Racisme policial

Los cinco momentos clave del juicio al policía que mató a George Floyd

Los 43 testigos que han pasado por el estrado en tres semanas dejan un contraste entre emociones y análisis de los expertos

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La fachada de las instalaciones de seguridad pública del condado de Hennepin, durante el juicio contra el exoficial de policía Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd

BarcelonaLas tres semanas del juicio a Derek Chauvin, el policía que mató a George Floyd presionándole el cuello con la rodilla durante más de nueve minutos de agonía, han dejado imágenes para la historia: testigos rotos por el dolor o el frío relato de un forense que señalaba en un vídeo el momento preciso en el que el corazón del afroamericano dejó de latir. El ex agente está acusado por los delitos de asesinato en segundo grado, castigado con hasta 40 años de prisión, asesinato en tercer grado, con una pena máxima de 25 años, u homicidio, que supone una condena de hasta 10 años. Lo decidirá un jurado que se encerrará en un hotel para valorar todas las pruebas presentadas, sabiendo que lo que está en juego no es solo este caso, sino el racismo policial en los Estados Unidos. El veredicto puede tardar horas, días o semanas.

Lágrimas y remordimientos de los testigos

Algunos de los peatones que fueron testigos de la detención de Floyd el 25 de mayo del 2020 no pudieron evitar llorar de impotencia por haber visto cómo Floyd moría a la luz del día sin poder hacer nada. Darnella Frazier, la adolescente que grabó el vídeo de la detención que daría la vuelta al mundo y daría lugar al lema "I can't breathe" [No puedo respirar], que adoptó el movimiento Black Lives Matter, habló entre lágrimas. "He pasado noches y noches despierta, pidiéndole perdón a George Floyd por no haber hecho más, por no haberme interpuesto físicamente".

Christopher Martin, el cajero que vendió los cigarrillos a Floyd y que alertó al encargado de que el afroamericano había pagado supuestamente con un billete de 20 dólares falso, motivo por el que avisaron a la policía, también expresó su sentimiento de culpa: "Si no hubiera comprobado el billete, todo esto se habría podido evitar", dijo el chico de 19 años.

Pero, de lejos, el testigo más emotivo fue el de Charles McMillian, un hombre de 61 años que intentó convencer a Floyd de que no se resistiera a la policía advirtiéndole "¡No puedes ganar!": el hombre no pudo evitar echarse a llorar cuando le enseñaron el vídeo grabado por la cámara corporal de uno de los agentes, cuando intentaban meterlo a la fuerza dentro del vehículo policial. "Me siento un inútil", dijo entre lágrimas.

"Mama", las palabras de su novia

Interrogada por los abogados del expolicía, la novia de Floyd, Courteney Ross, explicó la adicción de Floyd a los opiáceos. "Es la típica historia: los dos sufríamos dolor crónico. Yo en el cuello y él en la espalda. Intentamos dejarlo muchas veces". El abogado le hizo entonces una pregunta sorpresiva: ¿cómo la tenía registrada en la agenda de su teléfono el afroamericano? "Mama", dijo ella. Así la defensa intentaba contrarrestar la humanización de la víctima, que entre sus últimas palabras, con la rodilla de Chauvin en el cuello, gritó varias veces "Mama, Mama", y en un momento dijo "Mama, te quiero, diles a mis hijos que los quiero, me muero", una frase que se había interpretado como una referencia a su madre.

"Aquí se le va la vida", señala el neumólogo

El doctor Martin Taubin, un neumólogo e intensivista, ha sido uno de los testigos médicos más contundentes del juicio. Explicó los mecanismos de la respiración de una manera muy didáctica, incluso aflojándose el nudo de la corbata y poniéndose las manos en el cuello, animando al jurado a hacer lo mismo para entenderlo. Dejó claro que, en su opinión, Floyd murió porque la falta de oxígeno le dañó el cerebro y le paró el corazón. En su testimonio señaló, en un vídeo en el que Floyd se ve esposado contra el suelo, con el agente encima, el momento preciso de la muerte: "Se ve en los ojos, aquí está consciente y un segundo después ya no. Es el momento en el que se le va la vida".

El jefe de policía declara contra el agente

No es habitual que un jefe de policía declare en un juicio contra un agente, pero Medaria Arradondo, jefe del departamento de policía de Minneapolis, fue claro atestiguando que Chauvin se había saltado el protocolo. "Una vez el señor Floyd había dejado de resistirse y viendo que intentaba expresar su angustia, tendría que haber parado", afirmó. También explicó desde el estrado que Chauvin habría tenido que dar asistencia médica a Floyd cuando quedó inconsciente. Este testimonio puede acabar siendo determinante en la condena.

Chauvin invoca la quinta enmienda

Siguiendo el consejo de sus abogados, Chauvin se acogió a su derecho a no declarar invocando la quinta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que dice que nadie puede ser obligado a declarar contra él mismo en un procedimiento penal. Entre otras circunstancias, se evitaba así que la acusación le preguntara sobres las otras agresiones a ciudadanos negros en los 19 años que ejerció de policía. Para evitar una posible apelación, el juez se aseguró en un interrogatorio de que Chauvin era consciente de sus derechos y aclaró al jurado que "nadie está obligado a defender su presunción de inocencia".

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