El derrumbe del puente de Baltimore podría acarrear pérdidas récord para las aseguradoras

WashingtonComo ciudad portuaria que es, gran parte de la vida de Baltimore gira en torno a su puerto. El acceso al enclave está bloqueado hasta nuevo aviso por el derrumbe del puente Francis Scott Key, después de que la madrugada del martes una nave impactara contra uno de los pilares. El accidente dejó a dos supervivientes y seis desaparecidos que ya se dan por muertos. Este miércoles por la noche las autoridades estadounidenses han anunciado que encontraron dos cuerpos. Mientras los habitantes todavía se rehacen de la tragedia, la ciudad y el país se preparan para las consecuencias económicas que tendrán la destrucción del puente y el cierre del puerto.

Uno de los primeros datos que ya se tienen de derrumbe del puente de Francis Scott Key es que podría costar hasta 4.000 millones de dólares a las aseguradoras marítimas, según exponen datos de la agencia Morningstar DBRS. Los daños causados ​​podrían superar los 1.500 millones de dólares que provocó el hundimiento del Costa Concordia en Italia. Según Reuters, estas cifras convertirían la tragedia en un récord de pérdidas para las aseguradoras de transportes marítimos.

Cuando el gobierno federal de Estados Unidos reconstruya el puente, tal y como prometió el martes el presidente Joe Biden, se pedirán responsabilidades civiles al titular del Dali, la nave que impactó contra el puente. Se mirará si existían antecedentes similares o mala gestión. Cabe remarcar que el Dali en el 2016 ya había protagonizado un episodio similar en el puerto de Amberes, en Bélgica, así que el pronóstico no es demasiado bueno. En un primer momento, la aseguradora del barco, que es Britannia, pagará los 10 primeros millones de pérdidas. Si los daños son mayores, lo que es muy probable, el resto de perjuicios deberán mutualizarse entre otras aseguradoras marítimas.

Más allá de la pregunta sobre quién pagará los platos rotos del accidente, Gary Hufbauer, el economista y experto en comercio internacional del Peterson Institute for Interantional Economics, plantea que la otra gran cuestión será de dónde saldrá l acero para reconstruir el puente: "A Biden le encanta decir la frase de «compre en Estados Unidos», pero si todo el acero que se requiere no está disponible en el país, ¿podrá comprarlo fuera? Si el acero viene de los EEUU será aproximadamente un 40% más caro que si viene de México o China".

En las próximas horas un grupo de trabajo federal de la cadena de suministros del gobierno se reunirá para evaluar el colapso del puente y el cierre del puerto. La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, ha dicho que el gobierno no quiere que las preocupaciones financieras detengan la reconstrucción del puente y el desbloqueo del puerto.

8.000 puestos de trabajo afectados

El puerto de Baltimore es uno de los más importantes de Estados Unidos. En toda la Costa Este sólo hay tres puertos con capacidad para que atraquen los buques de carga más grandes, y uno de ellos es el de Baltimore, que ha quedado inoperativo. "En términos de toneladas, mueve más exportaciones que importaciones. En términos de valor, son mucho más altas las importaciones", expone Gary Hufbauer, economista.

El muelle cuenta con cinco terminales públicas y doce privadas, que se dedican al transporte de carbón, material agrícola, contenedores y vehículos. En especial, esto último. Se trata del puerto más importante para importar coches y camiones ligeros: sólo el pasado año se transportaron allí unos 850.000 vehículos. Según Hufbauer, los materiales pesados ​​(como el grano y los fertilizantes) vinculados a las exportaciones serán los más difíciles de desviar: "Deberán moverse por la red de ferrocarriles. El tren llega a Baltimore, pero probablemente ya estará congestionado y será difícil encontrar vagones disponibles". En cambio, las importaciones puede que sean más fáciles de reubicar si ya se ha avisado a las naves que navegaban con destino a Baltimore: "Lo más probable es que se desvíen a Virginia, un poco más al sur, o que suban ninguna en Nueva York".

Se calcula que unos 50.000 puestos de trabajo dependen de la actividad del puerto. El departamento de Transporte de Estados Unidos ya ha publicado este miércoles las primeras cifras y en total hay 8.000 puestos de trabajo que se verán afectados directamente por el derrumbe del puente. Aún así, Hufbauer no se muestra muy pesimista: "En términos de las operaciones del puerto y las empresas que trabajan en él dentro, no creo que despidan a nadie porque se trata de trabajadores que dentro de uno o dos meses volverán a ser necesarios ".

En total, el puerto genera unos 2.600 millones de dólares en cifras de negocios. "Si el puerto no está cerrado mucho tiempo será difícil detectar su impacto en la economía norteamericana. Pero para reabrirlo hay que limpiar toda la chatarra que ha dejado el puente dentro del río y creo que al menos se necesitarán dos semanas. Y quizás estoy siendo demasiado optimista diciendo esto", expone Hufbauer. Para él, el tiempo que se tarde en desbloquear el canal será clave en sus consecuencias económicas.

Quien se llevará la peor parte serán las empresas que tenían planeado exportar o importar estos días. "Los retrasos siempre cuestan dinero porque significa recalcular y buscar alternativas. El coste adicional que esto representará será significativo para algunas compañías, porque su margen de beneficio podría ser de un pequeño 5% o 10%", calcula Hufbauer. Sin embargo, no cree que empresas grandes como Amazon, que tiene un centro en el puerto de Baltimore, se vean tan damnificadas, ya que tienen "una alta tecnología en términos de logística" y son flexibles.