Argentina

¿Por qué gana Milei? Las claves para entender la victoria a mitad de mandato en Argentina

La contención de la inflación, una percepción de orden en la vida pública, y el peronismo en crisis explican el amplio apoyo con el que Milei encara la segunda mitad del mandato

Periódicos argentinos que este lunes informaban de la victoria electoral del partido de Javier Milei.
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Buenos AiresLa paliza electoral que dio Javier MIlei en las últimas elecciones legislativas en Argentina, el pasado domingo 26 de octubre, dejó a todo el mundo sorprendido, incluído al propio Milei y su gabinete. Las encuestas no habían pronosticado un 40% del apoyo a nivel nacional y una victoria en 16 de los 24 distritos, que permitirán a La Libertad Avanza sumar más de 60 escaños en la Cámara de Diputados y triplicar su representación en el Senado. Esto implica un cambio de paradigma de cara a la segunda mitad de mandato del gobierno de Milei, ya que durante la primera, el poder legislativo ha sido su talón de Aquiles: la mayoría peronista, con el apoyo puntual de otras fuerzas políticas, ha podido bloquear numerosas iniciativas legislativas, que Milei ha ido sorteando con decretos o vetos presidenciales, llegando a ser cuestionado por falta de institucionalidad y de carácter democrático. Tras la victoria del domingo, Milei afronta los próximos dos años de una manera bien distinta: con más gobernabilidad en las instituciones y con una legitimidad social reforzada.

Pero, ¿por qué los argentinos siguen apostando, en su mayoría, por un líder que empuña una motosierra? ¿Por un “loco” que grita, insulta y desprecia a sus rivales? ¿Por qué la gente vota por un programa de gobierno que tiene por bandera la destrucción del estado, que se materializa en la reducción drástica de la inversión en servicios públicos que son necesarios para las mayorías sociales? Y, también, ¿por qué los argentinos no han castigado con su voto la corrupción que ya se ha puesto de manifiesto en la administración Milei?

Aparte de una tendencia global hacia los populismos de derecha y los autoritarismos, hay algunos factores a considerar en la realidad particular argentina, empezando por lo que el politólogo Juan Negri, en conversación con el ARA, llama "activos" que el gobierno tiene para avalar su gestión hasta ahora: en primer lugar, una reducción de la inflación –del 250% interanual en diciembre de 2023 a cerca de un 30% pronosticado para finales de este año–; en segundo lugar, una reducción de la pobreza –21 puntos menos entre el primer semestre de 2025 y el mismo período de 2024– y, finalmente, una percepción de "cierto orden" en la vida pública: menos cortes de calles por manifestaciones y menos inseguridad.

"Es cierto que la actividad económica no va bien, el consumo está por el suelo, los sueldos bajísimos y la gente no llega a fin de mes –reconoce Negri–, pero también es cierto el gobierno ha cumplido con su principal promesa, que era bajar la inflación". Y cumplir con lo prometido en campaña es un valor positivo para el votante, como para Joaquín, de 72 años: "Es el único político que he conocido en mi vida que ha hecho lo que decía que haría", dice al ARA. "¿Es complicada, la situación? Sí, no te lo negaré, lo estamos pasando mal. Pero él ya lo dijo, que sería difícil, y que después saldríamos adelante", defiende. "Además, nunca habíamos visto una relación tan buena de nuestro país con Estados Unidos, que no deja de ser la primera potencia mundial", añade.

Según varios analistas, el apoyo explícito de Donald Trump en el tramo final de la campaña de Milei supuso un impulso definitivo hacia la victoria: "Trump le permitió comprar tiempo para llegar a las elecciones sin grandes turbulencias financieras, y le otorgó una imagen de robustez", dice al ARA el sociólogo Gabriel Vommaro. "Alargó la oportunidad que le estaba dando la sociedad, a la que Milei pide tiempo y paciencia", asegura.

El peronismo, desconcertado

Sin embargo, sin duda, el factor más determinante para explicar el amplio apoyo que ha recibido Milei a mitad de su mandato es una falta de alternativas políticas: el peronismo, que ha sido la opción política hegemónica en Argentina desde la década de 1940, atraviesa una grave crisis de credibilidad. "Hay un muy mal recuerdo del gobierno de Alberto Fernández, y los "buenos viejos tiempos" de los Kirchner [2003-2015] ya quedan muy lejos en la memoria de la gente", dice Vommaro.

Además, la líder del movimiento, Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra en prisión domiciliaria condenada por corrupción, y el nombramiento de una nueva cara visible está siendo trabado por divisiones internas del partido, que acaban tomando mayor protagonismo que la propia propuesta política. "Creo que están perdidos y que no están dimensionando la crisis de vínculo que existe entre el partido y la sociedad", dice el experto. La idea de "no volver atrás" en el votante a menudo es un aliciente más fuerte que la pasión por Milei: Marta, de 55 años, lo resume así al ARA: "Milei no representa ni un 50% de lo que espero, pero el kirchnerismo es el 100% de lo que no quiero".

Por último, en el análisis del comportamiento electoral, hay que prestar atención a la desilusión y el desinterés que han marcado estas elecciones legislativas, en las que se ha registrado un 34% de absentismo, "un mayor porcentaje del que obtuvo Frente Patria, la principal coalición peronista (31,7%), en un país donde el voto es obligatorio", apunta al ARA Belén Amadeo, politóloga.

Sobre qué Milei podemos esperar ver de cara a la segunda mitad del mandato, la experta dice que "probablemente le veremos más tranquilo y menos enojado, sabiendo que tendrá apoyo en el Congreso". Por ahora, Milei ha tendido la mano a los gobernadores provinciales, con los que hasta ahora ha mantenido una relación tensa por el recorte de recursos en las provincias. Y se marca como prioridad llevar a cabo tres reformas: la ampliación de la jornada laboral a un máximo de 12 horas; establecer la edad de jubilación a los 70 años y privatizar las pensiones; y una reducción de los impuestos.

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