La ruta en bici

Un desayuno de tenedor con vistas al Pasteral: ruta en bici por la Selva interior

Saliendo de Girona descubrimos el puente viejo de Sant Julià de Llor, que una riada rompió e hizo desviar el curso del Ter

El puente viejo de Sant Julià de Llor, en la Selva.
3 min

Hay muchas excusas para salir a pedalear. Y seguro que no sois pocos los que, cuando piensa donde quiere ir, busque que haya un buen lugar para parar y coger fuerzas antes de volver. La ruta de esta semana bebe de la de la anterior: volvemos a guarecernos junto al Ter y lo remontamos desde Girona, pero esta vez alargamos el recorrido pasando por el puente viejo de Sant Julià de Llor hasta el Pasteral, al límite de la Selva interior, junto a Amer. Allí nos esperan dos propuestas de desayuno de tenedor: el bar La Parada, con una terraza con vistas a la presa, y el restaurante de toda la vida de Can Quer, donde todavía cuecen la carne a la brasa en la misma sala donde sirven el menú del día.

Llegar es fácil saliendo de Girona, y por el camino nos encontraremos con una de las joyas más desconocidas de la Selva: el puente viejo de Sant Julià de Llor, una de las mejores muestras del gótico civil tardío catalán, que fue destruido en una riada del Ter en el siglo XVIII pero actualmente está en perfecto estado de conservación. Ahora bien, es un patrimonio histórico que no sirve, más allá de crear un entorno bucólico: no lleva a ninguna parte ni pasa agua por debajo. La riada que le partió desvió el curso del Ter a la zona y la obra dejó de tener servicio.

La presa del Pasteral, con el bar-restaurante La Parada al lado, donde hacen desayunos de tenedor.

Si bien en la anterior ruta rápida y fácil hasta Vilanna siguiendo las playas del Ter le proponía coger primero el carrilet por las huertas de Santa Eugenia y Salt y Bescanó, en este caso la ida la haremos por llano de Domeny y Sant Gregori en dirección a Bonmatí. El camino siempre se ve diferente si se hace de ida o vuelta, no encuentra?

En este caso, una vez termine la pista junto al Ter, seguiremos por la carretera en dirección primero a Constantins, un pueblecito precioso a la sombra de dehesas y huertos fértiles; hay el puente. Hay que seguir por la carretera y evitar desviarse en dirección al nuevo puente que atraviesa el Ter en dirección al Inglés para llegar al pintoresco vecindario del siglo XVII y XVIII que todavía se conserva a las puertas del puente.

Cruzando el río Brugent a la altura del Pasteral, justo antes de la confluencia con el Ter.

Paso a pie por el Brugent: el único punto complicado

Pero antes atravesaremos otro río a pie: el Brugent, justo antes de la confluencia que forma antes de desembocar en el Ter. Es la parte más complicada de la ruta, aunque se puede salvar fácilmente en tiempo estival, cuando llueve poco. Saliendo del puente viejo de Sant Julià de Llor el camino sube junto a unas masías antiguas hasta encontrar una granja en obras. Será cuando tocará bajar a la izquierda por un camino que en verano puede tener bastante hierba. Unas viñas limpias junto a una dehesa nos dirán que vamos por el buen camino y tocará tomar el sendero de la derecha hasta llegar a cruzar el Brugent. Para atravesarlo, subimos la bici a hombros y saltamos de piedra en piedra hasta el otro lado del cauce.

En un santiamén ya estaremos en el Pasteral, listo para tomar un bocado. Muy cerca está la cueva con uno de los yacimientos prehistóricos más antiguos de Cataluña, donde se han descubierto objetos y esqueletos del neolítico.

El camino de regreso no tiene ninguna pérdida, siguiendo todo el carrilet. Da gusto pasarlo los días de mercado en la Cellera de Ter o Inglés, cuando ves tantos vecinos utilizando la vía verde como si de una rambla se tratara. Llegados a Inglés, a raíz de la nueva variante, hay que realizar algunas curvas por un nuevo carril bici que tiene poco en cuenta la movilidad en bici. ¡Vigile con las puertas gigantes de madera que han puesto para evitar que entren coches!

El camino termina por Bescanó en la zona de la Pilastra, donde, si tiene tiempo, también es genial hacer un buen descanso (no se sorprenda si se encuentra gente bañándose en el Ter, a pesar de estar prohibido), y volviendo por las huertas de Salt y Santa Eugenia hasta Girona.

Una ruta apta para realizar cualquier día del año. Si ha llovido bastante, evite el paso del Brugent junto al Pasteral y siga el camino hasta Amer. Tiene una bonita entrada por los huertos y es una buena excusa para descubrir el patrimonio más que milenario que tiene el pueblo: con el monasterio fundado por los benedictinos en el siglo IX. Y también puede probar una de las especialidades de la Pastelería Puigdemont: los caprichos de Amer.

Powered by Wikiloc

Consulta más rutas en bicicleta:

stats