Los tentáculos del lobi sionista en Europa
Las autoridades y los grupos proisraelíes presionan especialmente al Parlamento Europeo
BruselasExiste la percepción de que la Unión Europea tiene poco que hacer en el conflicto palestino-israelí. Por ejemplo, cuando hace poco más de un año los líderes europeos pidieron un alto el fuego en Gaza por primera vez, nadie se les tomó muy en serio, como si fuera una petición meramente simbólica sin efectos prácticos. En cambio, todo el mundo estaba pendiente de lo que decían Estados Unidos. Lo mismo ocurre con las últimas peticiones de embargo de armas de algunos Estados miembros o de revisar el acuerdo de asociación de la UE e Israel; sólo se toman como mensajes diplomáticos y se da casi por supuesto que no terminarán en nada.
Sin embargo, Tel-Aviv y los lobis más prosionistas tienen claro que Bruselas sí tiene voz y voto. Tras Washington, la capital belga es donde Israel concentra más sus esfuerzos diplomáticos y se encuentran más grupos de presión proisraelíes. ¿Por qué? "La UE es el mayor socio comercial de Israel y el principal donante de apoyo humanitario en Gaza", responde de forma resumida al ARA la directora de la organización independiente Instituto Palestino para la Diplomacia Pública, Inés Abdel Razek. Además, en torno al 30% de las armas que importa Israel provienen de la UE, principalmente de Alemania.
A partir de principios de los años 2000, los lobis sionistas empezaron a hacerse fuertes en Bruselas, que es la sede de las principales instituciones europeas y de la OTAN. Una parte importante de estas organizaciones ya se encontraba antes en Estados Unidos, como el AJC Transatlantic Institute. También existen grupos de presión que nacieron con el amparo de lobis con presencia en Washington e inspirados en el trabajo de estas organizaciones en las administraciones estadounidenses, sobre todo con el objetivo de influir directamente en los legisladores, como ELNET, con sede en París pero mucha presencia en Bruselas. Otros no tienen una oficina fija, pero presionan y organizan actos desde EEUU, como el WJC o el Atlantic Council.
En este sentido, el director del centro de estudios Proyecto Europeo para Oriente Medio (EuMEP, en sus siglas en inglés), Martin Konecny, afirma a este diario que "probablemente no hay ningún otro país del mundo que tenga tantos lobis defendiendo sus intereses", si bien constata que "todavía hacen mucho".
De hecho, el registro de transparencia de la Unión Europea evidencia que los lobis sionistas, así como el Estado de Israel directamente, son muy activos en las instituciones comunitarias, sobre todo en el Parlamento Europeo. En la pasada legislatura, constan más de 350 encuentros con eurodiputados por parte de grupos de presión más bien proisraelíes o directamente diplomáticos del estado israelí. Y, desde el principio de la legislatura actual, que empezó a mediados del año pasado, las organizaciones proisraelíes llevan ya más de 200 reuniones registradas. Estas cifras contrastan con las de organizaciones más bien propalestinas, que en la anterior legislatura se quedaron en torno a las 240 y en ésta llevan poco más de 100.
En cuanto a la Comisión Europea, las diferencias se repiten, si bien la intensidad de los encuentros es mucho menor. En esta legislatura no consta ningún encuentro de una entidad más bien propalestina y sólo uno de un grupo de presión sionista, del AJC Transatlantic Institute con la comisaria encargada de Asuntos Mediterráneos, la conservadora croata Dubravka Šuica. En la primera legislatura de Ursula von der Leyen, la cifra de este tipo de encuentros registrados asciende a doce, mientras que las propalestinas se quedan a tres.
El objetivo: la derecha y Alemania
Dentro de la Unión Europea existe disparidad de opiniones sobre la guerra de Gaza. Y, por este motivo, los lobis sionistas e Israel centran sus esfuerzos sobre todo en mantener a su lado a los partidos y estados miembros que tradicionalmente le han sido afines, como la derecha o la extrema derecha y eurodiputados alemanes, austriacos, checos y, entre otros, húngaros. En este sentido, fuentes europarlamentarias apuntan al ARA que es "completamente lógico" que los grupos de presión gasten energías en el Parlamento Europeo al convencer a quienes ya saben que pueden defender sus intereses, y no con representantes y autoridades que probablemente no les apoyarían de ninguna manera.
Los datos del portal de transparencia de la UE vuelven a hablar por sí solos. Mientras que los eurodiputados de Alemania, que es uno de los países más prosionistas del bloque comunitario, en la pasada legislatura registraron al menos unos 80 encuentros relacionados con Israel; los representantes españoles se quedaron en las 40. Y, entre los europarlamentarios del Estado, los del PP durante la actual legislatura sólo se han reunido con autoridades israelíes y grupos de presión prosionistas, pero con jefe de propalestino. El PSOE, en cambio, ha mantenido algunos encuentros con diplomáticos israelíes, así como con organizaciones propalestinas y fuerzas políticas israelíes opositoras en el gobierno de Benjamin Netanyahu. Por el contrario, la gran mayoría de encuentros de los partidos españoles y catalanes que forman parte de la familia política de los Verdes (como ERC o BNG) y la Izquierda (Podemos) son con organizaciones propalestinas.
Con todo, tal y como sacó a la luz el medio especializado en investigación periodística Follow the Money, hay muchos eurodiputados que no registran sus encuentros con organizaciones proisraelíes. Por eso, fuentes europarlamentarias explican al ARA que algunos eurodiputados se han quejado en reiteradas ocasiones a la presidencia del Parlamento Europeo, que ocupa la conservadora maltesa Roberta Metsola, pero no han obtenido respuesta. "Se mueven con absoluta libertad y sin demasiado control", denuncian. En este sentido, sorprende que no se notifique ningún encuentro de Vox, un partido muy cercano a las posiciones sionistas más extremistas, con autoridades o grupos de presión israelíes durante esta legislatura ni el pase, y que en general la extrema derecha europea registre pocas.
Sea como fuere, los lobis como ELNET y AJC Transatlantic Institute con los que ha contactado este diario defienden que hacen un trabajo legítimo de defender los intereses de la comunidad judía y el Estado de Israel. Y, en la misma línea, el experto Konecny constata que tienen derecho a ello, pero asegura que el "problema" es "hasta qué punto, cómo y por qué" los representantes políticos y las autoridades comunitarias acaban abrazando sus posicionamientos y los del gobierno de Netanyahu. "La responsabilidad final la tienen los políticos", subraya Konecny.
En este sentido, Abdel Razek apunta que las presiones de la diplomacia israelí y los lobis sionistas "tienen efecto en la Unión Europea". Pese a que no penetre por igual en todos los estados miembros y formaciones políticas, logran que buena parte de las autoridades europeas les apoyen. Y, en gran parte, debido a la división y la falta de una posición común de la UE, el bloque europeo apenas se ha movido en relación con la guerra de Gaza, sigue suministrando armas al ejército israelí y mantiene a Israel como un socio comercial prioritario, sin ningún tipo de sanción.