municipio más extenso de Cataluña. Destaca su casco antiguo y la iglesia de la Virgen de Valldeflors. En el Epicentre, oficina de turismo, podrá infirmarse de los muchos atractivos que ofrece la comarca.
La gran extensión que ocupa el pantano de Sant Antoni es el lugar perfecto para reconectar con la naturaleza. Con zonas de baño y espacios donde practicar deportes de agua como el kayak o el paddle surf. Y con algún espacio que esconde sorpresas como Lo Quiosc, un restaurante que cuenta con uno de los balcones-mirador más espectaculares del país.
Una villa cerrada que cuenta con una propuesta museística muy interesante que consiste en recrear tiendas y espacios de época a partir de la exposición y divulgación de los bienes de consumo cotidianos. También es interesante la visita a la torre de Barta, edificio singular que incluye una torre de defensa y parte de la muralla que antiguamente protegía el casco urbano.
El recorrido entre Sant Llorenç y Cellers se hace en tren aprovechando la línea del conocido como el Tren dels Llacs, que circula entre montañas, pasando por puentes y túneles y por medio de espectaculares desfiladeros.
En la Pobla podrá descubrir diferentes lugares de visita recomendada, como la villa cerrada y el casco antiguo de la localidad; el Espai Raier, que muestra el antiguo y desaparecido oficio de almadiero, vinculado al transporte fluvial de la madera; el recinto modernista que hoy ocupa el Ayuntamiento, con dos edificios singulares, el molino del aceite de Sant Josep (1905), presidido por la escultura de Josep Llimona, y la Casa Mauri (1907), palacete residencia modernista, que está rodeado por unos jardines de la época.