Kiev acusa a Moscú de "engañar" con la retirada de tropas

La ONU investigará crímenes de guerra en Ucrania y Estados Unidos plantea expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos

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Una imagen de Kiiv

BarcelonaLas bombas han vuelto a caer este miércoles en las afueras de Kiev y el fuego de artillería no se ha parado tampoco sobre Chernígov, más al norte. Un incumplimiento total, pues, del único compromiso de desescalada militar que se había conseguido hasta ahora en la negociación: Moscú había asegurado el martes que reduciría "drásticamente" la actividad militar en la capital ucraniana y en Chernígov. Una promesa que tanto las autoridades ucranianas como varios gobiernos occidentales ven como una estrategia del Kremlin para esconder un reagrupamiento de fuerzas en aquella zona, después del fracaso en el intento de rodear la capital, mientras concentran su ofensiva en el frente este, en el Donbás, donde el ejército ruso combate el grueso de las fuerzas ucranianas.

Rusia aseguraba, de hecho, que estaba reagrupando sus tropas al norte de Kiev y en Chernígov para concentrarse en el Donbás. Pero este supuesto repliegue al norte no era real, según las autoridades locales. "No es verdad", decía el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, en un vídeo dirigido a los líderes europeos en que explicaba que durante toda la noche de martes a miércoles se habían "oído sirenas, ataques de misiles y fuertes explosiones al este y al norte de Kiev". "Hay batallas inmensas, la gente todavía está muriendo", denunciaba. Incluso en Irpín, la ciudad del suburbio de la capital que fue recuperada el martes por las tropas ucranianas, se oyeron bombardeos en la zona norte. En esta ciudad devastada después de días de ocupación rusa, han muerto hasta el martes entre 200 y 300 personas, según el ayuntamiento. La ciudad ha quedado prácticamente vacía, puesto que muchos de sus habitantes se han sumado a los 4 millones de ucranianos que han huido ya del país, según la ONU.

Más al norte, el alcalde de Chernígov, Vladislav Astroshenko, también ha denunciado a la CNN que los ataques rusos sobre la ciudad no solo no se han detenido sino que "se habían intensificado", hasta el punto de que había hasta 100.000 personas atrapadas dentro de la localidad con comida y medicamentos solo para una semana. "Esta es una nueva confirmación de que Rusia siempre miente", decía Astroshenko, y denunciaba "un ataque de mortero colosal en el centro de Chernígov" este mismo miércoles que había dejado al menos 25 heridos.

Bien entrada la quinta semana de combates, la ONU ha anunciado que investigará los posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania. "Viviendas y edificios administrativos, hospitales y escuelas, estaciones de agua y sistemas de electricidad no se han salvado", denunciaba la jefa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, y advertía que "los ataques indiscriminados están prohibidos por la ley humanitaria internacional y pueden constituir crímenes de guerra".

Minas antipersona y bombas clúster

La ONU ha verificado hasta ahora ataques militares que han dañado hasta 77 instalaciones médicas, incluidos 50 hospitales. Este miércoles se ha hecho público también que Rusia atacó un almacén de la Cruz Roja en Mariupol a pesar de estar perfectamente identificado. Asimismo, Bachelet aseguró que tiene denuncias creíbles sobre el uso de bombas clúster por parte de Rusia y también de Ucrania, y en el caso ruso se habrían utilizado contra población civil al menos 24 veces. Son armas prohibidas a nivel internacional porque su gran dispersión genera un daño indiscriminado. También están prohibidas las minas antipersona y este miércoles Human Rights Watch denunciaba que Rusia las ha utilizado también en Ucrania. Kiev acusaba también a Moscú de haber puesto minas en la costa del mar Negro en zonas transitadas por el comercio marítimo. El grupo de tres expertos creado por Bachelet deberá investigar todas estas acusaciones y realizar un informe sobre los "abusos de derechos y violaciones del derecho internacional humanitario" que se hayan cometido en Ucrania. También investigarán si son reales los vídeos colgados en las redes donde se ven soldados ucranianos maltratando a prisioneros rusos o sospechosos de colaborar con Rusia.

Sin embargo, desde Estados Unidos se piden medidas diplomáticas drásticas contra Rusia. Un grupo de senadores demócratas y republicanos han pedido formalmente la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la rama del organismo internacional que tiene en Ginebra. Para que prosperara, la resolución debería votarse en la Asamblea de la ONU en Nueva York y necesitaría al menos dos tercios de los votos emitidos, sin contar las abstenciones, según informan al ARA fuentes diplomáticas occidentales, que explican que ese mismo debate se ha abierto también en otros organismos internacionales, como una estrategia de presión para "aislar a Rusia diplomáticamente". Detallan que en algunos casos esta pérdida de asiento de Moscú podría pasar por una "suspensión temporal" en caso de que no fuera posible una expulsión permanente. Una medida como esta podría prosperar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU si se repite el esquema de voto de las dos resoluciones aprobadas hasta ahora en la Asamblea del organismo, la primera para condenar la invasión y la segunda para pedir en Rusia que detenga los ataques sobre civiles. Hasta 144 países votaron a favor en la segunda, frente a solo 5 votos en contra (y 38 abstenciones, que en este caso no contarían), pero falta ver si el resultado es el mismo cuando se trata de ir más allá de las declaraciones y se desea accionar una medida punitiva.

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