Los talibanes cortan internet y aíslan a Afganistán del mundo
Todos los vuelos del aeropuerto de Kabul quedan cancelados
BarcelonaSu último whatsapp es de lunes a las 13:43 h. Tres cuartos de hora más tarde, le contesté yo, pero mi mensaje ya no le llegó. Sin embargo, no me extrañó. Pensé que probablemente la batería del móvil se le habría agotado y que, como los cortes del suministro eléctrico son constantes en Kabul y en el resto de Afganistán, no pudo recargarla. Sin embargo, este martes por la mañana mi colega afgana seguía sin responder y eso ya hizo que tuviera la mosca detrás de la oreja. Intenté llamarle por teléfono, pero no había línea.
Desde el lunes por la tarde, el servicio de internet ha quedado totalmente bloqueado en Afganistán y tampoco hay línea telefónica. El país está completamente incomunicado y aislado del mundo, hasta el punto de que las propias agencias de Naciones Unidas que trabajan sobre el terreno no pueden contactar con su personal, y todos los vuelos del aeropuerto de Kabul han quedado cancelados.
"Han pasado 24 horas desde que Afganistán impuso un apagón nacional de internet, aislando a sus habitantes del resto del mundo. La medida supone el regreso de los talibanes a los valores conservadores que defendieron hace un cuarto de siglo, y que limitan las libertades básicas", advertía este martes de NetBlock.
Los talibanes no han reconocido que ellos sean los responsables de este apagón general, pero hace tan sólo dos semanas ya prohibieron el acceso a internet por fibra óptica en varias provincias del país, como Balkh, Badakhshan, Takhar, Kandahar, Helmand y Nangarhar. Entonces argumentaron "razones morales". Según ellos, internet es una fuente de perdición que va en contra del islam que profesan.
El bloqueo de internet amordaza aún más a la población en un país donde está prohibido manifestarse y la censura de la prensa es generalizada, y del que es inviable huir porque conseguir un visado actualmente es misión imposible. Y también cierra la única ventana que quedaba abierta para que las mujeres afganas pudieran estudiar, después de que los talibanes las expulsaran de los institutos y universidades.
El apagón comunicativo también ha generado todo tipo de teorías. Por ejemplo, que es la respuesta de los talibanes a las amenazas de Donald Trump, que el pasado 20 de septiembre advirtió de que "pasarán cosas malas" en Afganistán si los talibanes no devuelven a Estados Unidos la base aérea de Bagram, una instalación militar situada unos 60 kilómetros al norte de Kabul y que las tropas van a las tropas. Sea como fuere, el bloqueo digital pone en evidencia que los talibanes actuales no son como los del régimen anterior. Sus principales aliados son ahora China, Irán y Rusia, que en la disrupción de las comunicaciones son expertos.
El coordinador de los proyectos humanitarios de la ONU en Afganistán, Indrika Ratwatte, ha declarado este martes que exigirá a los talibanes que al menos vuelvan la conexión a internet en Naciones Unidas. Esto si consigue contactar con ellos. Una prueba más de que, nos guste o no, los talibanes tienen la sartén por el mango.