Té con leche contra China

Desde Birmania hasta Hong Kong, un movimiento en las redes sociales une la lucha democrática en Asia

Un manifestante hace un saludo de tres dedos ante una fila de policías antidisturbios que sostienen rosas que los manifestantes los han dado en Rangún, Birmania

PekínLos jóvenes birmanos que luchan contra el golpe de estado militar han sido los últimos en sumarse a un movimiento panasiático en defensa de la democracia surgido en Internet: la Alianza del Té con Leche. Con la etiqueta #MilkTeaAlliance cuelgan en Twitter vídeos de las manifestaciones en Birmania, denuncias de detenciones o desapariciones, convocatorias de concentraciones, sentencias contra activistas y muchos mensajes de solidaridad. Las redes sociales se han consolidado como una gran herramienta de lucha para la juventud que protesta en Hong Kong, Tailandia, Taiwán, Malasia y, ahora también, en Birmania. Con esta etiqueta, que surgió ya hace un año, comparten información, consejos y crean comunidad, en un movimiento que agrupa movilizaciones diversas pero que tiene como objetivo común la defensa de la libertad y la democracia.

Las multitudinarias manifestaciones de Hong Kong en 2019, lideradas por estudiantes para exigir más democracia y denunciar las injerencias de Pekín, se vieron reflejadas en cierto modo en las protestas estudiantiles contra el gobierno tailandés de 2020. Y desde febrero, el golpe de estado en Birmania ha hecho salir a las calles toda una generación que reclama la consolidación de la democracia y parece no tener miedo de la represión, que ya ha matado al menos a 810 manifestantes. La protesta en Birmania enseguida imitó la señal de los tres dedos levantados de las protestas antimonarquía de Tailandia, que lo habían cogido prestado, de hecho, de la película Los juegos del hambre. A su vez, se sumaban al movimiento online del #MilkTeaAlliance.

La Alianza del Té con Leche muestra el poder de las redes sociales entre los jóvenes y el gran potencial de internet como herramienta de conexión y de lucha social para las sociedades con regímenes autoritarios. La represión en Birmania, la violencia policial en Hong Kong o el colapso de los hospitales en Wuhan, a principios de la pandemia de covid-19, se habrían silenciado sin las redes sociales, que permiten hacer una retransmisión en directo. Los gobiernos son conscientes de este poder y en Birmania el régimen militar ha intentado controlar el acceso a internet, además de prohibir varias redes sociales. En China llevan años de adelanto y la conocida popularmente como “Gran Muralla de internet” evita el acceso a contenidos que el gobierno considera peligrosos y prohíbe servicios o aplicaciones occidentales como Google, Facebook, WhatsApp, Twitter, Gmail...

El abril pasado, cuando se cumplía un año de la aparición del movimiento, Twitter le dedicaba un emoji especial como homenaje: es una taza de té con una pajita sobre un fondo con tres tonos de marrón que representan los diferentes tipos de té con leche que se consumen en la región. El emoji aparece de manera automática al escribir la etiqueta #MilkTeaAlliance en inglés, tailandés, birmano, chino y coreano.

La plataforma afirma que en el último año se han visto más de 11 millones de tuits con esta etiqueta. El nuevo emoji pretende reconocer el movimiento prodemocracia y ponerlo al mismo nivel que el #MeToo, para denunciar los abusos contra las mujeres, o el #BlackLivesMatter, que originariamente denunciaba la violencia policial contra los afroamericanos.

Origen antichino

El nombre de Milk Tea Alliance surgió de manera casual en abril de 2020 a raíz de un enfrentamiento entre internautas. Los tuits de un actor tailandés, conocido popularmente con el nombre de Bright, y de su pareja modelo que hacían referencia a Hong Kong y Taiwán como países independientes fueron ferozmente contestados por nacionalistas chinos. El episodio desencadenó un duro enfrentamiento entre los fans de los actores y los patriotas chinos, que hicieron un llamamiento al boicot de las dos estrellas. De los comentarios, memes y bromas se pasó a los insultos y amenazas, que dieron lugar a un movimiento contra el autoritarismo chino.

El nombre que se adopta viene de un rasgo común entre China y el resto de países de la región, para los cuales el té con leche es entendido como un elemento de reconocimiento común. No se consume en China, donde se toma solo, pero sí en otros países del sudeste asiático que han estado en contacto con Occidente y sus ideas.

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