Ataque frontal de Polonia a la UE: el TC desautoriza parte de los tratados europeos

Varsovia agrava el enfrentamiento con Bruselas y se acerca a la rotura legal con la Unión

El primer ministro polaco,  Mateusz Morawiecki.
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BruselasYa hace tiempo que algunos hablan de Polexit y, finalmente, después de semanas de aplazamientos, el Tribunal Constitucional de Polonia ha sentenciado este miércoles que parte de los artículos del Tratado de la Unión Europea no son constitucionales en Polonia. Es decir, que parte de la ley polaca está por encima de la europea, lo cual supone un desafío a la columna vertebral del esqueleto jurídico de la UE y lleva al límite el enfrentamiento que el país, gobernado por el partido ultraderechista de Ley y Justicia (PiS), hace años que mantiene con las instituciones europeas. Expertos y políticos usan la palabra Polexit en referencia a la marcha del Reino Unido de la UE (Brexit), porque declarar la supremacía de la ley estatal por encima de la comunitaria implica de facto que Polonia se abstrae en parte de la estructura legal de la Unión.

El caso tiene origen en una moción que presentó el mismo primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, que solicitó al máximo órgano judicial de su país que se pronunciara sobre la contabilidad de varios reglamentos comunitarios con el ordenamiento jurídico polaco y, de rebote, sobre la obligación de los jueces polacos de acatar las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El gobierno polaco hace tiempo que impulsa reformas judiciales que atacan directamente la independencia de sus tribunales y le permiten aumentar su control político, a través de jubilaciones anticipadas, la creación de una cámara disciplinaria o la prohibición de que los jueces polacos pregunten cuestiones al TJUE. Bruselas ha recurrido varias de estas reformas y el tribunal con sede en Luxemburgo ha dictaminado su anulación, pero Varsovia no ha cesado en el desafío y, en último término, ha buscado la vía que directamente dicta que su ley está por encima de la europea, como mínimo en parte. Concretamente el TC del país ha concluido que los artículos 1 y 19 del Tratado de Adhesión del país a la UE son inconstitucionales.

Por eso, Jakub Jaraczewski, coordinador de la ONG Democracy Reporting International, ha asegurado a través de Twitter que con esta decisión, Polonia ha emprendido un "un paso legal hacia el abismo del Polexit". También ha usado esta palabra el portavoz en cuestiones de Justicia del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Jeroen Lenaers, que a través de un comunicado ha calificado la decisión de un "ataque al conjunto de la Unión Europea" que hace "difícil creer" que el país no quiera acabar marchando de la Unión. Por su parte, los socialistas europeos consideran que la decisión del TC polaco "viola los fundamentos de la UE" y piden directamente a la Comisión Europea que ponga en marcha mecanismos de infracción y, sobre todo, activar el mecanismo que condiciona la concesión de los fondos europeos a los cumplimientos del estado de derecho, es decir: de los estándares mínimos de separación de poderes y los principios democráticos.

Los fondos europeos en juego

Justamente, con la aprobación de los fondos de recuperación antipandemia, la Unión Europea se dotó de un nuevo mecanismo que vincula –a pesar de que no de manera directa– el respeto al estado de derecho con la concesión de los fondos europeos. La aprobación de este instrumento no fue sencilla. Hungría y Polonia secuestraron durante unas semanas la aprobación de los fondos y, por eso, finalmente la medida liga el desembolso del dinero al hecho de que no haya riesgos de malversación, pero la interpretación más estricta permite concluir que la falta de garantías en un estado de derecho deficiente puede poner en riesgo el correcto uso del dinero europeo que, al fin y al cabo, es del conjunto de la UE.

La Eurocámara ha reclamado varias veces activar este mecanismo, que no se aplica solo a los fondos antipandemia sino al conjunto del presupuesto europeo. Aun así, este mismo jueves el comisario de Justicia, Didier Reynders, no se ha mojado sobre si la decisión del TC polaco acelerará o no la puesta en marcha de un instrumento que, según ha dicho, está en "proceso".

Al mismo tiempo, sin embargo, si la sentencia se había ido aplazado es porque Bruselas estaba intentando negociar con Varsovia aprovechando que todavía no ha aprobado el plan de reformas polaco que tiene que darle acceso al dinero para recuperar su economía tras la pandemia. La Comisión ha intentado utilizar esta carta para presionar al gobierno de Morawiecki e impedir esta sentencia. De momento ni Hungría ni Polonia cuentan con la luz verde de Bruselas a sus planes de reformas, pero Reynders también ha evitado la contundencia en esta vía: "Utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición", ha dicho el comisario belga.

Las fronteras entre las Constituciones de los estados de la Unión y la ley europea no han sido solo cuestionadas por Polonia, sino que el mismo Constitucional alemán ha hecho saltar las alarmas ya dos veces cuando ha puesto en entredicho el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo e incluso la emisión de deuda conjunta para crear el fondo de recuperación antipandemia. En el caso de Polonia, el desafío es directo y guiado por un gobierno que no repara en controlar políticamente el poder judicial y blindarse de las exigencias de la Unión.

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