Mamdani, el alcalde que encarna todo lo que Trump odia

Socialista, musulmán e inmigrante: el candidato demócrata hace historia en Nueva York

Zohran Mamdani, baila durante la campaña en un centro para personas mayores del Lower East Side de Manhattan, en la ciudad de Nueva York.
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ENVIADA ESPECIAL A NUEVA YORKZohran Mamdani es el candidato del improbable. En cuestión de meses ha pasado de ser un completo desconocido del barrio de Queens a ser una de las nuevas promesas del Partido Demócrata; ha conseguido la alcaldía de la capital financiera del mundo a pesar de ser socialista, siendo el primer musulmán que gobernará la ciudad de Nueva York. Su ascenso ha obligado tanto a Donald Trump como a Elon Musk a apoyar a su rival, el exgobernador demócrata Andrew Cuomo, antes que al candidato republicano, Curtis Sliwa.

Mamdani es el candidato del improbable hecho posible, y por eso mismo se ha convertido en una brizna de luz en Estados Unidos cada vez más oscuros bajo los tics autoritarios del presidente. Es la promesa de los de abajo contra los de arriba, y su credibilidad no sólo reside en el compromiso de hacer Nueva York más habitable para las clases media y trabajadora, cada vez más ahogadas por el precio del alquiler. Las reuniones de los grandes magnates inmobiliarios para financiar a Cuomo y la demonización por parte de Trump son otro garante de los intereses que representa Mamdani.

"Un voto para Curtis Sliwa es un voto para Mamdani. Tanto si te gusta personalmente Andrew Cuomo como si no, realmente no tienes otra opción. Tienes que votarle y esperar a que haga un trabajo fantástico", escribía Trump la víspera de la jornada electoral en Truth Social. Y amenazaba a los neoyorquinos con cortar completamente la financiación federal en la ciudad si "un comunista como Mamdani" ganaba.

En las horas previas a la apertura de los colegios electorales las redes se llenaban de publicaciones de cuentas trumpistas y de extrema derecha contra Mamdani, como si fuera un tipo de cataclismo para Nueva York. En un internet donde el algoritmo de determinadas plataformas, como X, está cada vez más escorado a favor de posiciones ultras, Mamdani se ha abierto paso. El candidato milenio de 34 años demostraba que no necesitaba la atención mediática para construir una campaña desde abajo utilizando los mems y referencias de la mayoría de jóvenes.

Joven rapero hijo de migrantes

Mr. Cardamom (el sobrenombre de un Mamdani postadolescente que hacía rap) ha sabido jugar con el humor de las redes y ha construido sus bases con el apoyo de muchos jóvenes que las encuestas retratan como cada vez más conservadores. La elección del nombre artístico ya reflejaba lo presente que tiene su ascendencia india en su identidad. Mamdani es hijo del politólogo Mahmood Mamdani, y su madre, Mira Nair, es directora de cine nominada a un Oscar.

La pareja vivió en Uganda, donde nació Mamdani, y cuando el pequeño tenía siete años se trasladaron a Nueva York. El chico estudió en Instituto Público de Ciencias del Bronx, y más tarde se graduó en la Universidad de Bowdoin sobre estudios africanos. Durante estos años fue uno de los impulsores de la sección universitaria del grupo de Estudiantes para la Justicia en Palestina (SJP), un colectivo que fue una de las piezas clave en las acampadas propalestinas que afloraron el año pasado en muchos campus del país.

Con el paso de los años, Mamdani ha mantenido el compromiso con la lucha del pueblo palestino. Nunca ha escondido sus posicionamientos propalestinos, ni tampoco su religión: la musulmana. Por el contrario, el socialista siempre ha abrazado esta creencia espiritual en la ciudad del atentado del 11-S. La mañana de la jornada electoral, justo antes de entrar a votar en su colegio en el barrio de Astoria, Mamdani se dejaba rodear por una comitiva del grupo de Musulmanes Jamaicanos del Sureste de Queens, que rezaron por él. El joven político se unió a la oración y los abrazó.

Precisamente esta coherencia con sus valores y principios, que no ha rechazado ni escondido en ningún momento pese a ser el principal blanco de sus rivales para atacarle, es el que aún ha dado más credibilidad y humanidad a su campaña. A pesar de su breve currículum como político, conocía de primera mano cómo funcionan las contiendas electorales. Comenzó en la política local de Queens trabajando en las campañas de otros candidatos demócratas del barrio. No fue hasta 2020 cuando entró de lleno en la política como legislador estatal de la Asamblea de Nueva York.

El candidato demócrata sabe muy bien cuál es la realidad de los migrantes que han construido Estados Unidos. Hace unos meses acompañó a su padre a un juzgado de Nueva York para que hiciera el examen para la ciudadanía. El ahora alcalde, que entonces ni siquiera había ganado las primarias del partido, esperó con inquietud a que su padre saliera del edificio, consciente de las detenciones por perfil racial que suele realizar en los juzgados la policía migratoria, el ICE. En su discurso de la victoria lo recordaba claramente: "Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes y ahora será gobernada también por un inmigrante". Mamdani obtuvo la ciudadanía estadounidense hace apenas siete años, en el 2018.

Miembro del grupo de los Socialistas Democráticos de América (SDA), Mamdani se ha convertido en un quebradero de cabeza para los grandes tenedores y multimillonarios de la ciudad con sus propuestas centradas en hacer Nueva York más . En una de las urbes más caras del mundo, algunas de las promesas de Mamdani son implementar autobuses gratuitos, congelar los alquileres y supermercados de propiedad municipal.

La retórica del candidato demócrata también recuerda mucho el mensaje de esperanza que llevó a Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2009. El lunes, en la clausura de la campaña, Mamdani cruzaba al amanecer el puente de Brooklyn hasta el ayuntamiento de la ciudad con un mensaje de la ciudad con un mensaje de necesitan tan desesperadamente".

El alma más a la izquierda

Mamdani encarna el alma más a la izquierda dentro del Partido Demócrata, y su victoria en las primarias de junio hizo levantar ya varias cejas entre el establishment del partido. Sus propuestas, como congelar los alquileres y poner autobuses gratuitos, así como el posicionamiento abiertamente propalestino, le han distanciado de buena parte del partido. Por ejemplo, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, no le ha apoyado.

Pero la realidad es que uno de los aspectos más notables de la campaña de Mamdani, y que más dice de su habilidad para hacer política, es cómo, desde que ganó las primarias, ha modulado su enfoque. La esencia es la misma, pero el eje desde donde se hace el discurso ha girado: habla más de ayudar a las personas que viven de alquiler y no tanto de castigar a los propietarios; quiere reforzar la educación pública, no dañar a la privada; es abiertamente propalestino, pero no habla de antisionismo. Además, todos estos meses se ha estado reuniendo con líderes locales, y especialmente con aquellas personas que le han criticado –desde proisraelíes hasta multimillonarios– por escucharles.

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