Memoria, manipulación y dinero: la defensa de Ghislaine Maxwell toma protagonismo en el juicio por abusos

Los abogados de la heredera británica presentarán a una famosa psicóloga, testigo también de los casos de OJ Simpson y de Harvey Weinstein, para desmontar las acusaciones

5 min
Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein, en una de las imágenes presentadas en el juicio que se está siguiendo en Nueva York

LondresLa defensa de Ghislaine Maxwell, la exnovia del pedófilo suicida y multimillonario Jeffrey Epstein, toma el protagonismo este jueves en Nueva York. Ha llegado el turno de sus abogados en el juicio que se celebra desde el 29 de noviembre, y en el que la conocida miembro de la jet set global –implicada también en los escándalos de presuntos abusos contra adolescentes que salpican al tercer hijo de la reina de Inglaterra, el príncipe Andrés– tiene que responder de hasta ocho cargos por "haber reclutado, preparado y finalmente abusado" de menores, que proveía para la satisfacción sexual de Epstein.

Además, Maxwell, que podría recibir una pena de hasta 80 años de prisión si es declarada culpable, se enfrentará en otro proceso a dos cargos de perjurio.

Epstein se quitó la vida en una prisión de Nueva York en agosto de 2019 mientras esperaba ser juzgado por tráfico de menores. Hasta ahora uno de los testimonios más duros que se han podido oír en el juicio ha sido el de Carolyn –nombre falso para no difundir públicamente su identidad–, que declaró que con 14 años entró en contacto con el magnate a través de una amiga, Virginia Roberts, la misma mujer que acusa en un demanda civil al príncipe Andrés, tercer hijo de la reina de Inglaterra, de haberla violado cuando tenía 17 años.

De acuerdo con el testimonio de Carolyn, Roberts le dijo que podía ganar dinero fácilmente haciendo masajes a un "amigo" cercano. Una vez en casa de Epstein, Maxwell la recibió y le indicó a Roberts que "la llevara arriba y le mostrara qué tenía que hacer". Supuestamente, Carolyn visitó la mansión de Epstein más de 100 veces a lo largo de cuatro años. Cuando tenía 18 años, Epstein le habría preguntado si tenía amigas más jóvenes. "Fue entonces cuando me di cuenta de que ya era demasiado mayor", declaró al tribunal.

Por otro lado, en la lista de los treinta y cinco testigos que el equipo legal de Maxwell ha presentado a la juez federal de Manhattan que se ocupa del caso, Alison Nathan –que es probable que no los acepte todos, según los especialistas que están siguiendo día a día el juicio–, está Elizabeth Loftus, una psicóloga cognitiva y profesora de la Universidad de California que ha testificado en más de 300 procesos, incluyendo los de Harvey Weinstein, el asesino en serie Ted Bundy, Bill Cosby y OJ Simpson.

Loftus ha estudiado la supuesta falta de fiabilidad de según qué testigos y cómo la memoria puede ser manipulada o reinterpretada. La jueza Alison Nathan ha dictaminado que la defensa podrá llamar a Loftus al estrado, pero también ha advertido de que algunas de sus pruebas serían desestimadas.

Alison Nathan, la jueza de la corte federal de Manhattan que preside la vista contra Ghislaine Maxwell.

Durante el alegato inicial, los defensores de Maxwell, encabezados por la abogada británica Bobbi Sternheim, indicaron que aprovecharían la experiencia de Loftus, de 77 años, para demostrar que las cuatro mujeres que testifican contra la acusada no pueden recordar con precisión los acontecimientos de dos décadas atrás, que están manipulando el sistema judicial al haber presentado denuncias muy recientemente sobre hechos muy antiguos y que lo que persiguen es una compensación económica más que el hecho de que se haga justicia.

Loftus ha analizado cómo funciona el mecanismo de creación de lo que denomina "recuerdos falsos", las características de estos recuerdos, cómo la memoria se desvanece y se debilita con el paso del tiempo y cómo se vuelve más vulnerable ante estímulos exteriores.

En su alegato, Sternheim especifica que Loftus testificará que los recuerdos falsos pueden ser provocados por "actividades sugerentes", como por ejemplo las que transmiten los medios de comunicación sobre determinados acontecimientos, en especial los que tienen un gran perfil mediático, como los casos Epstein-Maxwell.

Los mismos argumentos del príncipe Andrés

Este planteamiento es prácticamente idéntico al que han usado los abogados del príncipe Andrés para ningunear el testimonio de Virginia Roberts Giuffre, la mujer que –como ya se ha apuntado– lo acusa de haberla violado cuando tenía 17 años. Roberts Giuffre ha sostenido reiteradamente que fue Ghislaine Maxwell la persona que la llevó a Londres en 1991 en una fiesta en el apartamento de Epstein, donde supuestamente el hijo de Isabel II habría abusado de ella.

Ilustración de Ghislaine Maxwell en la sala de la vista donde tiene lugar el juicio, con una imagen de Jeffrey Epstein, en una pantalla, al fondo.

En este sentido, los abogados de Andrés han presentado este mismo miércoles en Nueva York un memorándum de 11 páginas en el que advierten de que "los recuerdos se desvanecen y se crean otros falsos". Por esta razón consideran que la demanda de abuso sexual de Roberts Giuffre es "ininteligible" y deliberadamente vaga. El equipo legal también ha argumentado que como la presunta víctima tenía 17 años en el momento de los hechos denunciados –17 años es la edad mínima del consentimiento en el estado de Nueva York para tener relaciones sexuales–, es ella quienes tiene que demostrar que se vio forzada a mantenerlas con el acusado.

Los documentos judiciales presentados por la defensa del príncipe también reiteran que un acuerdo financiero de 2009 entre Roberts Giuffre y Jeffrey Epstein le impide demandar al duque de York. No será hasta el 4 de enero cuando otro juez de Nueva York, Lewis Kaplan, decidirá si saca adelante o no el procedimiento.

Llamamiento al estrado

Una de las incógnitas que se tendría que resolver en las próximas horas o días es si Ghislaine Maxwell será llamada al estrado por su defensa. Fuentes de la familia han asegurado a la prensa británica que después de casi 18 meses de encarcelamiento, su estado psicológico es "muy frágil" y muy probablemente no declarará.

Hasta ahora, algunos testigos de la Fiscalía en teoría más destacados han resultado no ser tan de cargo como se esperaba, como por ejemplo el piloto del avión de Epstein, bautizado como Lolita Express. Paul Visoski, que hizo más de mil viajes con Epstein, declaró que nunca vio "ninguna actividad sexual en el avión" y que nunca vio a nadie de menos de veinte años a bordo.

En el tercer día de juicio, una de las cuatro mujeres que acusan a Maxwell –que ha comparecido con el nombre de Jane– presentó su testimonio, durante el cual aseguró que conoció a Epstein cuando tenía 14 años y que a través de Maxwell y el millonario se encontró en Mar-a-Lago con Donald Trump. También afirmó, contradiciendo al piloto, que subió a bordo del avión con 14, 15 y 16 años, y que vio al príncipe Andrés. Pero de su testimonio no se desprendió ninguna actuación incorrecta ni del expresidente de los Estados Unidos ni del duque de York. Sí aseguró, sin embargo, que Maxwell estuvo presente durante algunos de los abusos que sufrió del multimillonario.

Desde hoy Bobbi Sternheim intentará demostrar con sus testimonio que todas las acusaciones son infundadas. El escandaloso courtroom drama continuará, probablemente, hasta poco antes de las vacaciones de Navidad.

stats