Elecciones en Venezuela

Estados Unidos reconoce la victoria electoral de la oposición venezolana

La autoridad electoral venezolana aún no ha publicado el resultado completo y la oposición hace un llamamiento a una gran movilización en todo el país este sábado

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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, el pasado 29 de julio en Caracas, al día siguiente de las elecciones.

WashingtonEstados Unidos ha desacreditado la victoria de Nicolás Maduro y ha reconocido al candidato de la oposición venezolana, Edmundo González, como el ganador de las elecciones que se celebraron en el país el 28 de julio. Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (un órgano controlado por su propio gobierno) y todavía no ha publicado las actas electorales con recuento de votos.

"Ante la abrumadora evidencia, para Estados Unidos y, lo más importante, para el pueblo venezolano, está claro que Edmundo González Urrutia ha obtenido la mayoría de los votos a la elección presidencial del 28 de julio en Venezuela", aseguró el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado que publicó este jueves por la noche (hora local). "Ahora es el momento de que los partidos venezolanos empiecen las negociaciones de forma respetuosa, transitoria y de acuerdo con la ley electoral venezolana", ha afirmado Blinken.

Maduro le ha respondido y ha instado a Estados Unidos a dejar de inmiscuirse en los asuntos del país caribeño. "El pueblo soberano es lo que manda en Venezuela, lo que pone, lo que elige, lo que dice, lo que decide", ha dicho.

Hasta ahora, los estadounidenses habían evitado posicionarse sobre el resultado de las elecciones a la espera de que se publicaran las actas. Pocas horas después de que se proclamara a Maduro como ganador de los comicios, los líderes de la oposición, González y María Corina Machado, aseguraban que habían obtenido más de dos tercios de las actas de cada máquina de votación. Según estos datos, decían que se demostraba que Maduro había perdido.

El viernes el Consejo Nacional de Venezuela ha ratificado que Nicolás Maduro había sido reelegido a los comicios con un 51,95% de los votos, frente al 43,18% que le atribuía al opositor Edmundo González. Según este organismo, controlado por el gobierno de Maduro, éstos eran los resultados con el 96,87% de las actas escrutadas, aunque todavía no las ha hecho públicas, tal y como reclama la oposición.

La oposición ha creado una página web que incluye el desglose de votos por estado, municipio, parroquia, centro electoral y mesa de votación. La tarde del miércoles aseguraba haber digitalizado más de 24.000 actas, que corresponden al 81,21% del total. Sin embargo, ningún organismo internacional ha validado su recuento.

El Tribunal Supremo de Venezuela ha convocado este viernes a los 10 candidatos presidenciales en el marco de una investigación solicitada por Maduro, que pidió aclarar "todo lo que haya que aclarar" sobre las elecciones. La presidenta de la sala, la chavista Caryslia Rodríguez, ha informado de que ha abierto un proceso de investigación y verificación para certificar los resultados de los comicios.

Las manifestaciones no se detienen

La falta de transparencia respecto a los resultados electorales ha provocado protestas que desde el lunes se han extendido por todo el país y que no se detienen. La líder opositora (inhabilitada) María Corina Machado ha pedido a los simpatizantes antichavistas que se mantengan "firmes, organizados y movilizados" para "defender la verdad", y ha llamado a participar este sábado en manifestaciones en todas las ciudades de Venezuela.

De momento, la policía ha detenido a 1.200 participantes en las protestas, y Maduro ha ordenado encerrarlos en prisiones de máxima seguridad. "Estoy preparando dos prisiones que debemos tener a punto en quince días, y todos los guarimberos [manifestantes antigubernamentales] irán hacia allí", ha asegurado el líder venezolano durante una reunión con empresarios, informa la agencia Efe. Ha explicado que ha decidido acondicionar las prisiones de Tocorón y Tocuyito, en el norte del país, que pretende que sirvan para " reeducar" a los presos y "convertirlas en granjas productivas", ha dicho, haciendo referencia a la dictadura de Marco Pérez Jiménez, que en los años 50 puso en marcha un plan de trabajo para los prisioneros.

en el poder desde 2013, aseguraba el miércoles que muchos de los detenidos habían sido "entrenados con tiempo" en "Texas" y otros lugares como Colombia, Perú y Chile Asimismo, también aseguraba en alusión a las protestas que "casi el 80 %" de los venezolanos que regresaron "con vuelos [de repatriación] de Estados Unidos están en el ataque criminal", el concepto que utiliza para referirse a las protestas de la oposición, que considera un intento de golpe de estado.

Preocupación regional

Horas antes de que Estados Unidos publicara el comunicado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el colombiano Gustavo Petro habían acordado abordar con prudencia la crisis venezolana. Los tres pedían transparencia y reconocían la necesidad de una "verificación imparcial" de los resultados antes de dar por buena la victoria de Maduro. Que ahora Washington haya decidido dar ese paso puede ser visto como un intento de presionar al gobierno de Maduro para que acabe publicando las actas electorales.

A esta presión se suma la de 29 jefes de estado latinoamericanos, que han pedido en un comunicado a los presidentes de Brasil y Colombia que reconozcan al candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, como presidente electo de Venezuela . Basan su petición en las actas publicadas por la oposición, según las cuales González Urrutia habría ganado con el 67% de los votos, mientras que Maduro habría obtenido un 30%.

Brasil cada vez está adoptando un papel más central en la crisis electoral. La mañana del jueves se hizo cargo de la custodia de la embajada argentina en Caracas y de la protección de los seis opositores venezolanos que hay en situación de asilo político desde hace seis meses. Los brasileños tomaron el relevo después de que Maduro ordenara la retirada de los diplomáticos argentinos. El presidente argentino, Javier Milei, que suele atacar a Lula como líder de la izquierda latinoamericana, se ha encontrado pidiendo ayuda a su vecino.

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