Ucrania tiene otro miedo: sus drones dependen de Elon Musk

La dependencia de Kiiv del sistema de comunicaciones del magnate preocupa a las autoridades ucranianas, que buscan alternativas

Un militar ucraniano prepara un sistema de Internet por satélite Starlink en el frente.
Olha Kosova
12/03/2025
4 min

KiivEl regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha sido incluso más convulso de lo esperado en Ucrania. El abucheo a Volodímir Zelenski en el Despacho Oval, la suspensión del apoyo militar y de inteligencia por parte de Estados Unidos –ahora restablecidos–, los bombardeos masivos contra infraestructuras críticas, la devastación de ciudades cercanas del frente como Dobropilia o la ofensiva rusa para recuperar la región de Kursk están marcando un punto de inflexión en la guerra. Las conversaciones en Arabia Saudí, en las que Kiiv ha aceptado la propuesta de alto el fuego parcial de la Casa Blanca, parece que han reconducido mínimamente las frágiles relaciones entre Zelenski y Trump. Pero la semana pasada culminó con una alerta inquietante, que preocupa a los ucranianos pese a las noticias que el martes llegaban desde Yida: Elon Musk afirmó que "toda la línea del frente" en Ucrania colapsaría si se desconectara Starlink, la red de satélites de comunicación que es de su propiedad.

En Kiiv sus palabras siguen sonando como una amenaza. También en Europa. Varsovia respondió el fin de semana con firmeza: el ministerio de Asuntos Exteriores polaco recordaba a Musk que es Polonia quien financia parte de las terminales de Starlink utilizados por las fuerzas ucranianas. Pero ni los insultos del magnate ni las acusaciones de "ingratitud" del senador Marco Rubio calmaron la incertidumbre. SpaceX acabó asegurando que no habría interrupciones en el servicio, pero en Ucrania ya nadie confía en las promesas del equipo Trump. Ahora las Fuerzas Armadas buscan alternativas.

El sistema Starlink, una red de satélites de comunicación para dar Internet de forma global, ha sido clave para que los soldados ucranianos tengan Internet en cualquier punto del frente. Esto, desde un punto de vista militar, ha sido esencial para el ejército de Kiiv. Pero también desde un punto de vista personal para uniformados. Para cada soldado los mensajes que les llegan al teléfono a través de Starlink son reliquias, palabras memorizadas por quienes siguen con vida.

Antes de ir al frente de Huliaipole, en Zaporíjia, el soldado David –nombre ficticio para proteger su identidad– recibió un mensaje de su padre: "Estoy orgulloso de ti y te quiero mucho". Nunca llegó a responderle. En la morgue, una enfermera lloraba al mostrarme la pantalla destrozada de un teléfono. En otra parte del frente, un terminal blanco de Starlink había quedado enganchado en un árbol de la región de Járkov. La última frase que transmitió ese satélite desde Bakhmut decía: "No sé si sobreviviré. Somos demasiada gente conectada al Starlink ahora, así que llamaré más tarde". Nunca llegó a llamar.

La importancia de la inteligencia

Tras un brutal invierno, las tropas ucranianas se preparan ahora para una nueva fase marcada por la incertidumbre de sus aliados. Los nombres de Musk y Trump apenas provocan reacción alguna que no sea un insulto o un gesto de asco entre los soldados que alguna vez confiaron.

"No somos un estado títere que desaparecerá sin ayuda estadounidense", sostiene Oleksiy Getman, un mayor retirado y analista militar. Explica que los aviones AWACS de la OTAN, que patrullan en aguas neutrales, pueden "ver" a 300 o 400 kilómetros de distancia. Esta información, combinada con datos de satélite, permite a Ucrania interceptar misiles y atacar depósitos enemigos. Pero la suspensión temporal de la ayuda estadounidense de estos últimos días les complicó mortalmente el trabajo. "Los ataques contra nuestra red eléctrica la semana pasada ocurrieron porque no vimos venir a los misiles", explica. El corte de la inteligencia –ya reanudada– también se notó en la región de Kursk, donde las tropas rusas y norcoreanas están avanzando.

Los dispositivos de Starlink han sido clave para controlar el avance de las tropas enemigas y los proyectiles lanzados desde el otro lado del frente. También se han utilizado desde el inicio de la invasión para atacar. Es decir, para contactar con los centros de mando del ejército ucraniano y poder enviar coordenadas e imágenes capturadas con drones de objetivos enemigos. Ucrania utiliza alrededor de 100 000 terminales de SpaceX. Elon Musk les cedió a Kiiv a principios de la invasión, tras un llamamiento desesperado del gobierno de Zelenski.

Alternativas europeas

"Si Musk nos corta a Starlink, la única opción es operar los drones con cables de fibra óptica, como hacen los rusos", advierte Oleksiy Getman, militar experto de Kiiv. Pero esta alternativa tiene problemas: los drones perderían velocidad y maniobrabilidad y, además, las fuerzas rusas pueden localizar más fácilmente al operador. Maria Berlinska, activista y directora de Victory Drones, ha instado al ejército ucraniano a buscar alternativas: "Si hay una quiebra técnica de unos días o semanas, el caos sería total. Perderíamos muchas vidas".

Por todo ello, Ucrania busca alternativas en Europa. La Unión Europea ya negocia con cuatro proveedores de internet de satélite para reemplazar a Starlink: SES (Luxemburgo), Hisdesat (España), Viasat (Reino Unido) y Eutelsat/OneWeb (Francia-Reino Unido).

De todos modos, Ihor Lutsenko, comandante de una unidad de drones del ejército de Kiiv, admite que perder Starlink sería un golpe devastador, pero no el fin de la guerra. Y explica que en la región de Kursk los soldados ya prueban alternativas, aunque la dependencia de Musk sigue siendo crítica.

stats