El Consejo de Seguridad de la ONU pide un alto el fuego inmediato en Gaza

La propuesta sigue adelante gracias a la abstención de EEUU, que desata la ira de Netanyahu y cancela la visita de la delegación a Washington

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Rusia veta en el Consejo de Seguridad de la ONU la propuesta de Estados Unidos por no reconocer el referéndum de Crimea.

WashingtonEl Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este lunes una resolución para pedir el alto el fuego inmediato en Gaza durante el mes del Ramadán (acabado el 9 de abril). Tras cinco meses con vetos reiterados, la petición ha logrado salir adelante gracias a la abstención de Estados Unidos y los votos a favor de los 14 miembros restantes. EEUU había vetado tres propuestas anteriores y el pasado viernes presentaron su propio texto, que acabó en nada por el veto de China y Rusia, también miembros permanentes del Consejo.

En el momento en que se ha conseguido sacar adelante la resolución para pedir el alto el fuego, la cámara se ha fundido en un aplauso colectivo. La resolución fue presentada por diez miembros no permanentes del Consejo y es legalmente vinculante. En el texto, el Consell pide un "alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán" y que conduzca a "un alto el fuego más largo". También pide "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes" que capturó a Hamás durante el ataque del 7 de octubre, aunque a diferencia de la propuesta que hizo Washington el pasado viernes, el documento no condiciona el alto fuego con la liberación. Al respecto, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha puesto mucho énfasis y ha dicho: "Mi petición a los miembros de este Consejo es hablar y exigir inequívocamente que Hamás acepte el acuerdo sobre la mesa".

Asimismo, Thomas-Greenfield ha aprovechado para señalar a Hamás como el culpable del bloqueo que ha habido durante este tiempo y ha dicho que el Consell debe tener claro que el alto el fuego podría haber llegado "hace meses" si Hamás hubiera estado listo para liberar a los prisioneros. Sobre sus tres vetos en las mociones presentadas, la embajadora estadounidense no ha dicho nada.

La crisis humanitaria que vive la población de la Franja es absolutamente devastadora, con más de 30.000 palestinos muertos desde que empezó el conflicto. Un informe de la ONU presentado este mes alertaba de que el hambre en Gaza era "inminente", sobre todo en el norte de la Franja, donde la ayuda humanitaria llega con cuentagotas debido a la dura ofensiva israelí.

El secretario general de la ONU, António Guterres, que se encuentra en Jordania y está visitando los países árabes vecinos de Palestina, ha aplaudido la decisión del Consejo de Seguridad y ha avisado de que "sería imperdonable fracasar a la hora de aplicarla".

Netanyahu se enfada con EEUU

La abstención de Washington durante la votación de este lunes añade presión sobre Israel, con quien las relaciones no están pasando por su mejor momento. El movimiento de Estados Unidos ha despertado la ira del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que a los pocos minutos de conocerse los resultados ha anunciado que cancela la visita de la delegación israelí que estaba prevista para este martes en la capital. "A la luz del cambio de la posición de los americanos, el primer ministro Netanyahu ha decidido que la delegación no va a partir", ha comunicado su oficina según recoge Reuters. Washington es el principal socio occidental de Tel-Aviv.

La visita de la delegación de Tel-Aviv debía servir para hablar sobre la gestión del conflicto en Gaza. Hace días que de fondo se cierne la amenaza de un posible ataque por parte de los soldados israelíes a Rafah, el enclave que está en el sur de la Franja y que hace frontera con Egipto. Allí es donde se acumula la mayoría de población civil desde que se intensificaron los bombardeos en el norte. La semana pasada, el presidente Joe Biden ya se llamó con Netanyahu, a quien le expresó su preocupación respecto a la idea de un ataque en la zona sin un plan para asegurar a la población civil.

Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que están "muy decepcionados" con la cancelación de la visita y de no poder "tener una conversación extensa con ellos sobre alternativas viables a la ofensiva terrestre sobre Rafah". Kirby quiso matizar que, aunque la situación "no es ideal", no quiere decir que "se haya eliminado" la posibilidad de diálogo entre Estados Unidos e Israel. De hecho, el ministro de Defensa israelí, Yoav Galan, ya había llegado el domingo a Washington, y está previsto que se reúna con el secretario de Estado, Antony Blinken.

El gesto de Netanyahu de cancelar a última hora la visita de la delegación puede agravar aún más la crisis con EEUU. Sobre todo cuando las voces críticas ya no sólo vienen de dentro de la administración Biden, sino también de dentro del Capitolio. La crítica de Chuck Schumer hacia Netanyahu acusándole de anteponer su supervivencia al bien de Israel muestra hasta qué punto las grietas se han extendido y realmente son preocupantes. A Netanyahu no le interesa tener de espaldas al Congreso, porque es donde se aprueban los envíos de armas y ayudas monetarias. De hecho, la delegación que iba a venir este martes pretendía rebajar la tensión, sobre todo porque más allá de la Franja Netanyahu también tiene un grave problema con Hezbollah en la frontera del Líbano. "Una de las razones por las que Israel quiere tanto la ayuda es porque espera que en algún momento, no se sabe cuándo, haya una guerra en el norte con Hezbollah", explicaba al ARA Ilan Berman, exconsultor del Departamento de Defensa de los Estados y vicepresidente del American Foreign Policy Center.

Quien también recibió con la aprobación del alto el fuego fue la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que trabaja en la Franja. Casualmente, Israel también ha anunciado que dejará de trabajar con ellos y les ha acusado de "perpetuar el conflicto" por sus supuestos vínculos no demostrados con Hamás. "La UNRWA es parte del problema y ahora vamos a dejar de trabajar", ha dicho en rueda de prensa uno de los portavoces del gobierno israelí, David Mencer.

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