¿Hacia un nuevo orden global?

Los BRICS se encuentran en Suráfrica con el reto de una ampliación que haga de contrapoder político al G-7

China encuentra con Sudáfrica puntos en común para expandir el bloque, mientras que la India y el Brasil discrepan del peso que tomaría Pekín entre los emergentes

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Xi Jinping y Cyril Ramaphosa en la cumbre de los Brics

LondresEl nuevo orden mundial, o el intento de crearlo, o al menos de oponerse al tradicional surgido de la Segunda Guerra Mundial y de la caída del Muro de Berlín que capitanean Estados Unidos, se da cita en Suráfrica esta semana. La llegada a Johannesburgo en las últimas horas del lunes y en las primeras del martes del presidente chino, Xi Jinping, del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov –como representante del ausente Vladímir Putin para evitar una posible detención en virtud de la orden internacional de arresto emitido en marzo por el Tribunal de La Haya–, y del primer ministro de la India, Narendra Modi, ha marcado el pistoletazo de salida de la decimoquinta cumbre de los BRICS.

Un grupo que, según la declaración del presidente Xi en la sesión de apertura, leída por su ministro de Comercio, Wang Wentao, "está cambiando fundamentalmente el panorama" del orden político global, y también del comercio, "con el auge colectivo de los mercados emergentes y de los países en desarrollo representados por los BRICS". Citando a un filósofo chino, Xi ha asegurado que "los cambios son la naturaleza propia del universo", una manera de decir que la multipolaridad a la que Pekín aspira con este foro es imparable. Por eso, uno de los puntos de la agenda de Xi durante el encuentro es una ampliación del bloque que permita sumar aliados que se opongan a su gran competidor, Estados Unidos.

Así, en su discurso, el presidente chino no ha ahorrado críticas en Washington, cuando ha afirmado: "Debemos mantenernos comprometidos con los intercambios entre civilizaciones. La civilización humana es coloreada por naturaleza. Es precisamente debido a las diferencias en los sistemas culturales de la historia que todos los países necesitan interactuar entre ellos. Por este motivo, crear deliberadamente divisiones fundamentadas entre democracia versus autoritarismo o entre el liberalismo versus la autocracia únicamente puede dividir el mundo y enfrentar las civilizaciones".

Los miembros de las cinco economías emergentes más importantes debatirán hasta el jueves la ampliación, qué rumbo deben tomar en relación con Occidente y si sacan adelante la idea de Lula de establecer una moneda común distinta al dólar para negociar entre ellos. Una forma de rechazar lo que en su discurso, también durante la sesión de apertura, el presidente brasileño ha llamado "sistema colonial". En este sentido, el banco creado por este grupo de países en 2013, el New Development Bank (NDB), prevé empezar a conceder préstamos en monedas sudafricanas y brasileñas como parte de un plan para reducir la dependencia del dólar y promover un sistema financiero "internacional más multipolar", según la presidenta de la institución, Dilma Rouseff. La entidad, con sede en Shanghái, está considerando solicitudes de adhesión de unos 15 países y, en palabras de Rouseff, probablemente aprobaría admitir cuatro o cinco. El NDB espera prestar entre 8.000 y 10.000 millones de dólares este año y el objetivo es llegar alrededor del 30% de todos los créditos en monedas locales. La cumbre también cuenta con 69 países invitados, por decisión expresa del anfitrión. Entre otros, todos los del continente africano.

"Opiniones similares"

Sobre la expansión, y con independencia de la declaración inicial, tras una primera reunión bilateral, Xi Jinping y el anfitrión, el sudafricano Cyril Ramaphosa, han expresado que han encontrado puntos en común. Ramaphosa ha asegurado que "Sudáfrica y China tienen opiniones similares" al respecto, mientras que Xi ha recordado: "Debemos reforzar la cooperación estratégica y promover la representación de los países del Sur Global".

China de Xi, que atraviesa horas delicadas por el estancamiento de su economía, presiona, pues, para que los BRICS desafíen abiertamente la dominación geopolítica del G-7 (el grupo de países más industrializados: Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón e Italia), mientras que la India considera que el foro debe seguir manteniéndose como una organización no alineada que sirva, básicamente, los intereses económicos y comerciales de sus integrantes. Además, Modi se muestra escéptico ante una ampliación demasiado a la ligera y demasiado rápida, que podría fortalecer la influencia china sobre el mundo en desarrollo, así como la rusa, y diluir la de su país. De igual parecer es Lula da Silva, si bien tiene sus propios candidatos.

Oficialmente, hasta veintitrés países, entre otros Arabia Saudí, la citada Argentina, Indonesia, Nigeria o Egipto, han pedido la adhesión a los BRICS. Si finalmente se produjera alguna, sería la primera desde que en 2010 Suráfrica se incorporó. Es relevante, en este punto, la visita del presidente de Indonesia, Joko Widodo, que hace su primer desplazamiento al continente africano.

Aparte de los países mencionados, China también querría incorporar a Irán. Y Brasil considera hacer lo mismo con Venezuela. La posible –pero de momento poco probable– incorporación del régimen de Nicolás Maduro, más la de Irán –discutida el 17 de agosto entre Putin y el presidente Ebrahim Raisi, según el relato oficial del Kremlin–, o incluso la de Bielorrusia, aliada de Putin, sería vista por Occidente justamente como lo que pretende evitar la India, un desafío al statu quo global actual. En este sentido, Naledi Pandor, ministra de Asuntos Exteriores sudafricana, ha asegurado este mes en diferentes entrevistas con medios de comunicación occidentales que sería "extremadamente erróneo" ver una posible expansión de los BRICS como un movimiento contrario en Estados Unidos o la Unión Europea.

Informaciones de diferentes agencias, familiarizadas con las reuniones de preparación de la cumbre, indican que las discusiones previas se han centrado en generar posibles criterios de admisión para los potenciales nuevos miembros. De acuerdo con la exigencia de Brasil, uno podría ser el requisito de que los participantes se unan al ya citado New Development Bank. Fundado por los BRICS en 2013, en los últimos años se incorporaron Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bangladés.

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