Mercenarios rumanos se rinden a los rebeldes del M23 en la República Democrática del Congo
Los soldados europeos estaban a sueldo de Kinshasa y han tenido que ser evacuados después de la caída de Goma en manos de los rebeldes
UagadugúEn la foto de perfil de WhatsApp se ve a una persona con los pulgares dentro de los bolsillos de los vaqueros. En la muñeca izquierda, un reloj analógico con brújula. Lleva una chaqueta de entretiempo de color caqui. La camiseta es de color azul marino, y aunque queda cortado, se ve el escudo de la Rumanía Asociatia RALF, la empresa de seguridad privada que es propiedad de este militar veterano rumano, llamado Horativo Potra. En la imagen, se ve un bosque al fondo con una cascada artificial producto de una tubería a medias y unos abetos frondosos más típicos del clima rumano que de la selva tropical congoleña, dos territorios que Potra conoce muy bien.
Desde que la milicia M23 ocupó la ciudad de Goma, capital de la región de Kivu del Norte, en el este de la República Democrática del Congo, han salido a la luz imágenes de mercenarios rumanos a sueldo de Kinshasa huyendo del Congo a través de la ciudad ruandesa de Gisenyi, a muy pocos kilómetros de Goma. Según ha publicado el ministerio de Defensa ruandés en la plataforma X, los mercenarios rumanos que han depuesto las armas después de que los rebeldes ocuparan la ciudad congoleña "están siendo evacuados con autobuses hasta Kigali [capital de Ruanda]", desde donde los evacuarán hasta Bucarest, capital de Rumanía. El ministerio de Asuntos Exteriores rumano ha hecho público que estaban trabajando en la evacuación de "ciudadanos rumanos contratados por el gobierno congoleño para una misión de entrenamiento militar".
"288 mercenarios quedaron atrapados en Goma tras la llegada de la milicia M23, y el ministerio de Exteriores rumano negoció que pudieran escapar y salir del país atravesando la frontera hacia Ruanda", explica el periodista rumano de TVRInfo Adelin Petrisor, que en noviembre viajó a Goma para explicar qué hacían 300 rumanos en el Congo. "Un 10% de los militares rumanos son instructores, el resto se ocupan de la logística o están ubicados en puntos estratégicos de la ciudad", afirma Petrisor en un reportaje publicado en septiembre del 2024. Al ver que la milicia había avanzado hasta Goma , los mercenarios se dirigieron a la base militar de las Naciones Unidas para rendirse y buscar refugio. Pero allí temían por su vida. Por eso empezaron las negociaciones con Ruanda para poder evacuarlas con seguridad.
Potra es el líder de la empresa de mercenarios Congo Protection, situada en Goma, y un exmilitar formado en la Legión Francesa, una unidad del ejército francés creada para que los extranjeros puedan servir y formarse en París. Potra también había servido en otros países africanos y hace veinte años lideró al equipo de seguridad presidencial en la República Centroafricana. A simple vista, afirma, estas prácticas recuerdan a las del grupo de mercenarios rusos Wagner –actual Africa Corps–, pero asegura en una entrevista en el medio rumano TVRinfo que nunca ha tenido relación alguna.
Según ha hecho público la BBC, los mercenarios rumanos tenían contratos de entre 3.000 y 5.000 dólares al mes, mientras que el salario de los soldados del ejército congoleño es de 100 dólares y en algunos casos ni se les paga. El propio medio británico afirma que estaban contratados para "luchar junto al ejército congoleño contra los rebeldes del M23", a quien Ruanda apoya logístico y financiero.
Un militar controvertido con posturas pro-rusas
Contactamos Potra por mensaje, pero no responde. En su estado de WhatsApp se puede leer "Leguinea straina", que es como se llama en rumano la Legión Extranjera francesa. "Potra es una figura muy controvertida en Rumanía", explica al ARA el periodista Adelin Petrisor. En diciembre del 2024 fue detenido en Bucarest por llevar armas dentro del coche. Hasta el momento tenía el apoyo en materia de seguridad del candidato de extrema derecha rumano Calin Georgescu, con quien comparten una postura pública pro-rusa, así como la voluntad de que la OTAN no envíe más armas a Ucrania.
Según un informe del Grupo de Expertos sobre el Congo presentado en el Consejo de Seguridad de la ONU, el gobierno de Félix Tshisekedi firmó el contrato con la empresa Congo Protection en 2022. El instructor Horativo Potra ha sido l encargado de trasladar hasta un total de 1.000 mercenarios a Goma, pero no es la única empresa occidental que opera en el país africano. Los mismos expertos relatan que cinco meses antes el ejecutivo de Kinshasa firmó un acuerdo con la compañía Agemira RDC, con sede en Bulgaria y propiedad del empresario francocongolés Olivier Bazin. El informe responsabiliza a la empresa de apoyar al ejército congoleño en esta guerra, que se intensificó en el 2024 y que se encuentra en un momento de máxima tensión entre Congo y Ruanda en una zona de grandes reservas minerales.
Alerta humanitaria en Goma
Desde que la milicia M23 tomara Goma hace una semana, han muerto más de 700 personas, según cifras publicadas este fin de semana por la ONU. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado de que peligra el suministro de alimentos a la ciudad de Goma y que, debido al cierre del aeropuerto, ahora controlado por los rebeldes del M23 con el apoyo de Ruanda, s está obstaculizando la entrada de ayuda humanitaria.
Marta Torrent, coordinadora general de Médicos Sin Fronteras en Kivu del Norte, explica que el viernes 31 de enero pudieron reencontrarse –tras una semana encerrados en casa y en medio de los enfrentamientos– con algunos compañeros de trabajo. Entre abrazos, tuvieron también noticias de "la muerte de un compañero de los equipos de emergencia", explica Torrent en un mensaje de voz de WhatsApp desde Goma.
La ONU ha alertado también de que hay familias que intentan huir en medio del fuego cruzado a través del lago Kivu (que mide 89 kilómetros de largo) y advierte que los hospitales de Goma y Bukavu, la segunda ciudad más importante de la región, están saturados con más de 3.000 heridos, la mayoría con heridas de bala.