Elecciones en Portugal

Luís Montenegro: de defensor de la 'troika' a probable primer ministro de Portugal

El presidente del PSD se perfila como el próximo mandatario portugués en uno de los escenarios políticos más frágiles de los últimos años

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El líder de Alianza Democrática y del PSD de Portugal, Luis Montenegro, la noche electoral.

Barcelona"Ganar es tener un voto más", defendió este domingo por la noche Luís Montenegro, líder de Alianza Democrática (AD), cuando se confirmó la victoria de la coalición de centroderecha en las elecciones legislativas de Portugal con un resultado ajustadísimo. Pese a salir vencedor y perfilarse como el próximo primer ministro portugués, Montenegro apenas sonreía cuando apareció ante sus seguidores, donde anunció su intención de formar un gobierno en minoría, pero consciente de su trabajo adelante.

La distancia con el Partido Socialista (PS), que ha gobernado el país desde el 2015, es de sólo dos escaños, a falta del voto exterior. De ese partido depende la viabilidad del ejecutivo de centroderecha. Montenegro confía en que el PS se abstendrá para posibilitar su investidura y poder mantener así su "no es no" en el partido de ultraderecha Chega, con quien no quiere negociar ningún tipo de pacto. "Nunca me haría tanto daño a mí mismo, a mi partido ya la democracia portuguesa incumpliendo compromisos que he asumido de forma tan clara", defendió el líder de AD y presidente del conservador Partido Social Demócrata (PSD), principal formación de la coalición de derechas. Y añadió que espera que el PS y Chega "no formen una alianza negativa para impedir al gobierno que los portugueses han querido".

Con 51 años recién cumplidos y abogado de formación, Montenegro acumula una experiencia de más de 25 años en el PSD. Nació en Oporto, pero ha vivido prácticamente toda su vida en Espinho, una pequeña ciudad en la costa de Aveiro, donde también empezó su carrera política. Con 18 años se hizo militante de las juventudes del PSD y se convirtió en el líder de la sección local muy rápido. Ocho años después asumió el mismo cargo en la formación madre y empezó a tener peso dentro del partido ya tener relaciones con los varones, tal y como explica en Radio Observador el periodista Miguel Santos Carrapatoso, autor de una biografía de Montenegro. Más tarde terminó siendo presidente de la Asamblea Municipal (encargada de supervisar el Ayuntamiento) y concejal.

Felipinho para los de casa

Casado y padre de dos hijos, en el entorno familiar le conocen como Felipe o Felipinho (se llama Luís Felipe), y él mismo ha explicado que cuando era pequeño le pusieron el apodo deervilha (guisante), porque era "rodoncito" y tenía los ojos verdes. Según Santos Carrapatoso, durante el período de mayor proyección política Montenegro sufrió dos acontecimientos traumáticos: la muerte súbita primero de su padre y "su principal inspiración", en el 2011, y después de un hermano, en el 2017.

Durante su carrera política, Montenegro ha demostrado perseverancia y que es capaz de volver a levantarse tras las derrotas. En una entrevista reciente en la cadena TVI, afirmó que se considera una persona reflexiva, a la que no le gusta precipitarse. Y lo demuestra su dilatada carrera en el PSD.

En 2002 dio el salto a la política nacional; con 29 años, se estrenó como diputado, conservando el escaño durante 16 años. En 2011 fue elegido jefe del grupo parlamentario del PSD, después de la victoria de Pedro Passos Coelho, el último primer ministro de derechas que ha gobernado Portugal. Mantuvo su cargo hasta el 2017 –es quien lo ha mantenido durante más tiempo– y fue uno de los encargados de dar la cara y defender la coalición de derechas durante los años de intervención económica de loshombres de negrode latroika(Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea). Fue durante este período convulso (enero del 2014) que pronunció una de sus frases más polémicas: "La vida de la gente no es mejor, pero la del país es mucho mejor".

Durante su etapa como diputado también había recibido críticas por faltar a algunas sesiones parlamentarias para asistir a los partidos del Oporto y de la selección nacional de fútbol, ​​una de sus grandes pasiones.

Liderazgo del PSD

Ya en 2018 empezó a plantearse liderar el partido, encabezado entonces por Rui Rio, al que desafió a convocar unas elecciones internas argumentando que no se resignaba "a un PSD pequeño, perdedor, irrelevante, sin importancia política ni relevancia estratégica" . Pero el presidente del partido no lo aceptó y, a cambio, sometió su liderazgo a una moción de confianza entre la dirección del partido, que le apoyó. Montenegro no tiró la toalla y en el 2020 lo intentó de nuevo, esta vez sí, en unas elecciones internas de las que Río volvió a salir vencedor.

En ese momento, Montenegro avisó de que aún no era la hora de enterrarle políticamente. Y, aunque pasó en los dos años siguientes apartado de la vida pública, en el 2022 reapareció y arrasó en las primarias, con un 73% de los votos, y finalmente se convirtió en presidente del PSD.

En esta campaña electoral, ha pisado mucho la calle, sobre todo a la caza de los votos en las zonas rurales, que sufren cada vez más la despoblación y el envejecimiento de los habitantes por la falta de oportunidades que empuja a los jóvenes a emigrar. "Estamos sólo a unos días de un cambio político", anticipaba en la recta final de la campaña. Ahora parece que lo tiene muy cerca, pero, aunque consiga ser investido, la composición del Parlament hace prever una de las legislaturas más frágiles de los últimos años.

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