Rusia intenta hacer creer que ha matado a 600 soldados ucranianos en Kramatorsk sin que haya ningún indicio
Tanto las autoridades de Kiev como periodistas independientes aseguran que la información es falsa
BarcelonaEl ministerio de Defensa ruso ha asegurado este domingo que ha matado a más de 600 soldados ucranianos en un ataque con misiles contra dos bases militares temporales en Kramatorsk, en la provincia de Donetsk. En un comunicado, ha argumentado que el bombardeo se había ordenado en represalia por el ataque ucraniano contra Makiivka en Nochevieja, como consecuencia del cual murieron al menos 89 militares rusos, según el recuento oficial reconocido por Moscú. Horas después, Kiev ha negado la información, que ha calificado de "propaganda", y unos cuantos periodistas independientes han asegurado que en el lugar del supuesto ataque no había ningún indicio de una masacre de estas dimensiones.
El portavoz de Defensa ruso, Ígor Konashenkov, ha explicado que el objetivo de la supuesta "operación de revancha" habían sido dos edificios que alojaban a más de 1.300 soldados, de los cuales casi la mitad habían muerto. Pero la situación en la zona, descrita por ejemplo por periodistas de la agencia Reuters, era de solo algunos edificios maltrechos, no afectados directamente por el bombardeo y sin ninguna prueba que demostrara que había habido víctimas: no había indicios evidentes de que ahí se hubieran alojado soldados, ni rastro de cuerpos ni de sangre, según la misma agencia.
Otros periodistas han informado a través de las redes sociales y han publicado fotos que desautorizaban la información rusa. "Estoy ahí y es un poco extraño que el edificio ni siquiera esté aislado. Los vecinos tampoco han visto ambulancias esta mañana", ha explicado el reportero de la televisión pública finlandesa Antti Kuronen.
"Es otra noticia de propaganda rusa", ha asegurado Serhi Cherevati, portavoz del ejército ucraniano, a la BBC. Antes, el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, había informado de que Rusia había lanzado siete misiles contra Kramatorsk y el alcalde de la ciudad, Oleksandr Honcharenko, había detallado que las bombas habían afectado a dos centros educativos y ocho bloques de pisos y garajes, pero que no había habido víctimas.
El de Kramatorsk no ha sido el único bombardeo ruso de este domingo, una vez acabada la supuesta tregua de un día y medio anunciada por Vladímir Putin para celebrar la Navidad ortodoxa. Las autoridades ucranianas han informado de que al menos dos personas han muerto, una en la región de Járkiv y otra en Soledar, en Donetsk, una localidad muy cerca de Bajmut, uno de los puntos más calientes de la guerra desde hace semanas.