Cerveza, marihuana, el sorteo de un millón de dólares... Mil formas de incentivar la vacunación en los Estados Unidos
El alcalde de Nueva York se come una hamburguesa ante las cámaras para anunciar una oferta de comida rápida para los que se vacunen
BarcelonaSi los estadounidenses tenían recelo a vacunarse contra el covid-19, a buen seguro que encontrarán algún incentivo para hacerlo. Los gobernadores de diferentes estados de todo el país han anunciado jugosas y variadas recompensas para todos aquellos que acepten recibir una dosis de la vacuna. Una de las últimas iniciativas y que más eco tuvo fue el anuncio del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que mientras masticaba una hamburguesa de la famosa cadena de comida rápida Shake Shack anunció que los que se vacunaran recibirían patatas fritas gratis en los establecimientos de la marca y una tarjeta para un menú, también gratuito.
"Necesitamos que todo el mundo se vacune, y sabemos que tenemos que hacer que sea práctico. Por eso, sabemos que lo tenemos que hacer fácil y también que los incentivos ayudan", decía el alcalde entre mordisco y mordisco. No es el primer incentivo que ha ofrecido siguiendo esta premisa: tarjetas regalo de diferentes marcas y establecimientos, dosis a disposición de los extranjeros en las principales atracciones turísticas de la ciudad como por ejemplo Times Square e, incluso, un acuerdo con los Yankees y los Mets para ofrecer vacunas los días de partido y, además, regalar la entrada.
Pero Nueva York no es el único estado que quiere motivar a los ciudadanos a vacunarse con ofertas como estas. El gobernador de Ohio, Mike DeWine, por ejemplo, anunció un sorteo semanal que empezará el miércoles 26 de mayo entre todos los adultos que hayan recibido la primera dosis. El premio para el ganador será de un millón de dólares. También se sorteará una beca de cuatro años en cualquier universidad del estado entre los menores de 17 años vacunados. Detroit también ha decidido apostar por los incentivos económicos: tarjetas regalo de 50 dólares para los que lleven a un residente a vacunarse. La propuesta se llama "buen vecino".
Por su parte, Muriel Bowser, la alcaldesa de Washington DC, ha organizado este viernes una cervezada para los vacunados en el reconocido Kennedy Center: "Vacúnate y consigue una cerveza gratis entre las 16 y las 20 h", dice el anuncio. En la misma línea, en Nueva Jersey, se ha creado el programa Shot and a Beer, en el que con la tarjeta de vacunación se otorgan bebidas gratuitas en cervecerías. También en algunos bares de Nueva Orleans ponen un vasito de licor por dosis.
Otro de los incentivos que ha generado una gran expectación ha sido el de Memphis, que sorteará coches de varios modelos, a escoger, de Chevrolet y Nissan para los residentes que participen aportando sus datos de vacunación completos.
Y en una línea totalmente diferente surgió Joints for Jabs (porros a cambio de vacunas). Activistas de Nueva York ofrecieron un total de 6.000 cigarrillos de maría en largas colas de personas vacunadas tanto en Washington DC como Nueva York, donde ha sido aprobada recientemente la marihuana recreativa.
La situación epidemiológica
La campaña de vacunación en los Estados Unidos es una de las más avanzadas del mundo. Este es el primer país que ha empezado ya la vacunación masiva de adolescentes. Unos 120 millones de personas ya han recibido la pauta completa y están inmunizadas contra el covid-19.
Según una encuesta hecha por la compañía Kaiser Family Foundation (KFF), en enero casi la mitad de todos los estadounidenses querían ponerse la vacuna contra el covid-19 cuanto antes mejor. Un 47% de la población estaba dispuesta a vacunarse mientras que un 31% prefería "esperar hasta que haya pasado un tiempo para ver cómo funciona en los demás". Un 20% mostraba reticencias a vacunarse y, de estos, un 13% se negaba rotundamente a recibir ninguna dosis. La actitud negacionista del expresidente Donald Trump y la gestión de la pandemia eran algunos de los motivos que justificaban estos datos.
Aun así los numerosos incentivos no han sido solo una motivación extra para los que ya estaban convencidos, sino también una manera de que los más reticentes encuentren un beneficio y se decidan a inocularse.