Estados Unidos

La cárcel no impediría a Trump ser presidente

La única consecuencia que tendría su encarcelamiento en las elecciones del 5 de noviembre sería que no podría ir a votar

Donald Trump ayer a la salida del juicio por el caso Stormy Daniels.
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WashingtonDonald Trump se ha convertido en el primer expresidente estadounidense a quien se ha declarado culpable en un caso penal, pero eso no le impedirá ser candidato a las elecciones. El jurado de Nueva York decidió este jueves que Trump había cometido un delito de falsificación documental por el pago secreto que hizo a la actriz porno Stormy Daniels. Ahora hay que esperar hasta el 11 de julio para saber si el juez le enviará a prisión o no, pero la incógnita sobre si podría ser presidente pese a ser condenado ya está resuelta: "No hay nada que impida que alguien que está en la cárcel por un caso penal pueda ser presidente".

El profesor de derecho administrativo y constitucional de la Universidad de Georgetown, David Super, explica que nada hay escrito en la Constitución estadounidense que le impida volver a la Casa Blanca si gana el 5 de noviembre. "Los únicos requisitos que establece es que sea un ciudadano naturalmente nacido en EEUU, que no haya servido dos mandatos como presidente, que tenga más de 35 años y que haya residido en el país durante 14 años. Todo esto Trump lo cumple, así que es claramente elegible", expone Super pocas horas después de que se haya conocido el veredicto.

La pena máxima por la que podría ser condenado Trump son cuatro años de cárcel, aunque es poco probable que el juez del caso, Juan M.Merchan, acabe aplicándola. El magnate no tiene antecedentes en casos penales y, por tanto, "lo más probable es que Trump reciba una multa con una larga libertad condicional". Sin embargo, Super también reconoce que "es poco probable, pero muy posible, que sea condenado a prisión".

Seguramente los redactores de la Constitución nunca llegaron a plantearse la posibilidad de que una persona condenada a prisión pudiera ser presidente cuando la escribieron, pero desde el asalto al Capitolio que en Estados Unidos no paran de pasar cosas "inimaginables". En caso de que Trump finalmente acabara encerrado en prisión y ganara las elecciones, podría ser investido presidente y adentraría al país dentro de un terreno desconocido hasta ahora.

La única posibilidad por la que podría ser descartado como presidenciable no se encuentra en el caso Stormy Daniels, sino en el de Washington por el asalto al Capitolio. "La única base para considerarlo no elegible sería que su implicación en la insurrección del 6 de enero violara la cláusula de insurrección de la Constitución, pero el Tribunal Supremo dijo que a menos que el Congreso específicamente le declare inelegible esto no se aplica", dice Super.

A lo que se refiere el profesor está en la sección tercera de la enmienda 14 que impide acceder al cargo a las personas que "participaron en una insurrección o rebelión" tras jurar la Constitución. Cuando los tribunales de Colorado y Maine recurrieron a esta enmienda para impedir que Trump se presentara en las primarias, el Tribunal Supremo (de mayoría conservadora, con tres jueces de nuevo nombrados por el propio Trump) dijo que sólo el Congreso tenía el poder de hacerla cumplir contra los cargos federales, como es el caso del presidente.

Actualmente, quien tiene la mayoría en la cámara alta son los republicanos, que no parecen estar muy dispuestos a hacerlo. De hecho, el Partido Republicano cerró filas con Trump y poco después de que se haya sabido el veredicto uno de los primeros en mostrar su apoyo fue Mike Johnson, el presidente de la Cámara de Representantes.

Podría presidir, pero no votar

Paradójicamente, la única consecuencia que tiene el veredicto es que Trump no podrá votar en las elecciones del 5 de noviembre. Sí puede seguir siendo presidenciable, pero no acudir a las urnas como un ciudadano más. El expresidente está registrado para votar en el estado de Florida, donde las personas que han sido condenadas por delitos graves no pueden ejercer el derecho de voto. Para poder volver a participar en unas elecciones, la mayoría de delincuentes deben cumplir la sentencia completa, incluida la libertad condicional, y pagar todas las multas. Según lo que dicte Merchan, muy probablemente Trump no tendrá tiempo de cumplirlo antes del día de las elecciones.

Ahora mismo lo que sigue teniendo más posibilidades de frenar a Trump en su camino al Despacho Oval son las urnas. A cualquier otro candidato presidenciable una condena como ésta le habría dejado fuera de juego, pero Trump no es cualquiera. Trump es un rey Midas que convierte las calumnias en votos: el expresidente ha sabido transformar sus juicios en un escenario desde el que conseguir más apoyos. Desde el minuto uno se ha dibujado como "víctima" de una "cacería de brujas" y le ha funcionado.

Según una encuesta de la NPR/PBS, dos de cada tres estadounidenses (67%) aseguraban que una condena de Trump no les afectaría en su sentido del voto. Asimismo, la última encuesta publicada por el New York Times mostraba cómo el republicano sigue sobreponiéndose a Biden en cinco estados clave. Ahora bien, el margen de diferencia entre ambos candidatos es tan ajustado que no puede descartarse que la condena pueda acabar influyendo en unos votos que podrían ser decisivos.

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