La vida personal de Rodri: el misterio del futbolista menos futbolista
El Balón de Oro para el centrocampista del Manchester ha llevado a muchos medios a descubrir que es una 'rara avis' dentro del mundo del fútbol y que sólo quiere destacar sobre el césped
BarcelonaCuando a alguna persona de la calle le hablan de un futbolista exitoso, a pocos les viene a la cabeza alguien como Rodri, el último ganador del Balón de Oro, entregado esta semana en París. Al pensar en un futbolista, la mayoría de los mortales pensamos en hombres tatuados, que llevan looks extravagantes y muy caros, que cuando abren la boca suelen evidenciar un recorrido expresivo más bien corto, que carecen de estudios superiores, que están casados con una modelo, que llevan una vida opulenta que ostentan continuamente, que tienen muchos hijos desde muy jóvenes y , sobre todo, que tienen muy poca intimidad porque se encargan de publicitarla de una u otra forma.
Si bien es cierto que no todos los futbolistas más famosos cumplen con este retrato robot, es habitual que la mayoría de disparos se den en la mayoría. Lo que no es tan habitual es no cumplir ninguna, como ocurre con Rodri, que esta semana se ha visto inmerso de forma colateral en la polémica generada por el delantero del Real Madrid Vinícius Jr. después de plantar la gala del Balón de Oro al saber que el trofeo no sería para él. Aunque los más fans del fútbol conocían a Rodri por sus éxitos sobre el césped, el importante premio que ha recibido ha hecho que su nombre llegue a público que habitualmente sólo conoce a los futbolistas por cuestiones de fuera del campo como los anuncios que protagonizan o por polémicas que hayan protagonizado en las redes ellos mismos o sus parejas. Pero en este caso, sobre Rodri, la información personal del futbolista estaba not found porque su vida personal para los periodistas es casi un misterio.
Graduado (e hijo y nieto de graduados)
Menos mal que, para alimentar a los medios generalistas que de repente tuvieron que informar sobre el futbolista, hubo un discurso tierno y sentido que dio algunas pistas sobre la vida privada de este profesional del fútbol que tan poco se parece a un futbolista. Su novia, llamada Laura Iglesias y que le miraba emocionada desde la platea del teatro Chatelet de París, fue la primera persona en recibir un agradecimiento del futbolista, quien recordó que justamente el día que recogía el premio la pareja hacía ocho años . Poco más se sabe sobre la relación del futbolista, de 28 años, y su novia, que es médico y en Instagram tiene una cuenta privada. Rodri y ella se conocieron cuando él tenía 20 años y estudiaba en la Universidad Jaume I de Castellón porque compartían residencia estudiantil. Pese a que tanto ella como él han tenido carreras profesionales exitosas que les han llevado a tener que separarse en algunos momentos, la relación se ha mantenido de pie sin que hiciera falta que se cumpliera el tópico de la mujer de futbolista que le sigue a en todas partes olvidando su propia carrera.
De hecho, es bastante posible que el futbolista entienda bien lo que supone tener una carrera profesional basada en estudios universitarios. Dejando a un lado que él también tiene –en la UJI estudió administración y dirección de empresas–, el hecho de que en su familia haya personas con formación superior seguramente ayuda a que sea consciente del esfuerzo que cuesta salir- en el mercado laboral por esta vía. A diferencia de tantos otros compañeros suyos, Rodri proviene de una familia en la que tanto su padre como su madre tienen trabajos calificados. Él es ingeniero y ella es directora de marketing. El matrimonio, que ha criado al futbolista en Madrid, provenía de León, donde el abuelo de Rodri ejercía como médico. Como él, sus dos hermanos pequeños también han pasado por la universidad, uno becado en Estados Unidos y otro en Manchester.
Con un Opel Corsa
Quizás la formación financiera que recibió mientras estudiaba en Castellón y jugaba en el Villarreal –pero que acabó con esfuerzo cuando ya jugaba en el Manchester con clases virtuales y exámenes presenciales– es lo que ha contribuido a que Rodri, pese a lo entorno económico tan potente en el que se mueve, sea una persona austera que podría pasar desapercibida en cualquier contexto. En este sentido, explicó en una entrevista que estaba muy satisfecho de ser una persona modesta en los gastos y que se sentía muy feliz de conducir a un Opel Corsa. De hecho, en aquella ocasión explicaba también que su austeridad le había comportado algunas bromitas en el vestuario del City por parte de sus compañeros de equipo, mucho más derrochadores que él.
Rodri tampoco tiene redes sociales, algo inimaginable en la actualidad, en la que son un altavoz potentísimo para las personas que tienen una faceta pública, ya que a través de las redes pueden promover una imagen que les puede interesarle por cuestiones relativas a su trabajo principal o para negocios que quieran desarrollar en paralelo. Sin embargo, es evidente que Rodri no tiene esta ambición ni tampoco ganas de enfrentarse al nivel de exposición que las redes suponen. De hecho, habló sobre esta cuestión con periodistas y dejó claro que no le hacen ninguna falta: "Nunca me han gustado las redes sociales y nunca he sentido la necesidad de tenerlas. Crecí sin ella. Es un hábito que no he tenido. Pero no tengo nada en contra".
A juzgar por su marcada personalidad, forjada a la contra de toda la inercia de su contexto, resulta fácil pensar que el futbolista ya no cambiará. Se ve que tiene muy claro quién es y que no quiere simular ser otra cosa para acabar de exprimir el limón del oficio al que tiene la suerte de dedicarse. De hecho, él mismo lo ha dejado claro en alguna ocasión cuando ha dicho "la fama no me llena" o "no me gusta ser extravagante". Es una suerte que toda la proyección mediática del galardón que ha recibido recaiga en una figura como la de él, con unos valores asociados tan positivos y tan distintos al resto. Con tanta gente tan joven que idolatra a los profesionales del fútbol, alguien que diga que se pueden hacer las mismas cosas que el resto, pero siguiendo una vía propia, alineada con principios propios, es muy valioso para los niños y los adolescentes. Tanto si quieren ser futbolistas, como si no.