'Charlie Hebdo' defiende el derecho a la blasfemia 10 años después del atentado
El aniversario del ataque terrorista reaviva el debate en Francia sobre los límites de la libertad de expresión
BerlínDiez años después de el ataque yihadista contra la redacción de Charlie Hebdo para publicar las caricaturas de Mahoma, la revista satírica francesa sigue defendiendo la libertad de expresión, luchando contra el fundamentalismo y siendo irreverente hacia lo que es venerado por cualquier religión. Charlie, como muchos llaman la revista en Francia, nada es sagrado y todo puede ser criticado. El aniversario del atentado terrorista reaviva el debate en Francia sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la blasfemia. En 2025 Francia celebra, además, el 120 aniversario de la ley de separación de la Iglesia y del estado de 1905, considerada el pilar del principio francés de la laicidad.
Charlie Hebdo saca el martes a la venta un número especial de 32 páginas que reúne las caricaturas sobre varias religiones ganadoras de un concurso internacional, coincidiendo con el décimo aniversario del ataque terrorista que costó la vida a 12 personas y en las que 11 personas resultaron heridas. La irreverente revista, fundada en 1970, invitó a dibujantes de todo el mundo a "realizar la caricatura más divertida y malvada contra Dios". Se publicarán 300.000 ejemplares de este número especial en el que pretenden "#RireDeDieu" [Reírse de Dios].
El 7 de enero de 2015, los hermanos Chérif y Saïd Kouachi asesinaron a sangre fría a 11 personas en la redacción de Charlie Hebdo y un policía en las calles de París. Entre los fallecidos, estaban los caricaturistas Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski. "¡Hemos vengado al profeta Mahoma! Hemos matado Charlie Hebdo!", proclamaron en la calle los dos hermanos yihadistas. Era su venganza por haber publicado en el 2006 las polémicas caricaturas de Mahoma, que un año antes había sacado el diario danés Jyllands-Posten. Charb, el entonces director del semanario, se había puesto así en el punto de mira de los yihadistas.
El ataque terrorista, que convirtió la redacción de Charlie Hebdo en una morgue, sólo duró 1 minuto y 49 segundos, pero conmocionó a Francia y al mundo. El eslogan "Je suis Charlie" [Soy Charlie] recorrió el mundo en solidaridad con las víctimas de Charlie Hebdoy en defensa de la libertad de expresión. El 11 de enero de 2015, más de un millón de personas participaron en una gran manifestación en París, a la que asistieron el presidente François Hollande y numerosos jefes de estado y gobierno extranjeros. En total, 3,7 millones de personas participaron en distintas concentraciones en Francia.
"Dios, devuelto a su sitio"
La revista satírica francesa volvió a publicar en septiembre de 2020 las caricaturas de Mahoma, coincidiendo con el inicio en Francia del juicio a los cómplices de los terroristas, que fueron condenados a penas de entre los cuatro años de cárcel y la cadena perpetua. Los yihadistas murieron abatidos por la policía dos días después del ataque en una imprenta en la que se habían atrincherado en las afueras de París. "Dios, devuelto a su sitio", tituló Charlie Hebdo al terminar el juicio, acompañado de un dibujo de Dios dentro de un furgón policial y camino hacia la cárcel, firmado por el caricaturista François Boucq.
El décimo aniversario del atentado terrorista ha reavivado el debate en Francia sobre los límites de la libertad de expresión. "El derecho a la blasfemia forma parte de nuestra identidad", aseguró el pasado domingo la ministra francesa de Igualdad, Aurore Bergé, en una entrevista con la cadena de radio Europe 1. "Pertenezco a una generación en la que era normal ir a comprar Charlie [Hebdo]. Era natural ir la noche de los atentados a manifestar nuestra solidaridad con los periodistas y diseñadores asesinados", recordó la ministra.
Bergé se mostró preocupada por el "cisma generacional" que observa en Francia: "Chicos de veinte años sienten que no pueden permitírselo todo, que no pueden burlarse de la religión, que no pueden criticarla. Que por eso no merece morir, pero que, después de todo, habría sido mejor evitarlo".
Continuar la lucha
Diez años después del ataque, la redacción de Charlie Hebdo se encuentra en un sitio secreto y Riss, el director, y otros colaboradores llevan escolta policial. Pero la pluma de Charlie Hebdo sigue tan afilada como siempre. "Para que la libertad de expresión viva, a veces hay que sacudirla un poco", apuntaba Riss, seudónimo de Laurent Sourisseau.
La revista, que actualmente tiene 30.000 abonados y vende 18.000 ejemplares en quiosco por semana, ya publicó el pasado diciembre un libro en homenaje a sus compañeros asesinados, titulado Charlie Liberté. El journal de leur vie [Charlie Libertad. El diario de su vida].
"Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski se pasaron la vida riéndose de todos y de todo. Charlie Hebdosigue ahí, muy vivo, igual de decidido a continuar su lucha, a través del dibujo y la pluma", según los responsables del libro homenaje.