Reino Unido

El nuevo gobierno del Reino Unido libera a más de 10.000 presos antes de tiempo

El colapso del sistema penitenciario lleva al ejecutivo laborista a tomar la decisión

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Keir Starmer, durante la conferencia de prensa que ha ofrecido en Washington, al terminar la cumbre de la OTAN

LondresEl pasado sábado, en su primera conferencia de prensa como premier, Keir Starmer dijo que el sistema de prisiones del país estaba "roto". Y este viernes por la tarde la ministra de Justicia ha empezado a concretar cómo evitar la explosión de la "bomba de tiempo" que les "ha dejado el anterior gobierno". La primera actuación es potencialmente polémica y, con seguridad, puede causar cierta intranquilidad entre la población del país.

La máxima responsable del departamento, Shabana Mahmood, ha anunciado un plan para liberar poco más de diez mil internos con sólo el 40% de la pena completada a partir del próximo septiembre. La medida intenta evitar lo que la ministra Mahmood ha calificado de "colapso inminente" del sistema, donde quedan poco más de setecientas plazas libres. Los criminales condenados por delitos violentos y los delincuentes sexuales no serán elegibles para ser incluidos dentro del programa, que será revisado a los 18 meses.

Horas antes de que Shabana Mahmood hiciera su anuncio, esta madrugada, desde Washington, donde ha participado en la cumbre del 75 aniversario de la OTAN, Keir Starmer ha insistido en que "la situación en las prisiones es peor de lo que pensaba", una fórmula que el nuevo gobierno laborista está aplicando a todos los departamentos. A primeros de semana, la ministra del Tesoro, Rachel Reeves, aseguró que el estado de las finanzas públicas era el peor desde la Segunda Guerra Mundial.

La Asociación de gobernadores de prisiones ha descrito recientemente el sistema de justicia con las mismas palabras que la ministra Mahmood: "A punto del colapso", decían en un comunicado, en el que se denunciaba la falta de espacio en los centros de internamiento. La situación es tan grave, ha dicho Shabana Mahmood, que podrían quedarse "sin celdas en pocas semanas". Y si esto ocurriera, supondría "una ruptura total de la ley y el orden". En términos generales, y siempre excluyendo a los criminales violentos y los delincuentes sexuales, un prisionero puede ser liberado anticipadamente después de haber cumplido el mínimo del 50% de la pena.

En Reino Unido, la información de la liberación de prisioneros hace pensar, inmediatamente, a Zara Aleena, una estudiante graduada en derecho, de 28 años, que fue asesinada brutalmente hace dos años por un hombre que había salido de la cárcel con un permiso nueve días antes de cometer el crimen. A raíz del asesinato fue condenado a 38 años de cárcel, que deberá cumplir en su totalidad antes de tener la posibilidad de pedir la excarcelación.

Los presos aumentan, la criminalidad baja

La temporalidad de la medida debe ir acompañada de un plan que, a medio o largo plazo, ponga remedio a la situación. Pero los datos del ministerio de Justicia no invitan al optimismo. En los últimos treinta años, la población penitenciaria se ha duplicado en Inglaterra y Gales, aunque la criminalidad ha caído substancialmente.

A estas alturas, hay 87.505 internos, después de que se haya producido un aumento del 13% en sólo los últimos tres años. La cifra está cercana al récord del 2011, cuando superó ligeramente los 88.000. Pero el ministerio de Justicia prevé que se llegue a los 99.300 a finales del 2025. El número de prisiones en construcción garantiza sólo otras 4.400 nuevas plazas. Por tanto, el déficit será de unas 12.000 celdas, si todas fueran individuales.

Aunque la criminalidad haya caído, la sobrepoblación del sistema se ha producido en parte por un aumento del plazo de las condenas. El plazo de la pena de prisión media dictada en los tribunales de la Corona para los delitos más graves fue en 2023 más del 25% que en 2012. E incluso para delitos menos graves, también las sentencias que se impusieron fueron , de media,13 meses más largas en 2023 que en 2012. En los últimos años, ha habido también más reclusos en prisión preventiva. Desde 2019, han aumentado el 84% y ahora representan casi el 20% de la población total del sistema. Este hecho pone en evidencia otro problema: la parálisis del sistema judicial, en parte afectado por la acumulación de juicios pendientes durante la pandemia. La guinda de un pastel más bien amargo la pone la falta de oficiales de prisiones. El gobierno laborista prevé incorporar 10.000 en los próximos años. Pero como ha dicho desde Washington Starmer –"No podemos construir prisiones de la noche a la mañana"–, los oficiales de prisiones tampoco se improvisan.

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