El Kremlin asegura que ha recuperado otras dos localidades que fueron tomadas por el ejército ucraniano en su sorprendente ofensiva de este verano dentro de territorio ruso, sobre un territorio de 1.300 kilómetros cuadrados. En total serían ya 12 ciudades recuperadas. También afirma que Ucrania perdió el lunes 400 soldados y cuatro tanques en el frente, algo que Kiiv no confirma ni desmiente. Ucrania sigue intentando abrirse paso y, según Moscú, en las últimas horas sus tropas han repelido seis ataques en dos puntos de la frontera.
Putin necesita más soldados pero no quiere hacer una nueva leva
El presidente decreta una ampliación de 180.000 militares, que situaría al ejército ruso en el segundo lugar en el mundo, sólo por detrás de China
BarcelonaEl presidente Vladimir Putin ha ordenado ampliar el ejército ruso con 180.000 soldados, hasta los 1,5 millones de militares en activo, lo que convertirá al ejército ruso en el segundo mayor en número de tropas, sólo por detrás de China. La decisión se ha tomado en un decreto presidencial que se ha publicado esta madrugada y que entra en vigor el 1 de diciembre.
En concreto, el documento establece al personal de las Fuerzas Armadas Rusas en 2.389.130 personas, de los que 1,5 millones deben ser militares. La última vez que Putin había ampliado las filas del Kremlin fue en diciembre del pasado año, cuando fijó la cifra en 2.209.130 personas (1.329.000 militares).
Es la tercera vez que Putin amplía las filas del ejército desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero del 2022, y llega cuando las fuerzas rusas avanzan al este de Ucrania e intentan expulsar las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk. Tras convocar a 300.000 reservistas ante la contraofensiva de Ucrania a finales del 2022, que provocó una fuga masiva de hombres en edad militar del país, Rusia ha confiado en el reclutamiento de soldados voluntarios, a los que atrae con sueldos relativamente altos. Esta vez el ministerio de Defensa volvió a decir que el reclutamiento será voluntario. Otra leva obligatoria sería impopular.
Antes el Kremlin había reforzado sus filas en agosto del 2022, seis meses después de poner en marcha la invasión a gran escala de Ucrania y siempre lo ha justificado con el mantra de las "crecientes amenazas para el país asociadas a la Segunda Operación Militar Especial [el eufemismo de la invasión] y la actual expansión de la OTAN". Al empezar la invasión, Moscú contaba con 1.013.628 soldados, el resultado del último engorde de las tropas, que Putin había dictado en el 2017.
Más soldados que Estados Unidos e India
Según datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), un centro de investigación militar de referencia, con esta ampliación Rusia tendría más soldados en activo que Estados Unidos e India y su ejército sería en el segundo en volumen de tropas del mundo, sólo por detrás de China. El personal militar activo de China es de dos millones. Aunque el Kremlin ha blindado como secreto de estado las cifras sobre los soldados que tiene desplegados en Ucrania –al igual que los que mueren o quedan heridos en la guerra– el pasado junio Putin habló de casi 700.000 soldados.
La ampliación va asociada a una factura importante, porque estos voluntarios no sólo deben recibir sus salarios sino que necesitan equipamiento. La investigadora de Carnegie Endowment Dara Massicot, que ha estudiado el esfuerzo que le costará a Rusia renovar su ejército, pone una pregunta sobre la mesa: ¿podrá el Kremlin pagar la factura de la ampliación si también debe sostener la producción de armas y renovar sus arsenales y equipos? Massicot cree que hacer ambas cosas requiere "un reordenamiento significativo de la economía y el mercado laboral que el Kremlin no ha querido hasta ahora". En un informe reciente, considera que "financieramente, para Rusia tendría más sentido en la posguerra una reserva de un millón de soldados", por lo que cree que la cifra se rebajaría después de la guerra. El Kremlin podría rebajar los costes con otra leva obligatoria (que ahora sería aún más impopular) o abrir más las puertas del ejército a las mujeres, lo que tampoco sería bien recibido.
La investigadora interpreta la decisión del Kremlin más como un gesto de debilidad que como una amenaza. "Parece una iniciativa real para reclutar y ampliar, no un espectáculo para intimidar a los demás. El método actual a base de voluntarios funciona pero genera tensiones. Y esa ampliación genera más gasto y más tensión", ha dicho a X.