Suecia, escenario de la peor guerra de bandas criminales de Europa
En 2022 se registró el récord de muertes en tiroteos en el país escandinavo, que encabeza los rankings de violencia armada en la UE
BarcelonaLa policía sueca ha creado un grupo de trabajo especial para intentar acabar con la violencia vinculada a las bandas de crimen organizado. La sangrienta guerra entre grupos rivales en Suecia ha situado al país escandinavo en lo alto de las estadísticas de este tipo de violencia en Europa. La pugna entre grupos criminales se ha convertido en un problema tan grande en Suecia que el ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, lo describió a principios de este año como "un tipo de terrorismo doméstico". El 2022 fue un año de récord, con el máximo histórico de tiroteos: hubo 391, que provocaron 63 muertos, también una cifra histórica. Este año, hasta septiembre, ya ha habido 41 muertos en tiroteos.
"Ninguna sociedad decente puede tolerar más de un tiroteo mortal a la semana", sostenía Strömmer sobre el balance del año pasado. Si se compara con los países vecinos, las cifras son todavía más escandalosas: en Dinamarca y Noruega se produjeron cuatro tiroteos mortales el año pasado, y en Finlandia, dos. De hecho, las cifras de Suecia no tienen comparación con ningún otro país de la Unión Europea, según destaca el último informe del Consejo Nacional de Prevención de los Delitos (BRÅ) sobre violencia armada, publicado en 2021. En Suecia se registran cada año cuatro muertes por arma de fuego por millón de habitantes, mientras que la media europea es de 1,5. Además, mientras que la tendencia general en Europa es desde hace años que las muertes violentas van a la baja, en Suecia pasa lo contrario, especialmente desde el 2013.
El problema se focaliza en los jóvenes de entre 20 y 29 años, prácticamente el único grupo de edad donde las muertes por arma de fuego crecen –18 muertos por millón de habitantes, comparado con un abanico de entre 0 y 4 en la mayoría de países–. Croacia es el único país, aparte de Suecia, donde se observa un cierto aumento de los tiroteos mortales contra personas de este grupo de edad, pero el incremento no es tan acusado como para que afecte a la tendencia general del país en cuanto a muertes violentas, según destaca el informe del 2021.
"Las principales víctimas de la guerra de bandas son los jóvenes de entre 15 y 29 años, pero además vemos a niños de 9 y 10 años que están siendo reclutados", explica al ARA Ardavan Khoshnood, criminólogo de la Universidad de Malmö. Destaca que en Suecia los menores de 15 años son inimputables y, además, los menores de 18 años reciben penas mucho más bajas que los mayores de edad. "Esto lo utilizan las bandas a la hora de reclutar a chicos muy jóvenes", añade.
Drogas, armas y revanchas
El año pasado se registraron 116 homicidios en Suecia, de los que 63 corresponden a muertos en tiroteos. "Esto supone que más de la mitad de todos los homicidios en Suecia estuvieron relacionados con las bandas criminales", destaca Khoshnood. Pero ¿qué hay detrás de estas cifras? "Básicamente, una guerra por el narcotráfico. Pero también hay elementos de revancha, crímenes de honor", apunta.
Khoshnood explica que en los 90 Suecia tenía "el mismo problema que el resto de Europa" con el nacimiento de las bandas criminales de motoristas, como Hell's Angels y Bandidos, pero que en los últimos 20 años el país ha experimentado un "incremento enorme" de grupos más pequeños, que no tienen la jerarquía de aquellas bandas. Más bien son redes de criminales que no tienen muchos vínculos permanentes entre ellos. "Tu mejor amigo se puede convertir en tu peor enemigo", afirmaba en una entrevista a la cadena SVT el exmafioso Ali Khalil, que ha escrito un libro sobre su experiencia en una banda de Göteborg.
"Estas redes criminales son muy peligrosas porque tienen una alta capacidad de usar la violencia", señala Khoshnood, que destaca que Suecia tiene un enorme tráfico de armas ilegales, entre las cuales hay, además de pistolas, armas de guerra, como fusiles automáticos, granadas y explosivos. "Hay un contrabando constante de armas", dice el criminólogo, que detalla que gran parte provienen de los Balcanes.
El informe de BRÅ indicaba que "hay indicios de problemas crecientes con la delincuencia de bandas, así como el tráfico de armas y de drogas también en algunos otros países de Europa", pero añadía que esto en ninguna parte se refleja en los datos generales sobre violencia mortal.
Problema multifactorial
La gran pregunta es por qué se ha producido esta tendencia solo en Suecia. "No hay un elemento específico y único", apunta el criminólogo. A menudo, desde ciertos sectores, se atribuye la culpa a la inmigración, puesto que gran parte de los miembros de estas bandas son extranjeros, sobre todo procedentes o con orígenes en los Balcanes, el Próximo Oriente o el norte de África, tanto inmigrantes de primera generación como de segunda, señala Khoshnood. "Pero no es tan sencillo: Alemania, por ejemplo, ha recibido también una gran cantidad de inmigrantes y no tiene este problema", argumenta.
Por el contrario, apunta a un problema "multifactorial", a pesar de que destaca cuatro elementos interconectados: un crecimiento muy rápido de los grupos criminales en el país; un mercado enorme de armas; una tasa muy alta de inmigración –y que, en muchos casos, no se ha hecho nada para integrar, "solo se los ha dejado entrar y se los ha enviado a los guetos", dice–, y una ley poco severa. "Ahora se está empezando a discutir un endurecimiento de la ley para este tipo de delitos de las bandas, una cosa que Dinamarca y Noruega hicieron hace 20 años", remarca el criminólogo. Con todo, augura que, en caso de que estos cambios legislativos tengan efecto, hará falta al menos una década para empezar a notar mejoras.