Argentina

Milei advierte que gobernará con el apoyo del Parlamento o sin él

Anuncia nuevas medidas, como la eliminación de elecciones sindicales libres o de la financiación pública de los partidos políticos

El presidente argentino, Javier Milei, este viernes durante la inauguración del curso político en el Parlament.

Buenos AiresEl presidente de Argentina, Javier Milei, ha inaugurado la madrugada de este viernes las sesiones en el Congreso de la Nación de Buenos Aires, sede del poder legislativo. Lo ha hecho con un discurso de una hora en el que ha empezado repasando la herencia recibida del gobierno anterior, ha alabado las medidas tomadas durante los 82 días de su gestión y ha invitado a todos los gobernadores provinciales, expresidentes y líderes de los principales partidos políticos a firmar un "nuevo contrato social" que ha detallado en diez puntos para establecer "el nuevo orden económico argentino". Todo ello, con ataques y reproches constantes a la oposición, una nueva invitación de apoyo a la ley ómnibus, y un tono amenazante hacia el legislativo: “Cumpliremos con la promesa que hicimos a la sociedad, con el apoyo de los políticos o sin ellos ”, ha aseverado Milei.

Constantemente interrumpido por las ovaciones de sus compañeros de filas y algunos seguidores –la mayoría jóvenes–, Milei ha dejado muy claro que no tiene previsto cambiar ni una coma de su programa político y económico. Ha recordado que el 60 por ciento de la población argentina es pobre y también ha hablado del trabajo informal, la inseguridad, la educación y la salud para destacar que la crisis en el país "está presente en todas las dimensiones de la vida de la sociedad" . También ha destacado que "este sistema putrefacto", que según él se ha extendido a todos los poderes del Estado y de la administración, se sostiene gracias a determinados medios de comunicación -ha reafirmado que cerrará la agencia pública de noticias Télam–, a empresarios con privilegios ya sindicalistas que extorsionan a los trabajadores. En definitiva, gracias a lo que él llama “el sistema de la casta”. También ha denunciado "la orgía del gasto público".

Pero, según Milei, Argentina ha "despertado", y la "mayoría silenciosa" que trabaja cada día para sacar al país adelante ha decidido confiar en él, "un hombre recién llegado a la política, pero que sabe lo que debe hacer, cómo hacerlo y tiene la convicción para hacerlo”. También ha asegurado que siempre dijo la verdad durante la campaña electoral, que era consciente de que venían tiempos difíciles, de inflación y recortes brutales, y que, sin embargo, “la sociedad eligió al candidato que prefería decir una verdad incómoda a una mentira confortable”. Asimismo, ha repasado las políticas implementadas por su gobierno y ha anunciado un nuevo "paquete de leyes anticasta", como la eliminación de jubilaciones de privilegio, de las elecciones sindicales libres, de la financiación pública de los partidos políticos, o la prohibición de que una persona imputada por corrupción se presente en un cargo público. "Hemos venido a cambiar el país en serio", ha reiterado.

En este sentido, Milei ha repetido que, si el legislativo no le acompaña, hará uso de todos los recursos del ejecutivo para sacar adelante sus planes. Y ha lamentado que la ley ómnibus no fuera aprobada por el Congreso. Sin embargo, ha abierto la puerta a volver a debatir el texto legislativo, a cambio del "nuevo contrato social" del que quiere hacer partícipe "toda la política". Se trata de un contrato de diez puntos que, según Milei, sentarían las bases del crecimiento económico de Argentina para los próximos 100 años. Algunos de los puntos son la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal innegociable o la reducción en un 25% del PIB del gasto público.

Fuera del Congreso un dispositivo policial de más de 5.000 efectivos vigilaba las concentraciones protagonizadas por miembros de organizaciones sociales y sindicales en repudio en el nuevo gobierno. Milei ha concluido su intervención en el hemiciclo advirtiendo a los diputados que tienen dos opciones: "Aferrarse a un sistema injusto del que la mayoría de la sociedad es víctima", o bien "ayudar a transformar el país y pasar a la posteridad" como patriotas”. Según él, no existe un punto medio.

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