El 'premier' Sunak asume la derrota a 48 horas de las elecciones

La victoria laborista se considera segura, y el interrogante por resolver es la magnitud del desastre de los conservadores

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Campañas de Rishi Sunak en las Midlands

LondresCuando faltan poco menos de cuarenta y ocho horas para que los colegios electorales se abran en Reino Unido, existe una incógnita que parece resuelta, si se tiene en cuenta la tendencia de las encuestas, que es coherente con los resultados de las elecciones municipales del 2 de mayo: el laborismo que encabeza Keir Starmer ganará los comicios. Superada esta primera casilla, el interrogante de la segunda es conocer la magnitud del triunfo, que será proporcional a la de la catástrofe que predicen los sondeos para los conservadores. Sunak ha insistido este martes en que no ha tirado la toalla. Pero tanto su estrategia –hacer campaña básicamente en distritos en los que se apunta una mayoría tory para llevarse el escaño– como sus palabras –dice que es necesario "evitar una supermayoría" laborista– sugieren todo lo contrario.

Tanto es así que el máximo gurú de la demoscopia del país, el profesor John Curtice, de la Universidad de Strathclyde, en Glasgow, lo ha resumido con una frase lapidaria: "Hay más posibilidades de que un rayo caiga dos veces en el mismo puesto, y aún un poco más, que que Rishi Sunak continúe como primer ministro". El premier se ha limitado a responderle diciendo: "Es su visión, pero yo sigo luchando por cada voto".

La predicción de Curtice es mala, sin duda. Pero aún podría ser peor. Porque en algunas proyecciones de voto hechas distrito por distrito –están en juego 650 circunscripciones–, los conservadores no superan los 55 diputados, de los 365 que obtuvieron en 2019. Sin embargo, en estos momentos un escenario cercano a la aniquilación total es, a pesar de estos datos, un hecho difícilmente imaginable.

Siguiendo el mismo modelo demoscópico, en el mejor de los casos el mismo profesor Curtice sugiere que los conservadores obtendrán sólo 98 escaños. Si, por el contrario, el modelo de encuesta es el convencional, con una distribución de asientos proporcional por todo el país en relación al porcentaje de intención de voto general, el gobierno aún amortiguaría el golpe y se llevaría 191 diputados, mientras que los laboristas conseguirían 370, 56 por encima de la mayoría. El primer modelo es mucho más exacto.

Keir Starmer con un grupo de trabajadores de un centro logístico de Clay Croos, en Derbyshire, en las Este Midlands.

Algunas de las encuestas de este primer modelo indican, incluso, que el premier Sunak no revalidará su escaño, en la circunscripción de Richmond & Northallerton, en Yorkshire (norte de Inglaterra). Si esto se confirmara el descalabro sería histórico, porque hasta ahora cabe premier nunca le ha perdido.

¿Es posible un terremoto de estas características? Yorkshire es un territorio conocido por la ondulación de sus colinas y por la elegancia de las calles de sus pueblos: lisa y llanamente, es la quintaesencia de la Inglaterra rural. Sin embargo, todo ello enmascara una situación de degradación y privación agudas. Y el laborismo ha visto aumentar recientemente su apoyo en áreas similares en todo el país.

Los ministros, también amenazados

Aún así, sería un eufemismo bienintencionado decir que los laboristas lo han hecho bien en esta zona. Al contrario. Tradicionalmente su apoyo ha sido mínimo en estas latitudes. Ni una vez en este siglo el Consejo de Distrito de Richmondshire ha escogido a un consejero laborista. Hay pocos activistas del partido, pocos candidatos al Consejo y poco esfuerzo organizado. ¿Pueden ser las cosas diferentes esta vez? ¿Hay voto oculto laborista que haga peligrar las opciones de Sunak de salvar los muebles?

En la elección parcial de Blackpool South, que tuvo lugar el 2 de mayo, la oposición obtuvo una estallante victoria, con una variación del voto de los tories a los laboristas en relación con las elecciones de 2019 del 26%. Y Blackpool South, en el noroeste de Inglaterra, es considerado uno de los patios traseros de la circunscripción por la que se presenta Rishi Sunak. Por tanto, a pesar de una historia constante de apoyo a los conservadores, todas las opciones están abiertas.

La amenaza sobre Sunak es real, pero no es la más grave. En el ejecutivo hay al menos 10 o 12 de los 26 ministros que podrían perder el acta de diputado, según otra encuesta de YouGov difundida por Sky News, y que sigue también la metodología de distrito a distrito. En esta muestra la mayoría laborista alcanzaría los 194 escaños, aún más alta que la conseguida por Tony Blair en 1997, que sólo alcanzó los 179.

Larry, el gato de Downing Street, en la acera de enfrente del número 10 de Downing Street el 5 de julio.

En ese contexto la jornada del jueves puede suponer la peor derrota conservadora desde 1906. El jefe del ministro de Economía, Jeremy Hunt, corre peligro. También el del de Defensa, Grant Shapps; el del de Justicia, Alex Chalk, y el de la de Educación, Gillian Keegan. Así como, entre otros, el de Penny Mourdant, la líder de la Cámara de los Comunes y una de las mujeres que siempre han figurado en la lista de aspirantes al relevo del premier. Pero las reglas conservadoras no permiten que el líder no sea diputado. Por tanto, en caso de escabechina las opciones para encontrar un nombre dentro del sombrero se reducirían mucho.

En buena parte la suerte de los conservadores dependerá del éxito o fracaso del Partido Reformista, del xenófobo y populista Nigel Farage. En las últimas horas otro sondeo difundido por el diario proconservador The Daily Telegraph indica que la distancia entre los dos principales partidos se ha reducido cuatro puntos respecto a la semana pasada, sobre todo por la caída del apoyo a las filas de Farage, que se había comido votos gubernamentales.

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