Macron confirma su giro a la derecha
El presidente intenta minimizar los daños después de la dimisión del ministro de Salud por el apoyo de Le Pen a la ley de inmigración
ParísAl día siguiente de la aprobación en la Asamblea Nacional de la reforma de la inmigración con los votos favorables de la extrema derecha de Marine Le Pen, el presidente Emmanuel Macron ha intentado este miércoles contener los daños. Quiere evitar que la crisis política coja vuelo. El riesgo de una ruptura interna es real: 37 diputados de Renacimiento, la formación de Macron, no apoyaron el martes la ley de inmigración. La reforma fue aprobada por 349 votos a favor y 186 en contra. Si los 88 diputados de Le Pen hubieran votado no en la ley, el texto no se habría aprobado.
La reforma, que endurece la política de inmigración, se convertirá en un punto de inflexión en el mandato de Emmanuel Macron y pasará a la historia como la ley en la que el presidente de la República prefirió los votos del extrema derecha y dejó claro su viraje hacia posiciones conservadoras, alejadas del centrismo que abanderaba cuando se convirtió en presidente en el 2017. La carencia de una mayoría parlamentaria ha obligado a Macron a elegir entre aliarse con la derecha o con las izquierdas. Y al inquilino del Elíseo no le ha temblado la mano a la hora de fiarlo todo no sólo a los conservadores sino también a Le Pen, en contra –asegura el gobierno– de su voluntad. Francia "tiene un problema de inmigración", se ha justificado este miércoles el presidente en una entrevista en France 5. La nueva ley "es el escudo que nos faltaba", ha asegurado.
El martes seis ministros progresistas amenazaron con dimitir si la reforma se aprobaba. Este miércoles sólo uno lo ha hecho, el ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau. El resto han participado en un consejo de ministros en el que Macron ha regañado a los miembros que ayer se amotinaron. "Los que dudan [sobre la ley de inmigración] y nunca han liderado ninguna batalla pueden dar lecciones", les ha espetado el presidente, según recogen medios franceses.
Medidas inconstitucionales
El presidente había estudiado activar un artículo de la Constitución que permite no promulgar una ley si la reforma se aprueba gracias a los votos de la extrema derecha. Finalmente, esta opción parece descartada –el Elíseo sostiene, con un recuento llamado, que los votos de Le Pen no eran imprescindibles– y el gobierno optará por que el consejo constitucional evalúe la ley. La primera ministra, Élisabeth Borne, ya avisó de que algunos puntos pueden ser inconstitucionales y aseguró que el gobierno lo había advertido a la derecha durante las negociaciones de la reforma. También Macron ha admitido que contiene medidas anticonstitucionales.
Con todo, la ganadora moral es Le Pen. Sus dirigentes se han atribuido la "victoria ideológica" de las medidas antiinmigración, sobre todo porque la reforma impone lo que siempre ha defendido la extrema derecha: "Primero, los franceses". La nueva ley establece una “preferencia nacional” a la hora de recibir ayudas públicas: suspende las ayudas a la vivienda oa las familias que puede recibir cualquier contribuyente en Francia –sea francés o no– si el beneficiario es extranjero extracomunitario y no lleva al menos tres años en el país si trabaja, o cinco años si no trabaja. Los departamentos gobernados por la izquierda ya han advertido de que no aplicarán la nueva ley.
Vox defiende a Macron
A Macron le llovieron críticas desde la izquierda. “Es un descalabro para la República –ha afirmado este miércoles el expresidente socialista François Hollande–. El presidente Macron y el gobierno no han cogido los votos del Frente Nacional. Han cogido sus ideas”. En España, Vox alabó la reforma francesa y su líder, Santiago Abascal, pidió al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que tome nota e impulse medidas similares.
Tanto si el consejo constitucional retoca la ley como si no, la La reforma incluye medidas que harán aún más difíciles las condiciones de vida de los inmigrantes en situación irregular. “La nueva ley expulsará a miles de personas en la calle. El acondicionamiento de las ayudas sociales puede hacer aún más precaria la situación de familias enteras y va a crear un sentimiento de miedo”, ha denunciado una de las principales asociaciones francesas de ayuda a migrantes, Utopía 56. Entre otras medidas, la nueva ley convierte en delito la inmigración clandestina.