Francia

La izquierda francesa se encamina dividida y sin opciones hacia las presidenciales

El aparato del Partido Socialista impulsa a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, como presidenciable

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Anne Hidalgo formaba parte de la delegación olímpica francesa de Tokyo

ParísQuedan ocho meses para las elecciones presidenciales, y nada hace pensar que la izquierda francesa se presentará unida. El Partido Socialista (PS) asegura que todavía tiene esperanzas, pero quiere liderar sea como sea la confluencia, lo que los verdes, de momento, quieren evitar para no volver a quedar escondidos bajo las siglas socialistas, como en los comicios presidenciales de 2017. Además, el que hace tres, el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, a pesar de que las encuestas le auguran unos resultados peores que los de hace cinco años, sigue en su línea y continúa haciendo la guerra por su cuenta, sin directamente ni tan solo apelar a la anhelada unidad.

Así, los tres partidos más importantes de la izquierda han empezado a hacer campaña en solitario. Uno de los potenciales candidatos que no ha parado este verano ha sido la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que todavía no ha oficializado su candidatura —espera a ver qué apuntan los sondeos a medida que se acercan los comicios— pero creó la plataforma Ideas en Común con las presidenciales en el horizonte y cuenta con el apoyo del aparato socialista. De hecho, según el diario francés Libération, el primer secretario del PS, Olivier Faure, ligará su continuidad a la candidatura de Hidalgo en una votación de las bases en el próximo congreso del partido, los días 18 y 19 de septiembre.

Si los militantes ratifican la propuesta, la alcaldesa de la capital francesa saldría bien reforzada, hasta el punto que podría evitar que se celebraran primarias —tal como le gustaría a una parte importante del entorno socialista— al ser, claramente, la candidata preferida. "Unas primarias son un OPNI [objeto político no identificado]. Ya lo sufrimos, hace falta que la candidatura de Hidalgo sea indiscutible", argumentó el presidente del grupo del PS en el Senado y uno de los máximos impulsores de la candidatura de Hidalgo, Patrick Kanner. Hay que recordar que las últimas primarias socialistas acabaron como el rosario de la aurora: las ganó Benoît Hamon, que sacó muy malos resultados en las presidenciales, y las perdió Manuel Valls, que finalmente ni apoyó a su compañero de partido, sino a Macron.

Los verdes, en cambio, están a punto de celebrar las primarias y las posibilidades de acuerdo entre los socialistas y los ecologistas varían según quien salga victorioso. El candidato más bien posicionado es Yannick Jadot, que ya fue escogido en 2016 y, finalmente, se juntó con el socialista Hamon. Este año, sin embargo, después de los buenos resultados de los verdes en las elecciones europeas y, en menos medida, en las regionales, Jadot vería más plausible presentarse a las presidenciales en solitario. Le puede disputar la victoria Delphine Batho, que salió rebotada del PS y es la presidenta del partido Génération Ecologie, y el alcalde de Grenoble, Eric Piolle, que apuesta abiertamente por "un arco humanista" que incluya el espacio de Mélenchon y el de Hidalgo. A pesar de las diferentes visiones estratégicas de los ecologistas, es el espacio que tiene menos guerras fratricidas. "Somos nosotros el partido de la orden", bromeó Jadot cuando lo comparaban con los socialistas y los conservadores.

Una derecha también dividida

Al otro lado del espectro político, la derecha tradicional también busca la unidad y tampoco la encuentra. Los candidatos potenciales del entorno al centroderecha francés celebraron el mes pasado una reunión para marcar las reglas del juego de unas primarias, pero contó con una ausencia sonada: Xavier Bertrand, que quiere ir por libre y, según las encuestas, arrasaría con el 40% de los votos en unas potenciales primarias conservadoras. Además, Bertrand tiene una intención de voto del 18% en la primera vuelta de las presidenciales, una prospección que le sitúa como el tercero en discordia en la carrera hacia el Elíseo entre la líder de extrema derecha, Marine Le Pen (un 26% de intención de voto) y Macron (un 24%). "Las presidenciales son un partido a tres bandas", aseguró Bertrand.

Lejos de estos porcentajes de intención de voto, el candidato más bien situado de la izquierda, Mélenchon, sacaría un 9% de los apoyos, seguido de Hidalgo (8%) y Jadot (7%). En cambio, si las tres opciones políticas se presentaran de manera conjunta, según las encuestas, podrían llegar al 16% o al 18% de los votos. Así, tal como se pedía en la manifestación de todos los sindicatos y partidos progresistas del 12 de junio, la única opción de la izquierda para, como mínimo, hacerle cosquillas a Macron, Le Pen y Bertrand y dar la opción a sus votantes de no tener que volver a escoger el mal menor en la segunda vuelta es presentar una candidatura unitaria.

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