Elecciones en El Salvador

Bukele aspira a arrasar en las elecciones de El Salvador burlando la Constitución

El actual presidente se ha ganado el apoyo de más del 80% de la población con su lucha contra los pandilleros

Asier Vera Santamaría
4 min
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Decenas de militares fuertemente armados han sido desplegados en las calles de El Salvador con motivo de las elecciones de este domingo, en las que Nayib Bukele aspira a un segundo mandato burlando la Constitución. El Ejército y la Policía han sido los dos pilares en los que se ha apoyado en su particular guerra contra las pandillas, para lo cual el Congreso aprobó en marzo de 2022 un régimen de excepción que se ha ido prorrogando mensualmente recortando las libertades de la población. Su política de seguridad se ha traducido en 75.000 detenciones y, pese a que organismos nacionales e internacionales han denunciado violaciones a los derechos humanos, Bukele ha continuado inalterable con su política de seguridad. Desde que llegó al poder en 2019, prometió que su objetivo era acabar con las pandillas que han causado miles de muertos en los últimos 30 años. Para ello, puso en marcha el Plan de Control Territorial, mediante el cual llegó a cercar ciudades enteras con miles de militares y policías en busca de pandilleros. Asimismo, en sus redes sociales publicó vídeos de las cárceles de El Salvador, donde los miembros de estas bandas criminales eran expuestos semidesnudos y tumbados en el suelo, mientras se jactaba de que hubo días con cero homicidios convirtiendo el país en el “más seguro de Latinoamérica”.

En este contexto, todas las encuestas apuntan a que Bukele arrasará en las elecciones y no será necesaria ni siquiera una segunda vuelta, dado que los candidatos de la oposición apenas suman entre todos un 12,2 por ciento de intención de voto, frente al 81,9 por ciento de Bukele. Tras él, quien está mejor posicionado es el candidato del partido de izquierdas Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel El Chino Flores, aunque con apenas un 4,2 por ciento de apoyo, según el sondeo de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas publicado el pasado 18 de enero. Esta formación, que nació de la guerrilla salvadoreña, se ha ido desinflando con los años, sobre todo por los casos de corrupción que afectaron a los presidentes que tuvo FMLN, Mauricio Funes (2009-2014) y Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), quienes se encuentran asilados en Nicaragua para huir de la justicia.

El candidato del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Joel Sánchez, también tiene nulas posibilidades de hacerse con la Presidencia del país, al acaparar una intención de voto del 3,4 por ciento. Arena también fue arrastrado por los problemas de corrupción de quien fuera el último presidente de ese partido en El Salvador, Antonio Saca (2004-2009), quien se encuentra preso tras ser condenado en 2018 a 10 años de cárcel por el desvío y lavado de más de 300 millones de dólares de las arcas públicas.

El fin del bipartidismo

Precisamente, FMLN y Arena se habían alternado el poder en El Salvador desde 1989 hasta junio de 2019, si bien la victoria de Bukele ese año a través del partido conservador Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) consiguió romper por primera vez el bipartidismo, tras lograr cerca del 54 por ciento de los votos.

El resto de candidatos en la contienda electoral logrará un apoyo residual, según el citado sondeo: Luis Parada (Nuestro Tiempo), con un 2,5 por ciento, mientras que José Renderos (Fuerza Solidaria) y Marina Murillo (Fraternidad Patriótica Salvadoreña) acapararán un 1,1 y un 1 por ciento de los votos, respectivamente. Las proyecciones también apuntan a una clara victoria del partido de Bukele, Nuevas Ideas, en las elecciones del Congreso al aglutinar 57 de los 60 escaños logrando así el control absoluto de la Asamblea Legislativa, donde hay 11 formaciones que aspiran a lograr un escaño.

Pese a su más que previsible victoria, Bukele advierte en la red social X (antes Twitter) que, si Nuevas Ideas logra tan solo un diputado menos, “perderíamos esa mayoría calificada y pondríamos en riesgo la guerra contra las pandillas”. En este sentido, avisa de que la oposición “podrá lograr su verdadero y único plan: liberar a los pandilleros para regresar al poder”.

La Constitución impide la reelección

Bukele tuvo que dejar la presidencia para aspirar a la reelección, por lo que la Asamblea Legislativa le otorgó una licencia de seis meses el pasado 30 de noviembre. Ese mismo mes, el Tribunal Supremo Electoral acordó la fórmula presidencial del partido Nuevas Ideas, a pesar de que el artículo 154 de la Constitución fija la duración del periodo presidencial en cinco años “sin que la persona que haya ejercido la presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más”. Otro artículo que impide un segundo mandato es el 152, que establece que “no podrán ser candidatos de la República el que haya desempeñado la presidencia por más de seis meses consecutivos o no, durante el periodo anterior o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial”. Ello no evitó que siguiera con su hoja de ruta, después de que la Sala de lo Constitucional emitiera el 3 de septiembre de 2021 una resolución en la que dio luz verde para que “una persona que ejerza la presidencia de la República y no haya sido presidente en el periodo inmediato anterior participe en la contienda electoral para una segunda ocasión”. De esta manera, Bukele llegó para quedarse al contar con el apoyo mayoritario de la población y ante una oposición muy debilitada que hace cinco años perdió el control del país.

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