Greta Thunberg en Glasgow: "Llevamos décadas de bla, bla, bla. ¿Y qué hemos conseguido?"

Miles de personas llenan las calles de la ciudad escocesa para añadir presión a los gobiernos reunidos en la COP26

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Greta Thunberg en la manifestación de Fridays for Future en Glasgow, el 5 de noviembre de 2021.

BarcelonaUn nuevo grito de alerta por el planeta. Un nuevo SOS de las futuras generaciones se ha oído este viernes en las calles de Glasgow, donde estos días se celebra una cumbre clave -una más- para parar el calentamiento global. El grito de los jóvenes en la calle increpaba a los gobiernos del mundo entero, reunidos estos días en la COP26, y les reclamaba que dejen ya "el bla, bla, bla", que es como define las promesas climáticas de gobiernos y empresas la activista adolescente sueca Greta Thunberg. La chica que, con una pequeña pancarta ante el Parlamento sueco consiguió fundar un movimiento climático global, volvía a estar este viernes al frente de la protesta -a pesar de que intentaba sin éxito mezclarse con la multitud y pasar inadvertida- y volvía a poner voz a la indignación de los más jóvenes con la inacción climática.

"Les voces de las futuras generaciones se ahogan en el greenwashing y las palabras y promesas vacías de los líderes mundiales", ha lamentado Thunberg, que ha considerado que la COP26 es un fracaso y que "se ha convertido en un evento de relaciones públicas". "Mucha gente se pregunta qué hace falta para que despierten. Pero es que ya están despiertos, y saben perfectamente lo que hacen", ha dicho la activista, que ha criticado que los líderes del mundo solo luchan por "mantener el statu quo" y "seguir beneficiándose de este sistema destructivo". "No necesitamos más promesas vacías, y es esto todo lo que recibimos. Llevamos 26 cumbres, décadas de bla, bla, bla. ¿Y qué hemos conseguido?", ha insistido, y ha reivindicado que el auténtico liderazgo en la lucha contra la crisis climática es el de los activistas.

Thunberg compartía protagonismo con otros muchos activistas jóvenes del movimiento que ella misma inspiró, que han subido al escenario uno tras otro durante más de dos horas. De hecho, la gran mayoría de portavoces que han hablado en la plaza George de Glasgow venían de países pobres, los que más sufren el impacto de la crisis climática y los que menos responsabilidad tienen. "Me impliqué en este movimiento porque el norte global ha masacrado, bombardeado y matado de hambre a mi gente en nombre del petróleo", ha gritado Aysha Siddiqa, activista del norte de Pakistán que ha levantado una larga ovación de los jóvenes presentes. También se han leído mensajes enviados por jóvenes desde varios campos de refugiados. Y representantes de los pueblos indígenas del Amazonas han llenado también el escenario con sus vestidos tradicionales y cánticos tribales para presentarse de nuevo como "los principales defensores del medio ambiente" y para denunciar también "la política genocida del gobierno brasileño".

Más de 8.000 personas, según fuentes oficiales, llegadas desde todos los rincones del planeta han inundado las calles de la ciudad escocesa para reclamar acciones contundentes contra la emergencia climática. "Defendemos el futuro", decía una de las grandes pancartas, de las muchas que nutrían la marcha convocada por el movimiento juvenil Fridays for Future. Era un nuevo viernes de huelga escolar por el clima, pero esta vez con más motivo que nunca, puesto que de lo que salga de esta cumbre de Glasgow depende el ritmo de la transición energética indispensable para poner fin al calentamiento global. Si los gobiernos del mundo no salen de la COP26 con una apuesta clara para pulsar el acelerador de esta transformación, el futuro de los jóvenes que este viernes gritaban en las calles de Glasgow podría ser muy negro. Y ellos lo saben.

"No hay planeta B", coreaban los manifestantes, entre los cuales había muchos niños y adolescentes. "¡Actuad ahora!" y "Parad el ecocidio" eran otros de los eslóganes en las centenares de pancartas que recorrieron la ciudad escocesa. Se han oído consignas en muchos idiomas y las decenas de banderas de colores diferentes que sobrevolaban la marcha mostraban la gran diversidad geográfica de los manifestantes. Representantes de los pueblos indígenas han encabezado algunos sectores de la marcha, como líderes indiscutibles de la lucha para preservar la naturaleza. Otros muchos colectivos se han sumado, incluidos los trabajadores del sector de los residuos de Glasgow, que están en huelga estos días por sus condiciones laborales y a los que la misma Thunberg ha invitado a unirse.

Más organizados y más entrenados

La voz de las futuras generaciones está cada vez más presente en las negociaciones climáticas. No solo por la presión que genera sobre los líderes políticos, gracias al eco que han conseguido en la opinión pública, sino también porque los activistas están cada vez más organizados y entrenados para este tipo de eventos. Algunas de las delegaciones de activistas juveniles, como la de Bélgica, que es una de las más activas, han viajado hasta Glasgow también para reunirse con representantes políticos y expresarles en primera persona sus inquietudes y demandas.

El movimiento Fridays for Future se ha hecho grande, y va muchísimo más allá de la figura de Greta Thunberg. Los rostros del movimiento son mucho más diversos, y otros muchos portavoces juveniles también han sido invitados a hablar desde los micrófonos de la COP26 estos días. "Me planté ante los líderes mundiales de Glasgow y les pedí que se tomen seriamente su responsabilidad histórica y que tomen medidas serias en este sentido. Hasta ahora no lo han hecho, pero los miles de voces desde la calle de este fin de semana se asegurarán que nos escuchen", decía la activista de Kenia Elizabeth Wathuti.

Las activistas climáticas sueca, Greta Thunberg, y ugandesa, Vanessa Nakate, con la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, en la cumbre de Glasgow COP26.

Y es que la movilización por la COP26 no acaba este viernes. Seguirá sábado con una nueva jornada de movilizaciones convocadas en 200 localidades de 20 países del mundo, en un nuevo Día de Acción Mundial por la Justicia Climática. Se espera que miles de personas salgan de nuevo a la calle en Glasgow, con Greta Thunberg otra vez al frente, pero también en otras muchas ciudades del mundo.

"La COP26 ha sido calificada como la COP más excluyente. Esto ya no es una conferencia climática. Es un festival de greenwashing del norte", había tuiteado Thunberg poco antes de la manifestación -una frase que ha repetido durante su discurso-, poniendo el dedo en la llaga de los problemas de inclusión que ha generado una cumbre en plena pandemia. Y es que los requisitos sanitarios del Reino Unido han dejado en casa a muchas delegaciones de los países más pobres, como por ejemplo las que no han recibido todavía la segunda dosis de vacunación.

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