Serbia intensifica la represión contra los estudiantes, que mantienen el pulso en el gobierno
Las últimas grandes protestas acabaron con 77 detenidos y los manifestantes, que reclaman elecciones anticipadas, levantaron barricadas en Belgrado
BarcelonaEl centro de Belgrado se ha llenado de barricadas en las que estudiantes y opositores al régimen de Aleksandar Vučić, del Partido Progresista Serbio, duermen desde las protestas multitudinarias del sábado. Los manifestantes, liderados por los estudiantes, consideran el gobierno ilegítimo y reclaman a Vučić que convoque elecciones anticipadas. Antes de las protestas del sábado, que fueron especialmente multitudinarias, los estudiantes emitieron un ultimátum para que se convocaran elecciones antes de las 21 h del sábado, exigencia que el presidente rechazó. Las elecciones presidenciales están previstas para 2027.
Las protestas empezaron en noviembre después de que la marquesina de una estación de tren renovada en la ciudad de Novi Sad se derrumbara y matara a 16 personas, lo que provocó la dimisión del primer ministro y la remodelación del gobierno. Ese hecho catalizó el malestar social contra un gobierno que consideran corrupto y pseudodemocrático. La manifestación del sábado volvió a registrar cifras multitudinarias. Según un estudio independiente del Archivo de Reuniones Públicas, la participación fue de 140.000 personas, mientras que la policía fija su cifra en 36.000.
A diferencia de las manifestaciones precedentes, este sábado se produjeron enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía, que utilizó porras y gases lacrimógenos. Vučić, que afila cada vez más el discurso, acusó a los organizadores de incitar a la violencia y los tildó de "terroristas", al tiempo que denunció un complot extranjero por derribar a su gobierno. Según la policía serbia, 48 agentes resultaron heridos y 22 manifestantes buscaron asistencia médica.
La situación ha escalado como resultado del progresivo aumento de la represión contra los opositores por parte de los aparatos del estado serbio. Tras la manifestación, el ministro del interior, Ivica Dadic, informó de la detención de 77 personas, 38 de las cuales seguían bajo custodia el domingo. La mayoría de los detenidos se enfrenta a cargos penales. Además, según comunicaba el Tribunal Superior de Serbia, el viernes ya se habían detenido a cinco personas acusadas de conspirar para derrocar al gobierno, y el domingo se detuvieron otras ocho por acusaciones de planificar el bloqueo de carreteras y el ataque a instituciones estatales.
Las demandas de los manifestantes
Los estudiantes reclaman reformas para que las elecciones sean libres y justas, como la revisión de registros electorales y la igualdad de acceso a los medios de comunicación, y acusan al gobierno de corrupción generalizada. Además piden cambios en el sistema universitario, como la garantía de salarios justos y el respeto a la autonomía de las universidades.
Los manifestantes aseguraron que no cederán y en un comunicado dieron luz verde a quienes participan en las protestas para "tomar la libertad con sus propias manos". Afirman que "las autoridades tenían todos los mecanismos para evitar una escalada" y que "cualquier radicalización de la situación es su responsabilidad".
Sin embargo, el gobierno serbio no renuncia a la petición de entrada en la UE. Esto mientras mantiene relaciones con China y Rusia, y no se ha unido al régimen de sanciones internacionales contra Rusia con motivo de la invasión de Ucrania.