Internacional

Hungría da luz verde a la entrada de Suecia en la OTAN

Con el desbloqueo de Parlamento húngaro se levanta la última barrera para que el país forme parte de la alianza militar

ARA
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El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, da la mano a su homólogo húngaro, Viktor Orban, después de una reunión en Budapest.

"Ser miembro de la OTAN junto con otro país significa que estamos preparados para morir unos por otros". De esta forma el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunciaba el viernes que Hungría aprobaría el acceso de Suecia a la Alianza Atlántica. Con la luz verde del Parlamento húngaro, que ratificará la decisión el lunes, se levanta el último obstáculo para el país nórdico, que hace casi dos años solicitó su adhesión.

Después de meses de revuelo diplomático entre ambos países, durante los cuales Hungría rechazaba apoyar a Estocolmo, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha viajado a Budapest para reunirse con su homólogo húngaro en un encuentro muy esperada. Ambos líderes aseguraron que están preparados para dejar atrás las diferencias y para "profundizar en la cooperación" militar. "No estamos de acuerdo con Hungría en muchas cuestiones, pero en algo sí: que hay que cooperar en los asuntos en los que compartimos posiciones. Ambos países somos miembros de la Unión Europea y en breve también de la OTAN", ha asegurado Kristersson.

También han firmado acuerdos militares para que Hungría pueda alquilar cuatro aviones de caza Gripen, de fabricación sueca. Aunque Orban ha asegurado que esta cesión nada tenía que ver con el cambio de posición respecto a Suecia, sí ha dicho que ha contribuido a "restablecer la confianza" entre ambos países.

Estocolmosolicitó el ingreso en la OTAN en mayo de 2022, junto con Finlandia, después de un histórico cambio de posición política respecto a la alineación militar al verse amenazados por Rusia con la invasión de Ucrania. El proceso parecía fácil, dado que ambos países son miembros de la Unión Europea y ya cooperaban con la Alianza Atlántica, pero no fue así. A diferencia de la solicitud de Finlandia, que avanzó a una velocidad récord y se adhirió a la OTAN el pasado julio, la de Suecia quedó estancada por el bloqueo de Turquía y de Hungría, ambos países de la alianza militar más cercanos a Rusia.

Una vez Estocolmo hubo cumplido las exigencias del presidente turco (implantó una nueva ley antiterrorista en mayo del año pasado), fue Orbán quien puso bastones en las ruedas a la adhesión. Sus argumentos para no autorizar la adhesión de Suecia eran bastante vagos. Budapest reprochaba la "superioridad moral" y la "falta de respeto" de Estocolmo porque, aseguraban, cuestionaba continuamente el estado de la democracia en Hungría. Quizá por eso, el primer ministro sueco se ha abstenido hoy de hacer cualquier crítica a Orbán y se ha mostrado comprensivo: "Respetamos que el Parlamento húngaro haya tomado la decisión más lentamente".

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