Próximo Oriente

Hamás dispara contra la zona de Tel Aviv en respuesta a los bombardeos israelíes en Gaza

La escalada de violencia ya ha provocado más de 30 muertos y el ejército de Israel se moviliza alrededor de la Franja

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Un grupo de palestina traen los cuerpos de una mujer y su hijo, muertos durante los bombardeos de este lunes por la noche, al campo de refugiados de A el Shati, al norte de Gaza

BarcelonaLa violencia desatada ayer en Jerusalén y en la Franja de Gaza ha seguido subiendo de intensidad a lo largo de este martes. La cifra de muertes supera ya las 30 personas (28 palestinos y 3 israelíes), después de una jornada marcada por la intensificación de los bombardeos sobre Gaza y por la respuesta de Hamás en forma de ataque con cohetes sobre la zona de Tel Aviv, donde vive la mitad de la población de Israel. Son las jornadas más duras en el corazón del Próximo Oriente desde la crisis de 2018-2019 y sus consecuencias son hoy por hoy imprevisibles.

Hace años que la Franja de Gaza –sometida a un estricto asedio desde 2007– se ha convertido en el saco de boxeo preferido de Israel cuando pone en marcha una escalada contra los palestinos. Y, a pesar de que esta crisis se desencadenó en la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, que fue atacada por fuerzas israelíes el lunes de madrugada en plena oración, las bombas han acabado lloviendo sobre Gaza. El balance provisional es de al menos 28 palestinos muertos, entre los cuales diez niños, según el ministerio de Salud de la Franja, bajo la autoridad de Hamás. También hay como mínimo 152 heridos, algunos en situación crítica. Mientras tanto, tres israelíes han muerto víctimas de los cohetes lanzados por Hamás: dos mujeres han perdido la vida por la mañana en la ciudad de Ashkelon, al lado del límite norte de Gaza, y otra a Rishon Lezion, justo al sur de Tel Aviv, a raíz del ataque esta tarde contra la capital, según la prensa israelí.

El primer ministro israelí en funciones, Benjamin Netanyahu, advirtió el lunes que Hamás pagaría un "precio alto" por los cohetes que empezó a disparar en respuesta al asalto policial a la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar sagrado más importante para los musulmanes. Este martes ha anunciado que, ante el aumento del número de cohetes lanzados desde Gaza, "se ha decidido que tanto la fuerza como la frecuencia de los ataques se incrementará", y se han enviado 80 cazas a bombardear la franja. Tel Aviv ha bautizado la operación con el nombre El Guardián de los Muros. El ministro de Defensa, Benny Gantz, ha puesto bajo control militar un tramo de 80 kilómetros alrededor de la frontera con Gaza y ha movilizado a 5.000 reservistas. Según Israel, el 90% de los cohetes disparados desde Gaza han sido interceptados por el sistema de defensa aérea del país.

Bloque de pisos hundido

"Los niños estaban jugando con sus primos en la calle cuando pasó un hombre con una moto y [el ejército israelí] le lanzó dos bombas", explicaba al portal Middle East Eye Youssef Al-Masri, padre de Ibrahim (11 años) y Marwan (7), que murieron en un bombardeo israelí el lunes por la tarde en Beit Hanoun, al norte de la franja. "No puedo encontrar ninguna justificación para atacar a alguien cuando pasa por un barrio superpoblado con decenas de niños jugando en la calle", denunciaba.

Según ha explicado el portavoz del ministerio de Salud de Gaza a la cadena catarí Al-Jazeera, una mujer ha muerto este martes en el campo de refugiados de Al-Shati, al lado de la playa al norte de la franja. Sus hijos también han resultado heridos en el bombardeo, y su estado es estable. Fuentes citadas por Middle East Eye aseguran que otro bombardeo este martes por la tarde sobre la ciudad de Gaza ha afectado a cinco miembros de una misma familia: los padres han muerto, una hija de cuatro años ha quedado "clínicamente muerta", otra hija de cinco años está en la UCI y una tercera hija se encuentra en una unidad de emergencias.

A pesar de todo, las autoridades israelíes aseguran que han matado como mínimo a 20 combatientes de Hamás y atribuyen algunas de las víctimas civiles palestinas al hecho de que un tercio de los centenares de cohetes lanzados desde la franja no habrían llegado a cruzar la frontera y habrían caído dentro del mismo territorio.

Ya durante la noche (hora local) un nuevo bombardeo israelí ha impactado directamente contra la torre Hanadi, un edificio residencial de 13 pisos de la ciudad de Gaza, que se ha hundido. El edificio acogía unas oficinas de Hamás y según testigos citados por Reuters una hora antes del ataque se había advertido a los vecinos que evacuaran la zona. De momento se desconoce si en el momento del bombardeo la evacuación se había completado y si el ataque ha dejado nuevas víctimas.

El ataque contra este edificio ha sido el detonante del ataque contra Tel Aviv, que ha empezado unos minutos más tarde y ha provocado la tercera víctima mortal israelí. Hamás y la Jihad Islámica Palestina han advertido que si continúan los ataques israelíes contra civiles y edificios residenciales, "Tel Aviv continuará bajo el fuego de la resistencia". Medios locales aseguran que los cohetes han provocado daños importantes en ciudades de la entorno a Tel Aviv, como por ejemplo Holon, donde ha habido varios heridos y un autobús ha recibido un impacto. El aeropuerto de Tel Aviv se ha clausurado. Hamás ha asegurado que había lanzado 130 cohetes contra la ciudad.

"Los palestinos estamos solos"

La espiral de violencia se desencadenó a raíz de la batalla campal del lunes en la explanada de las Mezquitas y en el barrio del Sheikh Harrah, en Jerusalén Este, donde una cuarentena de familias palestinas refugiadas intentan evitar que les expulsen de sus casas para entregárselas a colonos israelíes que reclaman la propiedad de antes de la guerra de 1948. El enfrentamiento en esta zona ha durado hasta muy entrada la madrugada del martes. "Hubo más de 600 heridos, de los cuales 400 tuvieron que ser trasladados al hospital. Muchos tenían heridas por balas de goma en la cara y los ojos, y también problemas respiratorios por inhalación de gases lacrimógenos y de un líquido fétido con el que la policía rocía a los manifestantes", explica al ARA Juan París, miembro del equipo de Médicos Sin Fronteras que apoyó a la clínica de campaña montada por la Media Luna Roja palestina. "Entre los heridos había muchas mujeres y niños", añade. Ahora la ONG está pendiente de lo que pase en las próximas horas, además de ofrecerse a las autoridades sanitarias de Gaza. 

"Los palestinos estamos solos: Estados Unidos, Europa y los países árabes solo tienen palabras para Israel, que actúa con total impunidad contra nosotros", lamenta en una conversación telefónica Abdul Najar, un sindicalista de la ciudad de Khan Younis, al sur de la franja de Gaza. "Nos atacan porque resistimos las prácticas de la ocupación; a los ataques contra las mujeres, los niños y los hombres que rezaban en Al-Aqsa, o la confiscación de tierras palestinas en el Jerusalén ocupado", añade.

En varias ciudades de la Cisjordania ocupada y también en territorio israelí –desde Nazaret hasta Haifa– los palestinos se han manifestado contra el asalto a la mezquita y los bombardeos en Gaza. La policía israelí ha vuelto a usar gases lacrimógenos, granadas de humo y balas de goma y un palestino de 48 años de Lod ha muerto en la protesta, no queda claro si por disparos de la policía o de colonos. Ha habido 46 detenidos, según la policía.

A escala internacional se han sucedido los llamamientos a la calma, por parte de Estados Unidos y las potencias europeas. Por su parte, tanto la Liga Árabe como Turquía han condenado los bombardeos sobre Gaza. La analista palestina Ines Abdel Razek, miembro del Instituto Palestino por la Diplomacia Pública, advierte que la secuencia es conocida. "En el corazón de todo está la impunidad de Israel, que primero provoca, ataca y desencadena mucha violencia contra los palestinos. Cuando pasa un determinado nivel algunos países reaccionan, pero nunca hay consecuencias. Falta coraje político", denuncia.

Crisis política

En el trasfondo está la profunda crisis política que sufre Israel, con el bloqueo en las negociaciones para formar gobierno después de haber celebrado cuatro elecciones generales en dos años. Después del fracaso de Netanyahu para reunir una coalición, ahora es el turno del segundo candidato más votado, Yair Lapid, que necesita el apoyo de la Lista Árabe Unida, un partido que representa a los palestinos que tienen nacionalidad israelí. Con este nivel de violencia será difícil que logren un acuerdo. Como escribe un destacado columnista israelí, Ben Caspit: "No parece que Netanyahu esté derramando lágrimas. Al fin y al cabo, su alianza estratégica con Hamás se ha demostrado útil. No para el bien de Israel, pero sí para el de Netanyahu".

Se prevé que la escalada continúe esta semana, llena de fechas marcadas en rojo al calendario: miércoles se celebra el final del Ramadán con la Fiesta del Sacrificio, cuando se espera la presencia de decenas de miles de fieles musulmanes en Al-Aqsa, y sábado es el día de la Nakba, que recuerda la expulsión de gran parte de la población palestina como consecuencia de la creación del estado de Israel el 1948.

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