Hollywood

Sean Penn, harto de los rodajes, del amor y de las personas

El actor de Hollywood ha desmitificado su carrera como actor y enamorarse en una entrevista en 'The New York Times'

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Sean Penn

BarcelonaEl hombre que durante años ha vivido permanentemente en las carteleras del cine está harto de los rodajes. Con esta contundencia ha contestado Sean Penn las preguntas de la periodista de The New York Times Maureen Dowd en una entrevista recientemente publicada. Amparado por grandes referentes de masculinidad acentuada, como sus compañeros de profesión Dennis Hopper y Harry Dean Stanton, y bajo los aforismos de Charles Bukowski, el actor se ha dejado seducir por los países en conflicto como Ucrania, Bolivia o Venezuela para desarrollar proyectos a caballo entre la filantropía y el periodismo. Con quien ya no hace ningún esfuerzo por compartir pasiones es con las mujeres, a pesar del largo historial sentimental que ha tenido. Ahora su voluntad es "ser libre".

"Encuentra lo que amas y deja que te mate", dice Penn, parafraseando a Charles Bukowski, para justificar su adicción al tabaco. La misma filosofía de vida es también extensible a otros asuntos vitales de un actor que ha ganado dos Oscar y un Globo de Oro. "He pasado 15 años miserables en rodajes", afirma con contundencia. Con todo, reconoce que algunos proyectos sí le han hecho feliz, como la película Me llamo Harvey Milk, del 2009, el último rodaje en el que lo pasó bien, según confiesa. La cinta de Gus Van Sant, por la que Penn ganó su segundo Oscar como mejor actor, relataba el asesinato de Harvey Milk, el primer cargo electo estadounidense abiertamente homosexual. El actor piensa que actualmente no se permitiría que él interpretara al personaje por el hecho de ser heterosexual. "En los tiempos actuales, no podría volver a hacerlo. Vivimos en una época en la que todo el mundo va demasiado lejos. Es una política moralista y sin arte que afecta a la imaginación humana", asegura.

El buen recuerdo que guarda de la interpretación de Harvey Milk es una excepción dentro de su larga carrera actoral. "Me siento como un actor que interpreta un papel principal, es conocido, recibe un buen salario, tiene una posición de liderazgo en una película y debe presentarse con energía y ser como un guardaespaldas del director", relata Penn, de 63 años, sobre su carrera de más de cuatro décadas como actor. "Me veía a mí mismo fingiendo y era agotador. La mayoría de las veces pensaba: «¿Qué hora es? ¿Cuándo iremos?»", confiesa.

Más allá de la faceta de actor expeditivo

El presentador de televisión Bill Maher tenía razón cuando dijo que "Sean podría buscar el resto de su vida un papel que fuera la mitad de interesante que su vida real y no lo encontraría". Por eso el californiano ha dejado de buscarlo y ha echado por el derecho. En esta línea, en 2010 fundó una organización sin ánimo de lucro llamada CORE, las siglas de Community Organized Relief Effort, que nació con la intención de apoyar alimenticio a Haití. El siguiente objetivo de la ONG ha sido dar ayuda humanitaria a Sudán, donde ha habido una escalada de violencia.

Sean Penn

A título personal, también navegó con una barca de remos por las calles inundadas de Nueva Orleans para rescatar a las personas afectadas por las inundaciones del huracán Katrina e incluso llegó a entrevistar para el documental Superpower Volodímir Zelenski en su bunker pocas horas antes de que empezara la invasión en Ucrania. Una actitud que, aparentemente, está lejos de la afirmación que hizo hace años en el The New York Times: "No me gustan los humanos". En la entrevista publicada ahora por el mismo diario, insiste en la poca gracia que le hacen las personas. "Deberían molestar menos", dice.

El alma libre sentimental

Sobre este mundo por el que no siente demasiada simpatía, Penn dice que algunas mujeres feministas quieren seguir siendo femeninas y algunos hombres "están siendo feminizados". Además, sobre las citas amorosas cree que cada vez son más similares a una transacción. Con estas máximas, el actor acumula un historial de tres matrimonios que han terminado con divorcio: primero con Madonna, después con Robin Wright –actriz de House of cards yForrest Gump y con quien comparte sus hijos Dylan Frances y Hopper Jack Penny, por último, el fugaz matrimonio con la también actriz Leila George.

Según afirma, ahora no quiere saber nada sobre el amor, y por eso no tiene ninguna relación. "Simplemente soy libre. Si llego a estar en una relación, seguiré siendo libre, o si no no estaré. No creo que me vuelvan a romper el corazón por una relación", insiste el actor deAcuerdo y desacuerdos y Mystic River.

En la entrevista, la periodista Maureen Dowd aprovecha para incidir en los rumores de que durante la relación que mantuvo con Madonna la golpeó con un bate de béisbol. El actor responde de forma evasiva: "Es justo decir que no soy el mejor hombre del mundo. Pero si golpeo a Mike Tyson en la cabeza con un bate de béisbol, irá al hospital", ironiza sobre el boxeador profesional. "Es una persona a la que quiero", concluye.

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