Países Bajos

Wilders fracasa en el intento de liderar los Países Bajos pese a ponerse la piel de cordero

La coalición conservadora busca ahora un nombre de consenso como primer ministro

2 min
El líder xenófobo del Partido de la Libertad, Geert Wilders, en una imagen de archivo.

BruselasEl ganador de las últimas elecciones neerlandesas, Geert Wilders, ha aflojado el tono contra los inmigrantes y la comunidad musulmana desde que se ve capaz de gobernar a los Países Bajos y necesita el apoyo de formaciones políticas más moderadas que la suya, el ultraderechista Partido de la Libertad. Ahora bien, aunque en los últimos días ha evitado bramar a favor del cierre de mezquitas o la prohibición del Corán, como ha dicho reiteradamente y vulnerando la Constitución del país, no ha logrado quitarse la llufa de xenófobo y sus potenciales socios de gobierno no han querido convertirlo en primer ministro.

Ante este aislamiento, y después de meses de negociaciones fallidas, a Wilders no le ha quedado más remedio que rendirse. "Solo puedo ser primer ministro si todos los partidos de la coalición me apoyan. Y no es el caso", ha constatado por las redes sociales el líder euroescéptico, que ganó de forma clara los últimos comicios.

Esto no quiere decir, sin embargo, que el partido de Wilders quede fuera del nuevo ejecutivo. A estas alturas, según apuntan medios de comunicación neerlandeses, la opción más viable es poner como primer ministro a un dirigente de consenso entre las cuatro formaciones que negocian el nuevo gobierno de coalición, pero que no sea ninguno de los cuatro líderes.

Incluso se está estudiando la posibilidad de que se apuntale como primer ministro una personalidad sin representación en el Parlamento neerlandés. Cabe recordar que, aparte del Partido de la Libertad, también está el partido del primer ministro en funciones, Mark Rutte, una formación populista defensora del campesinado y una nueva escisión del partido tradicional democristiano.

El exsenador socialdemócrata Kim Putters, que es el mediador de las negociaciones de los cuatro partidos conservadores, ya ha avanzado que los respectivos líderes están dispuestos a "dar el siguiente paso" y, por tanto, a escoger un nombre que convenza a todos los socios. En la misma línea, Wilders ya dijo por la red X que él no sería un arrecife. "Quiero un gobierno de derechas. Menos asilo e inmigración. Primero los neerlandeses. El amor por mi país y mi votante es grande y más importante que mi cargo", pió.

Las negociaciones para formar gobierno en los Países Bajos se han acelerado desde que Rutte oficializó su candidatura a liderar la OTAN, que ya cuenta con el apoyo de EE.UU. y de los principales aliados atlánticos. Además, Países Bajos quieren llegar con un ejecutivo de pleno derecho a las elecciones europeas del 9 de junio, en las que se prevén los mejores resultados de la extrema derecha de la historia, ya la consiguiente elección de los grandes cargos de las instituciones europeas .

stats