La extrema derecha se impone en la primera vuelta de las elecciones en Rumanía

BerlínEl candidato ultranacionalista George Simion es el ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas, que han tenido que repetirse tras acusaciones de injerencia rusa en las de noviembre. El pro-ruso, de 38 años, se ha impuesto por el 40% de votos y es favorito en la segunda vuelta, prevista para el 18 de mayo. En segundo lugar ha quedado el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan (21%), que ha superado por un estrecho margen al candidato oficialista, y que disputará la segunda vuelta.

El líder de extrema derecha es una figura controvertida en Rumanía. Es conservador, ultranacionalista, antivacunas y muy crítico con la UE. Tiene la entrada vetada en Ucrania y Moldavia por haber hecho reivindicaciones territoriales en estos países y por sospechas de simpatías pro-rusas que él niega. Su victoria es un importante aviso para el país, pero también para Bruselas.

Simion es admirador del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. "Somos aliados naturales del Partido Republicano y estamos casi perfectamente alineados ideológicamente con el movimiento MAGA", ha explicado Simion, en referencia a las siglas del famoso lema conservador de campaña de Trump Make America Great Again.

Unas elecciones 'especiales'

Rumanía repitió el domingo los comicios después de que se anularan los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 por una presunta injerencia rusa y la inhabilitación del excandidato pro-ruso Calin Georgescu.

Simion, que se presenta a estos comicios como heredero político de Georgescu, votó a primera hora de la mañana en Mogosoaia, una localidad en las afueras de Bucarest, acompañado del candidato vetado. "¡Cristo ha resucitado! He votado con Calin Georgescu. Estamos aquí con una misión: el regreso al orden constitucional, el regreso a la democracia. No tengo otro objetivo que priorizar al pueblo rumano, al que sirvo. Estamos aquí con el pueblo y para el pueblo rumano, con un único deseo: llevar la justicia a Rumanía", dijo Si.

Aunque Georgescu ganó por sorpresa la primera vuelta de las elecciones de noviembre, no se ha podido presentar a estos nuevos comicios. El Tribunal Constitucional rumano le inhabilitó por indicios de injerencia rusa y financiación ilegal de su campaña electoral, y ordenó la repetición de las elecciones. Tanto Moscú como Georgescu han negado cualquier injerencia rusa.

Simion confía ahora en conseguir lo que Georgescu no pudo conseguir en el 2024: ganar las elecciones presidenciales. Si lo consigue, Rumanía se unirá al club de países de la Unión Europea liderados por políticos ultras, como Hungría, Eslovaquia, Italia, Finlandia o Países Bajos.

Unos 18 millones de rumanos están inscritos en las listas electorales para elegir al presidente de Rumanía. El nivel de participación fue del 53,21%.

Una crisis política enorme

Los rumanos han votado en medio de la mayor crisis política que ha vivido el país desde la transición de la dictadura comunista de Nicolae Ceausescu a la democracia en 1989.

Rumania ha sido gobernada desde 2021 por una coalición entre socialdemócratas y liberales. Los comicios se han celebrado en un momento difícil para el país: a nivel interno, por la profunda crisis política, los problemas económicos crecientes, la inflación elevada y el alto desempleo; y en el ámbito externo, por las tensiones provocadas por la guerra de Ucrania y la amenaza rusa en la Europa del Este.

Este país, miembro de la OTAN desde 2004 y de la Unión Europea desde 2007, ha tenido un papel clave en el apoyo a Ucrania tras la guerra de agresión rusa, pero esto podría cambiar en función de los resultados electorales. Si gana Simion, ha prometido que retirará el apoyo militar a Kiiv.