Céline Dion: dosis de diazepam casi letales para aguantar los conciertos
El 25 de junio la cantante estrenará un nuevo documental donde abre sus puertas en su día a día con el síndrome de la persona rígida
BarcelonaDespués de meses sufriendo en silencio diferentes problemas de salud, hace un año y medio Céline Dion anunció su síndrome de la persona rígida, por lo que se veía obligada a cancelar la gira de más de 40 conciertos por Europa que tenía prevista . La ilusión de la cantante por volver a los escenarios ha sido casi el único mensaje que ha hecho público en los últimos meses, obviando cualquier detalle sobre su estado de salud o los pronósticos a corto plazo. Pero desde hace dos semanas, Dion ha empezado a compartir cómo vive la enfermedad a través de diferentes medios de comunicación. En esta línea, el martes por la noche NBC News retransmitió una entrevista en prime time en la que el artista confesó que antes de que se le diagnosticara el trastorno neurológico, puso en riesgo su vida por una sobredosis.
La vocalista explicó a la periodista de NBC News Hoda Kotb que a pesar de que el diagnóstico del síndrome de persona rígida no llegó hasta 2022, ella ya empezó a sentir el impacto de la enfermedad desde 2008: espasmos dolorosos, rigidez muscular y problemas de movilidad en algunas zonas, eran algunos de los síntomas que cada vez se hacían más presentes en el día a día de Dion.
Durante los años de pruebas, que se alargaron toda una década, la canadiense se volvió dependiendo al alivio que le daba el diazepam, a menudo comercializado con el nombre de Valium. La medicación actúa como un sedante y relajante muscular y suele recetarse de forma muy limitada –por los altos niveles de adicción y tolerancia que genera– por problemas de ansiedad y los derivados del síndrome de abstinencia del alcohol. Como era previsible, la creciente tolerancia que generó su cuerpo a la medicación hizo que tomara cantidades potencialmente mortales para que sintiera el efecto del relajante muscular.
"No sabía, sinceramente, que podía matarme. Antes de una actuación tomaba, por ejemplo, 20 miligramos de Valium y después simplemente caminaba desde mi camerino hasta el backstage y el dolor ya había desaparecido", explicaba Dion a Kotb, haciendo referencia a los rápidos efectos de disipación del dolor antes de un concierto. "El problema es que mi cuerpo se acostumbró a los 20, 30 y 40 miligramos para poder relajar todo el cuerpo. Esto duró semanas y meses, porque el espectáculo seguía [...] llegué a tomar 90 miligramos", admitió la cantante, que ahora tiene 54 años. De hecho, la presión autoimpuesta en el ámbito musical ha sido una constante con Dion, que pese a sufrir graves síntomas no anuló la gira hasta que en el 2022 le diagnosticaron la enfermedad.
El equipo que acompaña a la estrella canadiense no supo nada de sus problemas de salud hasta el 2008, momentos antes de que saliera a actuar en uno de los conciertos en Alemania para la gira Taking Chances. "No sé si podré hacer el espectáculo. No sé lo que me está pasando", recordaba en la entrevista Dion que explicó a su equipo. "Estaba mucho, muy asustada. Cuanto más en pánico estaba, más espasmos tenía. Subí al escenario, evidentemente, y canté con un sonido más nasal". De ahí que se tomó la decisión de que este defecto vocal causado por la enfermedad debería "compensarse" cambiando el tono de las canciones y el instrumental, para que no fuera tan evidente.
Pero a pesar del delicado estado de salud, del que entonces se desconocía la causa, Dion no paró de actuar hasta que llegó la pandemia, en marzo del 2020. "No seas valiente, sé inteligente. Voy detenerlo todo con la ayuda de los médicos, estaba dejando todas las medicaciones y especialmente las malas. a situaciones de salud límite para soportar los conciertos y obligaciones laborales.
Esta serie de entrevistas que Dion está concediendo a varios importantes medios es el preámbulo del documental titulado Y am: Celine Dion, que se estrenará el 25 de junio en Amazon. En el filme, dirigido por Irene Taylor, se prevé que se dejará ver la vida privada de la cantante y, por tanto, su día a día con el síndrome de la persona rígida.