La Eurocámara condena la ley antiaborto de Polonia después de la muerte de una mujer

Denuncia el ambiente cada vez más "hostil" para las defensoras de los derechos humanos en el país

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Una de las últimas protestas contra la nueva ley del aborto, que prohibía las interrupciones en los casos de defectos fetales, que se desencadenaron en todo el país bajo el lema "Ni un más", después de la muerte por choque séptico de una mujer embarazada de treinta años de Pszczyna

BruselasA finales de la semana pasada, decenas de miles de personas ocupaban las calles de la capital polaca, Varsovia. La mayoría eran mujeres que protestaban y lamentaban la muerte de Isabel, una mujer de 30 años que murió después de que los médicos no le practicaran un aborto de emergencia que habría podido salvarle la vida. El feto no era viable, pero desde hace un año el aborto por malformación es ilegal en Polonia y los médicos temieron las consecuencias penales.

A raíz de este caso, que ha conmocionado a parte de la sociedad civil polaca, y un año después de que entrara en vigor la ley que de facto hace imposible abortar libremente en Polonia, la Eurocámara ha aprobado este jueves una resolución en la que condena (de nuevo) de manera contundente la legislación polaca. El texto, impulsado por una amplia mayoría que va desde el Partido Popular Europeo, los socialistas, los liberales y los Verdes hasta la Izquierda, "subratya que, en casos de deterioro fetal grave o mortal, se trata de una violación de los derechos humanos y de una forma de violencia machista que afecta a los derechos de las mujeres y las niñas a la vida, la integridad física y mental, la igualdad, la no discriminación y la salud". Pero, además, también considera que "restringir o prohibir el derecho al aborto no reduce de ninguna forma la necesidad de abortos, sino que hace que las mujeres tengan que buscar abortos inseguros, viajar al extranjero para abortar o llevar a cabo el embarazo contra su voluntad". El texto se ha aprobado por 373 votos a favor, 124 en contra y 55 abstenciones.

La Eurocámara también apunta directamente a Polonia y condena "el entorno cada vez más hostil y violento" para las defensoras de los derechos humanos en el país, incluida la "retórica hostil por parte de los funcionarios del gobierno", y también condena "el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza y de la violencia contra los manifestantes, incluidas las activistas y las organizaciones por los derechos de las mujeres, por parte de las autoridades policiales y de actores no estatales como los grupos nacionalistas de extrema derecha".

La resolución es solo un posicionamiento político no vinculante de la Eurocámara, pero envía un fuerte mensaje a Polonia, teniendo en cuenta la amplia mayoría que ha apoyado el texto y el momento en que se aprueba, después del caso Isabel. La Eurocámara va tan lejos como puede, porque insta al Consejo Europeo a abordar la cuestión sobre el respeto de los derechos fundamentales en Polonia y ampliar el alcance del proceso sancionador abierto contra el país bajo el artículo 7 de los tratados de la UE, que abren una serie de procesos de infracción contra un socio europeo y pueden llegar a retirarle el derecho de voto (podrían hacerlo si Hungría no hiciera piña con Polonia para evitarlo).

Los europarlamentarios también piden abiertamente a Polonia que cumpla las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que declaró ilegal el Tribunal Constitucional que ha emitido sentencias que limitan el aborto. También piden a la Comisión Europea que garantice el derecho a la salud de las mujeres y niñas de Polonia con medidas como por ejemplo con un enviado especial para supervisar jurídicamente esta cuestión. Pero hasta ahora el gobierno ultraconservador polaco, encabezado por el partido Ley y Justicia (PIS), ha ignorado las amenazas, los avisos e, incluso, las sentencias llegadas desde las instituciones europeas, y mantiene firme el desafío contra la UE.

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