Vicenta Ndongo: "Fue bestial ir a un lugar recóndito en el que el suelo es de arena. Un paraíso sin 'resorts'"
La actriz recuerda con especial predilección el verano que acudió a Puerto Escondido con su hijo
BarcelonaUn director de cine amigo de Vicenta Ndongo le invitó a su casa, en Puerto Escondido (México), para darle una noticia: estaba esperando a un hijo. Aquel viaje reciente de hace un año significó para ella una experiencia inolvidable. "Ni daiquiris ni discotecas", se encontró la naturaleza en estado puro, gente sencilla y mucho mar. "No hay nada tan Robinson Crusoe como eso", afirma tajante. "Fue bestial ir a uno de esos lugares recónditos donde el suelo es de arena y nada es de cemento. Es un paraíso sin resorts", añade. Con un libro entre las manos, todo era pasear por las desérticas playas kilométricas. "No escuchas reggaeton, solo el sonido del Pacífico. ¿Dónde has visto esto antes?", se pregunta aún entusiasmada la actriz, Premio Nacional de Cultura en el 2024, que acudió con su hijo, de 9 años. "Hay siempre chavales corriendo, no pasan coches porque no hay carretera. Yo dejaba salir a mi hijo y él volvía sólo cuando tenía hambre", relata.
La fauna de ese lugar le tiene el corazón robado. Recuerda a las aves y los cocodrilos en los manglares, y "aquel silencio de la naturaleza que no es silencio". Y, evidentemente, la comida, concretamente, las enchiladas y los polos de chile y mango. Pero también tiene muy presente la gente de allí, especialmente una conversación con una mujer y su hija, en la que la madre contaba una historia de superación sobre cómo se separó y cómo se sacó una carrera ya de mayor: "Fue una lección de vida universal".
Este verano la hizo reflexionar sobre la vorágine –"¿Qué sentido tiene correr y estresarse?"–, pero también sobre el sentido de viajar, sobre todo después de que un autóctono le dijera que nunca había salido de Puerto Escondido y que no pensaba moverse de allí. "En otra vida quiero no moverme de dónde vivo", afirma, consciente de la necesidad que tenemos de buscar lugares no masificados como el que ya son casi inexistentes. "Quieren hacer un hotel. Todavía es salvaje, pero en 10 años si mi hijo vuelve no verá el mismo paisaje", lamenta. Ndongo considera que se puede viajar de la forma más sostenible y respetuosa posible, aunque también sabe que "no hace falta viajar muy lejos": "Mi casa es un paraíso".
El idílico viaje debía ser más largo, pero fue interrumpido por una llamada de trabajo para interpretar a la directora del CAR de los Pirineos en la serie Olympo (Netflix), lo que hizo que avanzara el estribillo. Menos mal que adora su trabajo y que aterrizó ilusionada: "Querían que hiciera el papel y es bonito que te quieran a ti".