Elecciones en Portugal

Socialistas y conservadores empatan en Portugal, pero la izquierda no suma

La ultraderecha de Chega casi triplica los votos, pero se mantiene la incertidumbre sobre la formación de alianzas de gobierno

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Seguidores y militantes del partido de Alianza Democrática, celebrando los resultados electorales

Barcelona / BruselasGiro a la derecha en Portugal, después de ocho años de gobiernos socialistas. Pero la noche electoral ha sido de infarto. Los conservadores de la Alianza Democrática (AD), dirigidos por Luis Montenegro, y el Partido Socialista de Pedro Nunos Santo, han quedado codo con codo con el 99% del voto escrutado, y tendrán que esperar la llegada de los votos del extranjero para saber el recuento definitivo. Los socialistas han obtenido el 28,66% de los votos y 77 escaños, mientras que la AD ha logrado un 29,49% del sufragio (79 escaños).

El resultado de los socialistas está muy lejos del 41,4% que les dio la mayoría absoluta hace dos años y su candidato ya ha salido a reconocer la derrota. Los conservadores obtienen el mismo porcentaje y la diferencia, a medida que avanzaba el escrutinio, se ha aproximado hasta los 70 votos. La extrema derecha de Chega se queda en tercer lugar, con el 18,08%, que prácticamente triplica los votos que obtuvo en el 2022. El cuarto puesto es para la conservadora Iniciativa Liberal (5,1%), frente al Bloco , una coalición de izquierdas, con el 4,5%.

Els resultats
Dades provisionals amb el 99% escrutat

El reparto de escaños no ha sido anunciado porque "quedan cuatro escaños por asignar, así que está todavía todo muy abierto", apunta Héctor Sánchez Margalef, analista del Cidob. "Si el Partido Socialista queda primero en voto popular o incluso en escaños, que habrá que verlo, habría un cambio de relato, porque podría pedir a los conservadores del PSD que se abstengan como ellos dijeron que harían si el PSD quedara como primera fuerza", dice el experto. En este caso, añade, "habría una presión muy grande en la derecha para pactar con la extrema derecha de Chega, porque no quieren pasar cuatro años más a la oposición o porque dentro del partido hay gente que es favorable a entender -se".

La participación ha sido del 65%, un nivel histórico. Portugal, que en abril conmemorará el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles de 1974 contra la dictadura de Salazar, dejará de ser una excepción en el mapa europeo, en el que las fuerzas de extrema derecha tienen una fuerte representación parlamentaria. Y el gobierno de Pedro Sánchez se queda más solo en Europa.

Se dibuja un Parlamento sin mayoría absoluta, a la espera de la configuración final. Como estaba previsto, la clave serán los pactos de formación de gobierno. Montenegro dijo que no gobernaría si no era el más votado, pero la izquierda tampoco suma. La extrema derecha, como tercera fuerza, podría desempeñar un papel clave, pero el líder de Alianza Democrática ha descartado en varias ocasiones un acuerdo de gobierno con Chega y ha calificado a su candidato, André Ventura, de "xenófobo, racista , populista y demagogo". Por su parte, los socialistas han dicho que apoyarían a un gobierno conservador en minoría para hacer un cortafuegos en la ultraderecha.

El candidato socialista ha comparecido pasadas las dos de la madrugada para admitir ante la militancia que pasan a la oposición. "A pesar del resultado tangencial, todo indica que el PS no podrá ser el partido más votado", ha dicho antes de felicitar a AD por la "victoria". "Seremos oposición, renovaremos el partido e intentaremos recuperar a los portugueses decepcionados con el PS", remachó. Sobre el resultado de la ultraderecha ha dicho que "no hay un 18% de portugueses racistas, pero sí muchos portugueses cabreados".

El líder de la coalición Alianza Democrática (AD) y presidente del Partido Socialdemócrata (PSD), Luís Montenegro, en la sede de la AD en Lisboa, Portugal, el 10 de marzo de 2024.

Chega afianza su espacio como tercera fuerza parlamentaria y ha triplicado el número de votos, lo que le permitiría pasar de 12 diputados a un mínimo de 40 y un máximo de 46. Se confirma, pues, el crecimiento vertiginoso. Recogió el voto de los electores decepcionados con sus partidos, a la derecha y la izquierda, y también entre el electorado joven. Otra cosa es que André Ventura no pueda capitalizarlo si no consigue su objetivo de entrar en el gobierno. "Chega es el partido que puede estar más contento con el resultado electoral, pero, según lo que haga el Partido Socialista, puede que no le sirva de nada", apunta Sánchez Margalef. "La gente joven se ha socializado políticamente en los ocho años de gobiernos socialistas y ha visto cómo se disparaba el precio de la vivienda, ha visto la decadencia de los servicios públicos y los escándalos de corrupción y ha optado por Chega como voto protesta" ", añade. "Hay estudios que dicen que muchos votantes de Chega son nostálgicos de la dictadura, de cuando Portugal era una potencia colonial. Ocurre como con los defensores del Brexit en Reino Unido".

La izquierda de los socialistas ha revelado su debilidad, porque el Bloc de Esquerra no ha remontado con su nueva líder, Mariana Mortágua, y el Partido Comunista continúa su declive". Sólo ha mejorado sus resultados Livre, una escisión del Bloco liderada por el profesor universitario Rui Tavares que podría compararse con Equo.

Estas son las segundas elecciones anticipadas que celebra Portugal en los últimos dos años. , que acaparó la mayoría del voto de la izquierda y logró una mayoría absoluta sorprendente, ya que se presentó como el único que podía frenar la ultraderecha. Se auguraba una legislatura cómoda, pero en noviembre estalló un caso de supuesta corrupción que implicaba a personas muy cercanas al primer ministro y Costa presentó la dimisión, aunque no hubo ninguna acusación formal contra él. La campaña ha estado dominada precisamente por la corrupción y la gobernabilidad. En estos comicios, Costa ha sido relevado por Pedro Nuno Santos al frente del PS, que ha pagado el desgaste de 8 años de gobierno socialista.

El presidente del partido de derechas Chega, André Ventura (C), acompañado de su esposa, Dina Ventura, saludando a los seguidores a su llegada a la sede del partido en Lisboa, Portugal, el 10 de marzo del 2024.

Los socialistas habían gobernado en Portugal desde el 2015, cuando desbancaron a la derecha con un acuerdo de fuerzas de izquierdas. Luego consiguieron gobernar en solitario. La dimisión de Costa ha hecho resucitar a Montenegro y al Partido Socialdemócrata (PSD, como se llama el centroderecha en Portugal). Antiguo portavoz del grupo parlamentario del ex primer ministro Pedro Passos Coelho, Montenegro, que carece de experiencia de gobierno, ha reeditado una antigua estrategia: presentarse en coalición con dos formaciones conservadoras menores, los democristianos (CDS) y el marginal Partido Popular Monárquico (PPM). Esta alianza ya se había ensayado en los años 80 y también en 2015 y responde a una colaboración histórica entre ambas formaciones conservadoras que se ha traducido también en alianzas de gobierno entre el PSD y el CDS.

Repercusión europea

"A escala europea, Pedro Sánchez se queda bastante solo", apunta Sánchez Margalef. Habrá que ver cómo afecta esto a la familia socialista europea. La opción de Costa como candidato para sustituir a Charles Michel en el Consejo Europeo queda aún más debilitada. "Ahora ya no queda una excepción ibérica, sino solo española, frente a la ola conservadora en todo el continente", añade el analista. La derrota de la socialdemocracia portuguesa demuestra una vez más el giro a la derecha ya la ultraderecha de Europa y es la antesala de lo previsto en las encuestas en las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en las que se espera que la extrema derecha saque los mejores resultados de la historia.

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