Intento de magnicidio

El primer ministro eslovaco "recuerda todo lo ocurrido"

El ministro del Interior rechaza dimitir y niega fallos del dispositivo de seguridad

ARA
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El primer ministro de Eslovaquia está todavía ingresado en la UCI del Hospital Roosevelt University de Banska Bystrika.

Barcelona"El primer ministro recuerda todo lo que pasó. Le sorprendió lo rápido que pasó todo". Así explicaba este viernes el presidente electo de Eslovaquia, Peter Pellegrini, el que le había contado el primer ministro del país, Robert Fico, quien se recupera en el hospital de un ataque político. Pellegrini –estrecho colaborador de Fico que asumirá la presidencia el próximo mes tras ganar las elecciones de abril– ha visitado al jefe de gobierno en el hospital, donde sigue grave pero estable, y ha explicado lo que había hablado con él durante una entrevista de televisión.

Fue cuestión de pocos segundos, realmente, tal y como se confirma en las imágenes del atentado que se han hecho virales. Uno hombre de 71 años, escritor y activista contra la violencia pero vinculado a grupos ultranacionalistas y pro-rusos, le disparó cinco disparos en plena calle a Handlová, cuando salía de una reunión de gobierno. "Fue consciente de todo: de cómo recibió atención primaria, cómo le trasladaron de Handlová en helicóptero a Banská Bystrica (la localidad donde se encuentra el hospital más cercano), cómo le atendieron los equipos médicos de urgencias y cómo le sedaron en el quirófano. Hasta ese momento estuvo consciente", ha explicado Pellegrini en la televisión TA3.

Fico, que fue intervenido durante cinco horas para detener una hemorragia interna en el abdomen provocada por uno de los disparos, está todavía en la UCI del Hospital Roosevelt de Banská Bystrica. Su delicado estado de salud no permite aunque pueda ser trasladado a Bratislava. Medios locales han informado de que sus médicos tienen previsto reunirse el lunes para evaluar cómo evoluciona y decidir sobre este posible traslado.

El director del hospital ha informado este viernes por la mañana que Fico está consciente, pero su estado sigue siendo grave. Al político le ha visitado también el viceprimer ministro, Robert Kalinák, que ha asumido de forma interina la dirección del gobierno, y ha explicado que los médicos tardarán todavía varios días en asegurarse de que Fico se recuperará.

Aunque no ha sido confirmado por el equipo médico, según la agencia Efe, se especula sobre una posible nueva operación en la cadera del primer ministro. El jefe de gobierno, de 59 años, ha tenido insuficiencias cardíacas que le han obligado a medicarse anteriormente.

Críticas a la reacción de los guardaespaldas

El atacante logró disparar muy de cerca al primer ministro, desde el otro lado de una valla donde le esperaban seguidores y donde Fico se acercó para saludar. Este miércoles el ministro del Interior eslovaco, Matús Sutaj Estok, rechazó los llamamientos a su dimisión y negó posibles errores en el dispositivo de seguridad del jefe de gobierno, según la misma agencia. "Rechazo que se me eche la culpa a mí oa las fuerzas de seguridad. Soy responsable de ellos y les garantizo que hicieron su trabajo, incluidos el cuerpo de protección estatal y el cuerpo de policía", ha dicho Sutaj Estok.

El exjefe de la policía Stefan Hamran había cuestionado la "reacción tardía" de los guardaespaldas de Fico, que no se lanzaron a proteger al primer ministro con el cuerpo. Fico cayó al suelo, donde estuvo algunos segundos, antes de que los agentes le levantaran y le llevaran hacia el coche para evacuarle en medio de una gran confusión. "En lugar de lanzarse contra el atacante y utilizar incluso sus cuerpos como escudos, intentaron esquivar las balas", dijo Hamran.

Otro experto en seguridad eslovaco, Juraj Zábojník, también ha vaticinado: "Rodarán cabezas". Sin embargo, el experto no cuestiona en este caso tanto la actuación de los guardaespaldas como los fallos de inteligencia que no previeron el ataque. Además, según el experto, los políticos que se avecinan a la gente "deberían tener una camisa protectora, y Fico no la tenía".

Eslovaquia intenta digerir un suceso que ha sorprendido a todo el mundo, aunque la polarización política era elevada desde hacía tiempo. "Si se demuestra que hemos fallado, entonces me iré", admitió el ministro del Interior Sutaj Estok, pero de momento ha recibido apoyo total del viceprimer ministro.

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