BruselasLa configuración de la Comisión Europea siempre es un rompecabezas complicado de resolver para su líder, pero esta vez los gobiernos estatales aún le han puesto más difícil a Ursula von der Leyen. Los equilibrios que habitualmente son más delicados suelen ser geográficos y políticos. La mayoría de países quiere tener un peso destacado dentro del ejecutivo y todas las familias políticas pretenden asegurarse su cuota de poder. Sin embargo, la conservadora alemana se encuentra con que este año debe volver a luchar por un objetivo que en la anterior legislatura ya había alcanzado: una Comisión Europea paritaria o que al menos no cuente con una presencia de hombres abrumadora.
La presidenta de la Comisión Europea pidió a los Estados miembros que propusieran dos nombres para el comisario que corresponde a cada país, pero la mayoría han desatendido la demanda de Von der Leyen. La intención era precisamente evitar lo que ha acabado ocurriendo, que la mayoría de capitales presentaran sólo hombres y que la líder de Bruselas se viera obligada a aceptar muchos más perfiles masculinos que femeninos.
De un principio, Von der Leyen sólo tenía sobre la mesa siete mujeres para escoger de un total de 27 comisarios y asegura que, si no hubiera pedido previamente a los estados que propusieran mujeres, sólo habría tenido cuatro. Así pues, en estos momentos está encaminada a repetir o incluso empeorar la falta de paridad de los ejecutivos anteriores dirigidos por Manuel Barroso o Jean-Claude Juncker. Pero la conservadora alemana quiere evitarlo y está presionando a diferentes gobiernos estatales para que propongan perfiles femeninos.
Por el momento, ha logrado alcanzar al menos la cifra de nueve mujeres y todavía tiene la esperanza de conseguir incrementarla. "Toda mi vida he luchado para que las mujeres tengan acceso a cargos de toma de decisiones y liderazgo. Y mi experiencia me dice que si no se pide, no se consigue. No nos viene dado de forma natural", dijo Von der Leyen en rueda de prensa el pasado miércoles.
De hecho, ante las críticas que ha recibido de algunos gobiernos, Von der Leyen salió a hacer una defensa enconada de la paridad de género dentro de la Comisión Europea. La líder de Bruselas asegura que el criterio primordial que tiene en cuenta a la hora de elegir a los miembros de su ejecutivo es la "competencia" de los candidatos, pero remarca que también pretende tener un ejecutivo equilibrado, tanto geográfica como políticamente y en cuestiones de igualdad de género.
En este sentido, Von der Leyen critica que todo el mundo da por hecho que la Comisión Europea debe tener representantes del sur y del norte de la Unión Europea, del este y del oeste, y de las diferentes sensibilidades políticas . Y, en cambio, no ocurre lo mismo en cuanto a la igualdad de género a pesar de que las mujeres supongan nada menos que "la mitad de los ciudadanos" del bloque comunitario. "También debemos ser equilibrados cuando se trata de representar a toda la gente de la UE, [...] para mí es una cuestión muy seria", afirmó.
Von der Leyen no se rinde
La presidenta de la Comisión Europea asegura que presionará a los estados hasta el último momento, aunque algunos gobiernos se han negado públicamente a presentar a ninguna mujer. Von der Leyen ha llegado a ofrecer a algunos países, sobre todo a los más pequeños, una cartera más relevante o más cuota de poder si ceden y optan por presentar un perfil femenino. Uno de los casos que han trascendido es Malta, al que la conservadora alemana pide que se quede su actual comisaria, Helena Dalli. Rumanía, por ejemplo, es uno de los estados que han cambiado su candidato y, finalmente, ha optado por proponer a una mujer. Y Eslovenia, de momento, también ha retirado la propuesta de un perfil masculino y se espera que también presente uno femenino.
A pesar de las trabas que le ponen los estados, cabe decir que Von der Leyen no está sola en esta lucha. La tercera institución en discordia, el Parlamento Europeo, también suele presionar por mayor igualdad de género y los comisarios que apuntalen a los estados y la líder de Bruselas deben ser ratificados por la Eurocámara. Y no es un mero trámite. En anteriores ocasiones, la cámara comunitaria ha derribado a diferentes comisarios por sus posicionamientos políticos y, en este caso, algunos eurodiputados ya han avisado de que quieren una Comisión Europea equitativa y no volver al pasado, cuando en Bruselas casi solo mandaban los hombres .
Polémica por el comisario aliado de Meloni
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, vuelve a estar en el centro de la polémica en Bruselas. La suya la propuesta de un comisario muy cercano a su ejecutivo y de ultraderecha, Raffaele Fitto, ha levantado mucha polvareda. Actualmente, es ministro de Asuntos de la Unión Europea y, por tanto, conoce bien el funcionamiento de Bruselas. Ahora bien, varios eurodiputados han criticado la posibilidad de que haya un miembro de extrema derecha en el nuevo ejecutivo de Von der Leyen, que mantiene muy buenas relaciones con Meloni, y que tenga una cartera de peso. Se especula que lideraría una vicepresidencia y una comisaría importante de Economía.
El Parlamento Europeo deberá ratificar o tumbar su candidatura, y en gran parte el futuro de Fitto cuelga del posicionamiento del Partido Popular Europeo (PPE). Es el grupo más numeroso de la Eurocámara y, por tanto, si obtiene sus votos y los de la extrema derecha, casi ya tendría asegurado salir elegido. Sin embargo, los grupos europarlamentarios progresistas se niegan en redondo.
![Ursula von der Leyen al ple del Parlament Europeu d'aquest dijous passat.](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 16 9"%3E%3C/svg%3E)
