Chile debate reducir la jornada laboral a 40 horas
América Latina es una de las regiones del mundo donde más horas se trabaja al año
Santiago de ChileLa sociedad chilena hace años que discute reducir la jornada laboral de las 45 horas actuales a 40, sin que haya tomado ninguna medida práctica para hacerlo realidad. El gobierno de Gabriel Boric ha decidido reactivar un proyecto de ley en este sentido, que quedó guardado en un cajón del Congreso en 2019. La propuesta establece que la rebaja se hará de manera gradual y en un plazo de cinco años, sin que implique una reducción de sueldo para los trabajadores. “Es un proyecto pro familia y que apunta al buen vivir”, ha dicho el presidente durante la presentación de los adelantos de la iniciativa.
Un estudio de la Fundación Sol, que analiza el mercado laboral chileno, revela que, incluso con la reducción de cinco horas laborales, al menos la mitad de las mujeres seguirán sufriendo "pobreza de tiempo". Es decir, no tendrán espacio vital para descansar, relajarse o consumir ocio porque destinarán el día a actividades de trabajo (remunerado o no).
La iniciativa que ahora quiere retomar el gobierno se presentó en la Cámara de diputados en 2017 y se aprobó dos años después. Desde entonces, sin embargo, quedó estancada en el Senado. Contó con el apoyo incondicional del Partido Comunista y, en particular, de la diputada Camila Vallejo, que ahora es portavoz del ejecutivo.
Los empresarios chilenos, avezados a las prácticas de grupo de presión político, han puesto el grito en el cielo por la decisión del gobierno de recuperar el proyecto de ley, que fue una promesa de campaña de Boric. Aseguran que la iniciativa provocará una bajada de la productividad. “Cuando el presidente Lagos, hace 15 años, redujo la jornada de 48 a 45 horas, también surgieron voces que se opusieron y pronosticaron daños importantes a la economía”, ha replicado Boric.
“En una jornada laboral de ocho horas diarias, tres servirán para pagar las remuneraciones y las otras cinco serán de trabajo exclusivo para obtener ganancias”, explica el economista de la Fundación Sol y académico de la Universidad de Chile, Gonzalo Durán. “Está demostrado que la reducción de la jornada no afecta a la productividad, sino que la impulsa y la mejora”, añade el presidente de la Confederación de Trabajadores Metalúrgicos, Horacio Fuentes.
En cambio, el empresariado alerta de que Chile no está en el escenario económico ni laboral para avanzar en esta línea y reclama incluir el principio “de adaptabilidad” para algunos contratos, sobre todo si la organización se basa en sistemas de trabajo por turnos o jornadas especiales. A la práctica representaría establecer una jornada de 40 horas pero distribuidas en base a media de horas, es decir, que se puedan compensar de unos días a otros. “La derecha aspira a tener un banco de horas mensuales que permita a la empresa utilizarlas cuando lo necesite, y podría haber jornadas y semanas de más horas”, advierte Fuentes.
Algunas empresas aplican la medida
El ministerio de Trabajo ha creado una certificación para empresas que hayan reducido la jornada laboral a 40 horas de forma voluntaria. De junio a octubre del año pasado, casi 1.500 empresas solicitaron este sello gubernamental. La mayoría eran pymes, el 90% de las cuales implementaron la medida. Aún así, Durán alerta de que la tramitación del proyecto de ley se está llevando a cabo con “el movimiento sindical en debilidad” y que en estas condiciones "es difícil contener el impulso empresarial que buscará los vacíos de la regulación". Y añade: “Hay un riesgo de que el avance sea limitado o incluso que llegamos al retroceso”.
América Latina es una de las regiones del mundo donde más horas se trabaja al año, según datos de la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). También tiene una de las tasas de informalidad laboral más altas. Colombia, Argentina, Bolivia, Perú, México, Uruguay y Paraguay encabezan la lista con 48 horas laborales a la semana de media. Chile y Ecuador ocupan la segunda posición con 45 horas semanales. Por último, en Brasil y El Salvador se trabaja 44 horas.