¿Quién liderará la Cosa Nostra tras la muerte del 'padrino'?
Matteo Messina Denaro, enterrado este miércoles en su pueblo natal, deja huérfano a un imperio
Roma“Con la gente que he matado yo mismo, podría llenar un cementerio”, presumía antes de su detención Matteo Messina Denaro. El último capo de la mafia siciliana fue durante casi tres décadas el criminal más buscado de Italia. Su detención en enero puso fin a uno de los períodos más trágicos de la historia del país transalpino, pero su muerte a los 61 años enfermo de cáncer deja más incógnitas que certezas. Misterios sin resolver que el último padrino se lleva a la tumba, mientras la Cosa Nostra prepara la sucesión.
Matteo Messina Denaro fue el alumno más aventajado de aquella mafia sanguinaria que sembró de cadáveres las calles italianas en la década de 1990 perpetrando secuestros, homicidios y atentados como los que pusieron fin a la vida de los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992. Aquella mafia casi dictatorial, liderada con mano de hierro por Totó Riina y Bernardo Provenzano, ambos condenados a varias cadenas perpetuas y muertos en prisión con más de 80 años, fue heredada por un joven Messina Denaro que logró hacerse invisible.
Desde la clandestinidad, Messina Denaro lideró la organización gracias a una amplia red de cómplices e implementó una estrategia de inmersión. Durante casi 30 años, los mismos que estuvo fugado, la Cosa Nostra abandonó las bombas y los asesinatos a plena luz del día, pudiendo así pasar desapercibida y blanquear su inmenso capital a la economía legal a través de testaferros. Una estrategia que también han seguido el resto de organizaciones criminales italianas, que han sustituido el uso de la violencia, cada vez más residual, por la infiltración silenciosa, según recoge un informe de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA).
Los expertos apuntan a que no hay un solo sector tras el que no se esconda la mano de la Mafia, a menudo con la complicidad de la política. Por ahora, es una incógnita quién heredará todo ese poder.
Incertidumbre en el relevo
Con el último gran capo fuera de juego se abre ahora un período de incertidumbre. Aunque los investigadores no se atreven a señalar a un único y legítimo sucesor, los expertos están convencidos de que la organización criminal está intentando reorganizarse, como apuntan algunas investigaciones policiales. Pero, a su vez, su muerte ha dejado un vacío de poder dentro de la Cosa Nostra, y el riesgo es que esta circunstancia pueda ser aprovechada por la 'Ndrangheta, la más potente organización criminal italiana, que ostenta el monopolio del narcotráfico en Europa.
“La cúpula ha desaparecido, pero las familias están intentando reconstruirla. Todavía hay demasiados vínculos de los hombres de honor [como se conoce a los grandes capos] con la sociedad, los negocios y la política”, reconoció el fiscal de Palermo Maurizio De Lucia, responsable de coordinar la investigación que logró capturar a Messina Denaro.
Solo la enfermedad –padecía un cáncer de colon en estado avanzado– le hizo baja la guardia y precipitar su arresto en enero en una clínica privada de Palermo donde se sometía a quimioterapia bajo una falsa identidad. Horas más tarde, los carabinieri encontraron su escondite: un piso (con búnker incluido) en el centro de Campobello de Mazara, una pequeña localidad a tan solo ocho kilómetros de Castelvetrano, su pueblo natal, donde ha sido enterrado este miércoles.
Un pueblo que ha amanecido dividido después de la muerte del mafioso. Ahora que el padrino no está, una parte de Castelvetrano no esconde su admiración hacia el criminal. “Estamos de luto”, aseguró un vecino a las cámaras de la televisión italiana ante la perplejidad del periodista que lo entrevistaba. “Para Castelvetrano, la desaparición de Messina Denaro representa el fin de un capítulo. No podemos olvidar que ha sido un asesino que ha hecho del mal su propia tierra”, declaró el alcalde de la localidad, Enzo Alfano, intentando defender el buen nombre del pueblo.
Precisamente para evitar que su despedida se convirtiera en un homenaje, Messina Denaro fue enterrado en privado y con un rito laico –fue excomulgado por la Iglesia católica– en la sepultura familiar y solo frente a sus familiares más estrechos. Entre ellos estaba Lorenza, la hija que tuvo en la clandestinidad y a la que vio por primera vez en abril en prisión.