El primer ministro iraquí sale ileso de un ataque con dron contra su casa

Al-Kazemi pide "calma y moderación" y el gobierno investiga quién está detrás

ARA
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Al-Kazemi en una imagen de archivo

BarcelonaEl primer ministro iraquí, Mustafà al-Kazemi, ha salido ileso este domingo de un ataque con un dron bomba dirigido contra su residencia en la Zona Verde de Bagdad, en el centro de la capital. En un comunicado, la Célula de Información de Seguridad –el organismo encargado de la seguridad del país– ha asegurado que Al-Kazemi "no ha sufrido ningún mal y tiene buena salud", a pesar de que no detalla si ha tenido que ser trasladado al hospital. Más tarde, y en un mensaje a la nación, el mandatario ha querido asegurar él mismo a la población que se encuentra bien y ha pedido "calma y moderación por el bien de Irak". "Los misiles de la traición no desanimarán a los creyentes, y no moverá la firmeza e insistencia de nuestras heroicas fuerzas de seguridad para preservar la seguridad del pueblo, conseguir el derecho y establecer la ley", ha afirmado el primer ministro. Varias personas de su equipo de seguridad sí que han resultado heridas.

Pero quien ha dado más detalles de cómo ha sido el ataque ha sido el portavoz del ministerio del Interior, Saad Maan, que ha explicado que se enviaron tres drones contra la Zona Verde y que las fuerzas de seguridad consiguieron interceptar dos, mientras que el tercero impactó contra la residencia de Al-Kazemi, que sufrió considerables daños materiales además de los guardaespaldas heridos.

Este domingo la calma parecía restablecida en la capital iraquí, con una gran presencia policial y militar –eso sí– en los alrededores de la Zona Verde, que concentra la mayoría de edificios gubernamentales de la ciudad y las embajadas extranjeras. Por este motivo no es la primera vez que se produce un ataque en esta zona de la ciudad, especialmente contra la embajada de los Estados Unidos y a través de cohetes lanzados, supuestamente, por milicias proiraníes.

"Grupos extranjeros"

De momento Bagdad aún no ha identificado a los culpables del atentado –que no ha sido reivindicado–, pero ya se ha iniciado una investigación. En cambio, Irán no ha tardado en señalar a "grupos de expertos extranjeros" o "think tanks" como responsables de la bomba, que considera un "acto de sedición". "El intento de ataque contra Al-Kazemi es un nuevo acto de sedición que tiene que tener su origen en grupos de expertos extranjeros, que solo han traído al oprimido pueblo iraní inseguridad, desavenencias e inestabilidad", ha dicho en Twitter el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Shamkhani, que ha añadido que estos think tanks son los responsables de la creación y el apoyo a grupos terroristas y la ocupación de este país durante años, en una clara referencia a los Estados Unidos.

Pero también desde Washington se ha condenado el ataque y se ha ofrecido ayuda en la investigación. "Este aparente acto de terrorismo, que condenamos enérgicamente, ha sido dirigido al corazón del estado iraquí", ha dicho el portavoz del departamento de Estado de los EE.UU., Ned Price, en un comunicado.

De hecho, este atentado se produce en un momento de tensión en Irak después de los choques violentos entre manifestantes y policías durante una manifestación el viernes en Bagdad para protestar contra los resultados de las elecciones legislativas del 10 de octubre. Los comicios tuvieron una baja participación –un 41%– y salió ganador el partido del clérigo chiita Moqtada al-Sadr.

Precisamente Al-Sadr también ha condenado el ataque y ha dicho que los responsables buscaban convertir Irak en una espiral de caos y terrorismo. "El acto terrorista contra la entidad suprema del país es un ataque claro y expreso contra Irak y su pueblo. [...] Busca traer el caos al país para que vuelva a ser dominado por las fuerzas del no estado, para que Irak viva en disturbios, violencia y terrorismo que deriven en intervenciones externas".

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