Las gemelas Olsen triunfan con una colección de moda que nadie ha visto a nadie
Las fundadoras de The Row han sido noticia por un desfile suyo en París que algunos incluso aseguran que no ha existido. Abdullah de Jordania y Kirsten Dunst completan la lista de aciertos de la semana
BarcelonaSiempre acaba relacionando la crónica rosa y la información pop con todo tipo de errores vitales cometidos por personas famosas. Pero no es siempre así. Si bien es cierto que cuando las celebrities fracasan en algo todo el mundo se interesa más y las noticias tienen más impacto, no es menos cierto que la vida de las personas ricas y famosas que pueblan las revistas del corazón cuenta con más aciertos que desaciertos, ya que, de no ser así , no estarían donde están. En los últimos días ha habido una buena lista de famosos haciendo las cosas bien hechas y, para ser honestos, es necesario hacerles un digno homenaje. O dicho de otro modo: por salud mental, necesito aprovechar los breaks que hacen Bertín Osborne y la familia Windsor de ser noticia... siempre por sus desastres.
Las más listas de la semana han sido sin duda las gemelas Olsen, esas dos niñas adorables que descubrimos en Padres forzosos, serie en la que ambas habían sido contratadas para desempeñar el mismo papel para no incumplir las estrictas normas de trabajo infantil que existen en el estado de California, donde las niñas nacieron. Aunque entonces tenían sólo nueve meses, ahora han cumplido 37 años y su vida ha cambiado diametralmente. Han dejado del todo atrás el mundo del espectáculo y, desde el 2006, han puesto en marcha una carrera en el mundo de la moda que ha tapado las bocas de aquellos que siempre las han calificado de juguetes rotos del show business estadounidense.
Lujo silencioso
Las Olsen fueron de las primeras en fundar una marca especializada en el ahora tan hipermencionado y reverenciado lujo silencioso, un paso muy valiente si se tiene en cuenta que sus competidoras directas son maisons todopoderosas con una trayectoria larguísima y grandes imperios financieros detrás. Sin embargo, ellas se atrevieron. Pero no locamente, sino con las ideas muy claras. Fueron astutas a la hora identificando una oportunidad en el hecho de que la gran mayoría de competidores en el nicho del quieto luxury apostaban por ropa carísima y de mucha calidad pero que jugaba en el segmento de la estética old money. Las gemelas, en cambio, eligieron hacer piezas de gran calidad que produce moda de base clásica pero con toques vanguardistas. Es decir, abandonaron Hollywood, se adentraron en la moda, revolucionaron el sector y, finalmente, se han quedado a vivir allí.
Mary-Kate y Ashley, que ya eran unos referentes de estilo desde antes incluso de que ellas mismas fueran conscientes de ello, tienen un lugar en nuestras agendas mentales por sus diseños pero también por sus estrategias de promoción. Esta semana, han brillado en París para hacer lo que nadie hace cuando llega la Semana de la Moda francesa: apagar el móvil. The Row pidió a los asistentes a su desfile para el invierno 2025 que no grabaran ni fotografíaran nada de la presentación porque no querían que se compartiera ninguna imagen de la colección en las redes sociales. Esta decisión, absolutamente antisistema hoy en día, las convierte en una rara ancianos dentro del sector, donde todo el mundo pugna por copar las tendencias en las redes con cada lanzamiento. Ellas, en cambio, refuerzan el componente elitista de su firma enseñándola sólo a una selección muy bien elegida de clientes. Si a esto le añadimos que, encima, a estos clientes, después de hacerles apagar el móvil, les dieron una libreta y un lápiz para que tomaran notas de lo que veían, la apuesta se convierte directamente en icónica.
Tanto a contracorriente navega su decisión dentro del sector que algunos de los más jóvenes se preguntaban en las redes si realmente había tenido lugar el desfile. No es de extrañar la duda después de la distorsión cognitiva que ha provocado tanta exposición en Instagram en algunas franjas de edad. En cualquier caso, estas singularidades no han hecho más que evidenciar que estas dos estrellas convierten en oro todo lo que tocan. Lo dice incluso la plataforma de venta de moda The Lyst Index, que recientemente aseguraba que en 2023 la firma fue de las más buscadas en las redes, y lo evidencia también el simple hecho de que ellas solas consiguieron poner de moda entre el colectivo fashionista las famosas sandalias Birckenstock. Tras ellas, dejaron de ser consideradas calzado de jubilado alemán que veranea en Torrevieja para convertirse en un objeto de deseo completamente trendy. Mientras el valor de su marca sigue subiendo como la espuma gracias a sus arriesgadas apuestas, su web sigue vendiendo prendas de vestir a precios astronómicos que no llevan ni el logo bordado. Precios que nos dejan claro que hoy en día el silencio es muy caro, porque es el verdadero lujo.
Rania de Jordania, condecorada
Otro listo esta semana fue el rey Abdullah II de Jordania, que celebra los 25 años de su llegada al trono y los 31 de boda con su esposa, Rania. El monarca jordano ha sabido entender perfectamente el valor que tiene su esposa en su país por sostener la popularidad de la monarquía e, internacionalmente, por existir en las mentes de muchísimas personas. Por ese motivo, le ha impuesto el cordón enjoyado del renacimiento, la distinción más alta que se da en Jordania. Con los años, Rania ha logrado ser muy querida en su país adoptivo –es hija de palestinos que emigraron a Kuwait– y también muy bien considerada globalmente, fuera incluso de los países de ámbito musulmán. Convertido en un icono absoluto de moda, sus apariciones en cualquier acto internacional –por ejemplo en la ONU, donde es presidenta mundial honoraria del área de educación infantil femenina– suponen una cuota de pantalla extra para el país en el que reina como consorte. Abdullah ha sabido ver en ella una luz extra que, lejos de querer apagarla para poder tener más protagonismo él, no deja de potenciar. Algunos otros monarcas deberían aprender.
También ha sido genial esta semana Kirsten Dunst, quien a sus 41 años es toda una musa pop. Y no sólo por lo bien que trabaja, sino por el aroma de autenticidad de todo lo que hace, algo que en Hollywood hay que valorar especialmente. La actriz de New Jersey ha dicho en una entrevista en Marie Claire que volvería a hacer cine de superhéroes, algo que ya hizo del 2001 al 2007, cuando participó en la saga Spider-man. Lo mejor del caso ha sido cuando le han preguntado el porqué: "Porque te pagan mucho dinero y yo tengo dos hijos, y también tengo que apoyar económico a mi madre". Sinceramente, nunca había tenido ganas de ir a ver ninguna película de superhéroes, pero sólo de pensar que la actriz principal trabaja con tan pocas ganas como para contarlo iría. Sabiendo que no siente ninguna motivación por el filme, si lo acabara haciendo bien en el set de rodaje deberían darle no un Oscar sino dos. Es una pena que, después de lo dicho, difícilmente repetirá en este tipo de cine.